Perú. Héctor Béjar, biografía de un Canciller que es un lujo para un continente donde muchos de sus colegas son simples felones del Imperio

Perú. Héc­tor Béjar, bio­gra­fía de un Can­ci­ller que es un lujo para un con­ti­nen­te don­de muchos de sus cole­gas son sim­ples felo­nes del Imperio

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 6 de agos­to de 2021.

Héc­tor Béjar nació el 2 de sep­tiem­bre de 1935 en el dis­tri­to Ricar­do Pal­ma, pro­vin­cia Hua­ro­chi­rí, depar­ta­men­to de Lima, Perú. Su padre, Mariano Béjar Pache­co, era un músi­co y miem­bro del Par­ti­do Apris­ta que no esta­ba de acuer­do con la direc­ción de este par­ti­do. Su madre, Zoi­la Rive­ra Rodrí­guez, era maes­tra. Estu­dió Dere­cho en la Uni­ver­si­dad Nacio­nal Mayor de San Mar­cos (UNMSM), pero nun­ca fue diri­gen­te estu­dian­til sino secre­ta­rio de pren­sa del Cen­tro Fede­ra­do de Letras.

Des­de los 16 años tra­ba­jó como narra­dor de noti­cias y pre­sen­ta­dor de artis­tas nacio­na­les e inter­na­cio­na­les en la Radio Cen­tral de Lima. Con este tra­ba­jo de 4 horas por día, logró finan­ciar los cos­tos de vida. Tra­ba­jó has­ta 1960 en esta emisora.

En 1951, con 15 años de edad, empe­zó a estu­diar en la UNMSM. Obtu­vo los gra­dos de licen­cia­do en Dere­cho y Cien­cias Polí­ti­cas, Abo­ga­do (1999), magís­ter en Ges­tión de Pro­yec­tos Socia­les (2002) y doc­tor en Socio­lo­gía (2006).

En el año 1953 entró en la Par­ti­do Comu­nis­ta Peruano (PCP), toda­vía una orga­ni­za­ción clan­des­ti­na. Fue secre­ta­rio de pren­sa y miem­bro de su Comi­té Pro­vi­sio­nal Cen­tral des­de 1954 has­ta 1959. En 1956 fun­dó Uni­dad, el perió­di­co del PCP. Su seu­dó­ni­mo en el par­ti­do fue Alay­za. En 1956 fue dete­ni­do, por pri­me­ra vez, por orga­ni­zar una rome­ría a Mariá­te­gui. Su segun­da deten­ción fue en mayo de 1958 en el mar­co de las movi­li­za­cio­nes orga­ni­za­das por la izquier­da para dar­le la “bien­ve­ni­da” a la visi­ta del vice­pre­si­den­te de los Esta­dos Uni­dos Richard Nixon. La res­pues­ta del Esta­do Peruano fue la deten­ción de dece­nas de per­so­nas, entre ellas Béjar.

En 1959 fue expul­sa­do del PCP, jun­to con Juan Pablo Chang (ase­si­na­do jun­to con Ernes­to Che Gue­va­ra en octu­bre de 1967). En el trans­cur­so de su mili­tan­cia Béjar y Chang tuvie­ron fuer­tes crí­ti­cas a la direc­ción y el cur­so polí­ti­co del par­ti­do. Jun­to con Chang, Gui­ller­mo Mer­ca­do León y Luis Zapa­ta Bode­ro (los dos últi­mos murie­ron en la gue­rri­lla “Javier Heraud” del Ejér­ci­to de Libe­ra­ción Nacio­nal (ELN) en diciem­bre de 1965), entre otros, for­mó, des­pués de su expul­sión, en 1959, el Comi­té Leni­nis­ta del Depar­ta­men­to de Lima. Este Comi­té tenía como obje­ti­vo fun­dar un par­ti­do comu­nis­ta, debi­do a que no con­si­de­ra­ba el PCP como un autén­ti­co par­ti­do comu­nis­ta. En el perio­do que for­mó par­te del men­cio­na­do Comi­té, has­ta 1961, su órgano de difu­sión se lla­ma­ba Perú Popu­lar.

