La sociedad tunecina sigue conmocionada por la decisión del presidente Kais Saied de destituir al primer ministro y congelar el Parlamento. El hartazgo popular por la crisis económica y los efectos del Covid-19 han granjeado apoyos populares a la operación, pero también detractores de la maniobra de Saied.
El sistema político tunecino posterior a la revolución se basa en el reparto tripartito del poder entre el jefe de Estado, el presidente del Parlamento y el primer ministro, en el marco de una construcción que pretendía evitar que una de las partes tomara decisiones unilaterales por miedo a que se volviera al sistema presidencialista absoluto liderado por Habib Burguiba y Zine El Abidine Ben Ali.
El artículo 80 de la Constitución ha provocado una gran confusión en los últimos días, ya que es la disposición constitucional utilizada por el presidente para tomar las medidas mencionadas según informa Monitor de Oriente. El artículo 80 otorga al presidente de la República el derecho a tomar medidas excepcionales tras consultar con el primer ministro y el presidente del parlamento, lo que no ocurrió ya que el presidente Kais Saied no informó a ninguno de los otros dirigentes de sus intenciones.
El caso de Túnez nos lleva a las inevitables comparaciones con Egipto. En el país del Nilo el objetivo era tumbar al presidente democráticamente elegido Mohamed Morsi, que representaba a los Hermanos Musulmanes respaldados por Turquía y Qatar. Hoy sabemos que los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí trabajaron para financiar su derrocamiento. En Túnez, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí llevan años trabajando para derrocar al partido gobernante Ennahda, vinculado a los Hermanos Musulmanes según el analista R. Inkalesh.
Hace unos días la agencia de noticias oficial Anadolu publicaba esta infografía que reproducimos sobre estas líneas en la que representaba los apoyo y rechazos a la operación de Saied en el país. Estos se dividen entre la calificación de la operación como una violación de la Constitución tunecina y quienes hablan de “recuperar la independencia nacional”. Desde el exterior el colectivo Alba Malta North Africa también se ha posicionado al respecto respaldando a Kais Saied.
El Partido de los Trabajadores de Túnez rechaza la operación de Saied
El Partido de los Trabajadores de Túnez ha rechazado la maniobra de Saied que han publicado un nota de prensa que reproducimos a continuación:
¡Rectificar el proceso revolucionario no puede realizarse en modo alguno por los golpes de Estado o por un régimen autocrático!
El Partido de los Trabajadores llamó la atención sobre los peligros que amenazan a nuestro país, especialmente los golpes de Estado y los riesgos de atracción de la violencia.
El Partido de los Trabajadores considera que los anuncios del presidente-por otra parte previsibles habida cuenta de los llamamientos a la intromisión de la institución militar en el conflicto entre facciones en el poder-son una flagrante violación de la constitución y de las disposiciones del artículo 80 evocado por Kaïs Said. Desde el punto de vista político, estas excepcionales medidas antidemocráticas reflejan la voluntad manifiesta del presidente de acapararse todos los poderes: ejecutivo, legislativo y judicial, allanando el camino para restablecer un nuevo sistema autocrático.
Este giro augura una nueva etapa en la que la ya crítica situación en el país va a empeorar aún más, provocando riesgos de deslizamiento hacia una espiral de violencia y terrorismo.
Afirma que el pueblo tunecino necesita un cambio urgente y radical, para extraer al país de la crisis general y profunda, derivado de las decisiones reaccionarias de la última década. Reitera su llamamiento a derrocar el sistema en su conjunto: gobierno, presidencia y parlamento. Esto requiere primero determinar las responsabilidades, incluida la de Ennahdha, que ha llevado al país a un desastre económico y financiero, agravado la deuda y la dependencia de Túnez. Ennahdha también ha promovido la corrupción, el terrorismo y los asesinatos políticos y ha socavado los pilares de la vida de los tunecinos y tunecinos.
El Partido de los Trabajadores renueva su convicción de que el cambio deseado no puede lograrse mediante el apoyo del golpe de Estado de Kaïs Said o por ninguna alianza con el movimiento Ennahdha. Solo el pueblo tunecino está en condiciones de lograr este cambio, con miras a construir una democracia popular, en el marco de un registro civil, donde el poder es del pueblo. Se basará en el respeto de la soberanía del país sobre sus riquezas y decisiones políticas, en la justicia social y en la igualdad entre las ciudadanas y los ciudadanos.
Pide al pueblo tunecino que siga expresándose pacíficamente y rechace los llamamientos a la confrontación destilados por las facciones gobernantes, apoyados por potencias regionales e internacionales que defiendan sus propios intereses. Le pide que se mantenga alerta sobre las metas reales de los partidarios del antiguo régimen, el estado profundo, las mafias y el contrabando.
Hace un llamamiento a todas las fuerzas democráticas y progresistas, partidos, asociaciones, personalidades a que se encuentren urgentemente para definir modalidades de concertación, con el fin de elaborar una visión común para enfrentar esta evolución grave que puede llevar al país a una espiral de violencia y guerra civil, o convertirlo de nuevo en un régimen autocrático absoluto, mientras que el pueblo tunecino había hecho enormes sacrificios para deshacerse de ella.
Partido de los Trabajadores (Túnez).
Túnez, 26 de julio de 2021
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