En 1961 via­jó a Cuba para entre­nar­se polí­ti­ca y mili­tar­men­te con el obje­ti­vo de desa­rro­llar la gue­rra de gue­rri­llas en el Perú. En sep­tiem­bre de 1962, en Cuba, se fun­dó el ELN. Béjar fue uno de sus líde­res. La orga­ni­za­ción sur­gió del deseo de los jóve­nes perua­nos de seguir el ejem­plo de la Revo­lu­ción Cuba­na y fue diri­gi­da a tra­vés de un lide­raz­go colectivo.

La base del ELN esta­ba for­ma­da por un gru­po de sie­te perua­nos que habían via­ja­do a Cuba a fines de 1961. Uno de ellos fue Héc­tor Béjar. Aun­que era un gru­po polí­ti­ca­men­te hete­ro­gé­neo, algu­nos de ellos eran exmiem­bros del par­ti­do comu­nis­ta. Pos­te­rior­men­te, el gru­po de sie­te estu­vo acom­pa­ña­do por otros exmiem­bros del par­ti­do comu­nis­ta de orien­ta­ción mos­co­vi­ta, revo­lu­cio­na­rios inde­pen­dien­tes y un gru­po de alre­de­dor de cua­ren­ta estu­dian­tes perua­nos que habían reci­bi­do becas para estu­diar en Cuba, pero impre­sio­na­dos por la Revo­lu­ción Cuba­na que­rían orga­ni­zar la lucha gue­rri­lle­ra en el Perú.

El ELN ha pasa­do por tres fases. Béjar ha par­ti­ci­pa­do acti­va­men­te en las dos pri­me­ras. La pri­me­ra comen­zó des­de su fun­da­ción has­ta la pri­me­ra derro­ta del ELN en mayo de 1963 en la ciu­dad perua­na de Puer­to Mal­do­na­do con la muer­te del poe­ta Javier Heraud. La segun­da fase del ELN se ini­ció con un pro­ce­so de rees­truc­tu­ra­ción y una eva­lua­ción de la pri­me­ra expe­rien­cia gue­rri­lle­ra. En esta fase, en sep­tiem­bre de 1965, el ELN creó el fren­te gue­rri­lle­ro “Javier Heraud” en el depar­ta­men­to de Aya­cu­cho, pro­vin­cia La Mar. Este perío­do cie­rra en diciem­bre de 1965 con la derro­ta del ELN y la muer­te de casi todos sus mili­tan­tes. Hubo solo dos sobre­vi­vien­tes, uno de ellos Héc­tor Béjar. Enfer­mo de la uta y con la gue­rri­lla diez­ma­da, regre­só a Lima el 27 de febre­ro de 1966 y al siguien­te día es dete­ni­do en la casa del eco­no­mis­ta y docen­te uni­ver­si­ta­rio Vir­gi­lio Roel.

En la gue­rri­lla su seu­dó­ni­mo fue Calix­to. No coman­dó el ELN, sin embar­go, el diri­gía la gue­rri­lla, pero el ELN no usa­ba gra­dos, aun­que había una dis­ci­pli­na mili­tar. Tenía la mayor tra­yec­to­ria polí­ti­ca de todos aque­llos que for­ma­ron par­te del gru­po gue­rri­lle­ro en el depar­ta­men­to de Ayacucho.

No fue sen­ten­cia­do por­que no había evi­den­cias de su par­ti­ci­pa­ción en la gue­rri­lla. Los cam­pe­si­nos de la Hacien­da Cha­pi, uno de las hacien­das ata­ca­dos por la gue­rri­lla (25 de sep­tiem­bre de 1965) que cau­só la muer­te de sus dos pro­pie­ta­rios, no lo reco­no­cie­ron como uno de los gue­rri­lle­ros. Estu­vo en la cár­cel sin sen­ten­cia. El Esta­do peruano pidió 17 años de prisión.

Su pri­mer libro, Perú 1965: Apun­tes sobre una expe­rien­cia gue­rri­lle­ra, que ganó el Pre­mio Lati­no­ame­ri­cano de Ensa­yo de Casas de Amé­ri­cas en 1969, fue el resul­ta­do de una amplia­ción de un infor­me que ela­bo­ró sobre la gue­rri­lla en 1965 para el ELN. Este tex­to se lla­mó Infor­me 1965 y fue publi­ca­do en mimeó­gra­fo por la orga­ni­za­ción. Se amplió el infor­me ini­cial por­que Desirée Lie­ven, una diri­gen­te fran­co-ruso de un comi­té de apo­yo a los pre­sos polí­ti­cos en el Perú en Fran­cia, pro­pu­so publi­car el aná­li­sis y las expe­rien­cias de Béjar por la reco­no­ci­da edi­to­rial Mas­pe­ro. Sin embar­go, Hil­de­bran­do Pérez Gran­de, miem­bro del ELN, le pro­pu­so con­cur­sar para el pre­mio del mejor ensa­yo de la Casa de las Américas.

Ade­más de este libro, des­pués de su deten­ción, logró publi­car diver­sos tra­ba­jos en rela­ción a la gue­rri­lla. En 1967, el mis­mo ELN publi­có Revo­lu­ción: pre­sen­te y futu­ro. Este tra­ba­jo es una sín­te­sis expli­ca­ti­va de los ante­ce­den­tes obje­ti­vos y prin­ci­pa­les expe­rien­cias del movi­mien­to gue­rri­lle­ro de 1965, y par­ti­cu­lar­men­te del ELN. Un año des­pués, la revis­ta chi­le­na Pun­to Final publi­có “La lec­ción de los erro­res” y en 1969 apa­re­ció en la revis­ta OCLAE de Cuba, “Ernes­to Gue­va­ra y la revo­lu­ción lati­no­ame­ri­ca­na” y “Dos gue­rri­lle­ros con­ti­nen­ta­les”, un artícu­lo sobre Che Gue­va­ra y Juan Pablo Chang.

El 24 de diciem­bre de 1970, Béjar y otros pre­sos polí­ti­cos por los suce­sos gue­rri­lle­ros en 1965 y de años ante­rio­res fue­ron amnis­tia­dos. Su libe­ra­ción no fue con­di­cio­na­da. Sin embar­go, con­ver­sa­cio­nes con los mili­ta­res repre­sen­tan­tes del Gobierno de Juan Velas­co Alva­ra­do (1968−1975), pro­duc­to de un gol­pe mili­tar con­tra el pre­si­den­te Fer­nan­do Beláun­de el día 3 de octu­bre de 1968, Jor­ge Fer­nán­dez Mal­do­na­do y Leó­ni­das Rodrí­guez Figue­roa, y el civil Car­los Del­ga­do Oli­ve­ra, secre­ta­rio del pre­si­den­te Velas­co, como tam­bién con el mis­mo pre­si­den­te Velas­co, lle­va­ron a Béjar a tra­ba­jar en el “gru­po ini­cial” del Sis­te­ma Nacio­nal de Apo­yo a la Movi­li­za­ción Social (SINAMOS).

El obje­ti­vo de SINAMOS fue tra­ba­jar para la trans­fe­ren­cia del poder por­que los mili­ta­res pen­sa­ron irse. Enton­ces, en caso de que ellos salie­ran no entre­ga­rían el poder a los par­ti­dos sino orga­ni­za­rían una espe­cie de gobierno popu­lar con la repre­sen­ta­ción de tra­ba­ja­do­res y cam­pe­si­nos. La misión de SINAMOS era espe­cial­men­te orga­ni­zar los cam­pe­si­nos que reci­bie­ron tie­rras por la Refor­ma Agra­ria (1969) y los tra­ba­ja­do­res de las comu­ni­da­des indus­tria­les, que jun­tos con el empre­sa­ria­do diri­gían sus empresas.

Esta­ba encar­ga­do de la Direc­ción Gene­ral de las Orga­ni­za­cio­nes Juve­ni­les. Esta direc­ción orga­ni­za­ba volun­ta­rios juve­ni­les que ayu­da­ron a la orga­ni­za­ción de las ligas agra­rias, pero tam­bién tenían tareas de tipo téc­ni­co. Ade­más, la Direc­ción desa­rro­lló acti­vi­da­des de divul­ga­ción res­pec­to a la Revo­lu­ción entre los jóve­nes. Tra­ba­jó en SINAMOS, de 1971 a 1975, has­ta la caí­da de Velas­co, el día 29 de agos­to de 1975.

Lue­go de su tra­ba­jo en SINAMOS, labo­ró, por algu­nos meses como sub­di­rec­tor del perió­di­co El Comer­cio, expro­pia­do por el Gobierno Mili­tar de Velas­co. Fue invi­ta­do por su direc­tor Helan Jawors­ki. Cuan­do la corre­la­ción de fuer­zas en el Gobierno esta­ba defi­ni­ti­va­men­te en con­tra del pro­ce­so ini­cia­do por Velas­co, Béjar fue des­pe­di­do en mayo de 1976. Dado que el nue­vo gobierno mili­tar lide­ra­do por Fran­cis­co Mora­les Ber­mú­dez pen­sa­ba que vol­ve­ría a orga­ni­zar la gue­rri­lla, fue per­se­gui­do por un año y esta­ba con orden de captura.

En diciem­bre de 1976 se publi­có su segun­do libro titu­la­do La revo­lu­ción en la tram­pa. Este tra­ba­jo tra­ta los pro­ce­sos polí­ti­cos en el perio­do 1968 – 1975.

En 1977 se fun­dó, bajo el lide­raz­go de Jawors­ki, el Cen­tro de Estu­dios para el Desa­rro­llo y la Par­ti­ci­pa­ción (CEDEP). La misión de CEDEP era man­te­ner la rela­ción con los cam­pe­si­nos bene­fi­cia­rios de la refor­ma agra­ria y ofre­cer asis­ten­cia téc­ni­ca a las comu­ni­da­des cam­pe­si­nas. Béjar se incor­po­ró y tenía como tarea con­ti­nuar desa­rro­llan­do los con­tac­tos con las ligas agra­rias y con las fede­ra­cio­nes cam­pe­si­nas. En el perio­do 1989 – 2000 fue direc­tor de CEDEP.

Apar­te de desa­rro­llar un tra­ba­jo con las comu­ni­da­des, CEDEP tam­bién publi­có una revis­ta de cien­cias socia­les que se lla­mó Socia­lis­mo y Par­ti­ci­pa­ción. Béjar fue su direc­tor en el perio­do 2000 – 2009.

Apo­yan­do a la Aso­cia­ción Nacio­nal de Cen­tros del Perú, par­ti­ci­pó en la orga­ni­za­ción de 13 Con­fe­ren­cias Nacio­na­les sobre el Desa­rro­llo Social (CONADES), que reu­nie­ron duran­te el perío­do 1995 – 2007 a las orga­ni­za­cio­nes perua­nas que tra­ba­ja­ban por el desa­rro­llo. Estu­vo a car­go de pro­po­ner los tex­tos de los Infor­mes Cen­tra­les que pro­pu­sie­ron polí­ti­cas socia­les para supe­rar el esta­do de pobre­za de gran par­te de la pobla­ción. Todo ese tra­ba­jo influ­yó en el Acuer­do Nacio­nal (2002) fir­ma­do por el ex pre­si­den­te Ale­jan­dro Tole­do, que incor­po­ró un con­jun­to de rei­vin­di­ca­cio­nes socia­les como polí­ti­cas públicas.

A par­tir de 1994, des­pués de la apro­ba­ción de la cons­ti­tu­ción de 1993, se incor­po­ró a la opo­si­ción con­tra la dic­ta­du­ra neo­li­be­ral de Fuji­mo­ri, a tra­vés del Comi­té Cívi­co que lide­ra­ba Gus­ta­vo Moh­me Llo­na, direc­tor del perió­di­co La Repú­bli­ca, y par­ti­ci­pó en la orga­ni­za­ción de DEMOS, Movi­mien­to por la Demo­cra­cia y Socie­dad, que coor­di­nó y cen­tra­li­zó ese movi­mien­to anti­dic­ta­to­rial. Toda esa acti­vi­dad que movi­li­zó a miles de per­so­nas, cul­mi­nó en la fuga de Fuji­mo­ri y el retorno a la democracia.

Tra­ba­jó has­ta el 2009 en el CEDEP. Fue en este perio­do que publi­có su ter­cer libro, Polí­ti­ca Social, Jus­ti­cia Social (2001). Salió de CEDEP por­que, por un lado, ya no había más finan­cia­mien­to para el tipo de pro­yec­tos que Béjar pro­po­nía y, por otro lado, empe­zó a tra­ba­jar como cate­drá­ti­co. Socia­lis­mo y Par­ti­ci­pa­ción no con­ti­nuó por fal­ta de finan­cia­mien­to. El últi­mo núme­ro (107) fue de octu­bre del 2009.

Des­pués de la caí­da del dic­ta­dor Fuji­mo­ri en el 2000, regre­só a la polí­ti­ca de la izquier­da orga­ni­za­da. Por un tiem­po, fue coor­di­na­dor de un fren­te que tenía como obje­ti­vo de unir la izquier­da. Lue­go, algu­nas de estas orga­ni­za­cio­nes crea­ron el Fren­te Amplio que par­ti­ci­pó en las elec­cio­nes par­la­men­ta­rias del 2016. Estas elec­cio­nes mar­ca­ron el retorno de la izquier­da de for­ma orga­ni­za­da, des­pués de más de 20 años de ausen­cia, en el con­gre­so peruano.

En el perio­do 2009 – 2020 Béjar se ha dedi­ca­do prin­ci­pal­men­te a la docen­cia y a escri­bir libros de carác­ter aca­dé­mi­co como Mitos y metas del mile­nio. La pobre­za según los sofis­tas (2010), Mito y Uto­pía. Rela­to alter­na­ti­vo del ori­gen repu­bli­cano del Perú (2012), Retorno a la gue­rri­lla (2016) y Vie­ja cró­ni­ca y mal gobierno. His­to­ria del Perú para des­con­ten­tos (2019). Des­de el 2005, es Miem­bro Hono­ra­rio del Cole­gio de Soció­lo­gos del Perú.

Héc­tor Béjar sigue sien­do comu­nis­ta. Apar­te de su dedi­ca­ción a la docen­cia y a la inves­ti­ga­ción aca­dé­mi­ca, es ana­lis­ta polí­ti­co, rea­li­za con­fe­ren­cias sobre temas polí­ti­cos del Perú y de Amé­ri­ca Lati­na, escri­be artícu­los y hace pre­sen­ta­cio­nes en even­tos rela­cio­na­dos a la gue­rri­lla de la déca­da de sesen­ta y al Gobierno de Velasco.

Fuen­tes:

Héc­tor Béjar Rive­ra, entre­vis­tas, 11 y 27 de octu­bre de 2020.

Héc­tor Béjar Rive­ra, comu­ni­ca­ción escri­ta, 1 de diciem­bre de 2020.

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