Por Sergey Mirkin. Resumen Latinoamericano, 1 de agosto de 2021.
Se ha presentado en el Parlamento de Ucrania un proyecto de ley según la cual los ciudadanos ucranianos que reciban pasaportes rusos automáticamente perderían la ciudadanía. Un proyecto delirante presentado por radicales de extrema derecha no debería tener posibilidad de convertirse en ley en una mente normal. El problema es que hace mucho que la mente no rige en Ucrania, lo que significa que esta ley tiene apoyo de diputados del partido presidencial Servidor del Pueblo.
En Ucrania, esta treta ya se ha probado durante el mandato de Zelensky. Los nacionalistas presentan una idea radical, los “servidores del pueblo” la critican, los nacionalistas acusan a Zelensky y a su partido de traición, amenazan con un Maidan y el equipo Ze apoya la iniciativa de los nacionalistas.
Es más, el equipo Ze está centrado ahora mismo en el votante nacionalista militante y no en la población del sudeste del país. Y a aquellos que quieren una guerra en Donbass hasta la victoria final les gustará la idea de privar a la población con pasaportes rusos de la ciudadanía ucraniana. ¿Es posible que los socios occidentales de Kiev no permitan que este proyecto salga adelante? No hay que contar con ello. Occidente tiene una brillante propiedad y evalúa las cosas de forma diferente, siempre pensando en su propio beneficio. Y sería beneficioso para los patrones occidentales ya que haría aún más grande la brecha entre Rusia y Ucrania.
Lo único que no quieren ni los políticos americanos de Washington ni los burócratas europeos de Bruselas es una guerra de verdad entre Rusia y Ucrania, ya que ni los estadounidenses ni los europeos están dispuestos a morir por la Ucrania de Maidan. Por lo demás, todo Occidente está interesado en una máxima degradación de las relaciones entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, al mismo tiempo, desean que Moscú siga financiando indirectamente a Ucrania transportando gas a través de su territorio. Además, tanto Washington como Bruselas comprenden que el actual régimen es inestable y que cualquier protesta de Maidan puede desestabilizar la situación. Por estos motivos, Occidente no se opondrá a la adopción de una ley que prive a la población de la nacionalidad.
Como justificación de la necesidad de adoptar la ley, la nota explicativa utiliza un argumento: en Donbass está en marcha la entrega de pasaportes rusos, que más adelante puede ser utilizado por Rusia para interferir en los asuntos internos de Ucrania. Es decir, los políticos ucranianos temen que, si su artillería no mata sistemáticamente a los residentes de la RPD y la RPL sino a ciudadanos de Rusia, Moscú podría intervenir. Creo que ese es el principal miedo de la actual élite de Kiev, porque se puede repetir hasta la saciedad el mantra del ejército más fuerte de Europa, pero la realidad es diferente. El Ejército Ucraniano puede resistir a la milicia de Donbass, pero no sería capaz de hacerlo contra las Fuerzas Armadas de Rusia. Cuando las tropas rusas realzaron maniobras en la frontera del sudeste en marzo-abril de 2021, hubo un verdadero pánico en Kiev, que esperaba una invasión cualquier día. Tras escuchar el informe del entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Ruslan Jomchak, la diputada Ana Kolesnik, envió un SMS a una amiga diciendo que tenía que abandonar Ucrania.
A los políticos de Maidan tampoco les ha gustado la decisión de la Comisión Electoral Central de Rusia según la cual los ciudadanos rusos residentes en la RPD/RPL no tendrán que estar registrados en Rusia para poder votar online en las elecciones legislativas, simplemente tendrán que registrarse en la página web del servicio público. Eso significa que los residentes de Donbass podrán votar en las elecciones rusas sin necesidad de abandonar el territorio de la región. Sí, no será un voto tradicional sino online. Sí, no toda la población de Donbass podrá votar, sino solo quienes han obtenido pasaportes rusos. Pero esta tendencia agrada a los residentes de Donbass y atemoriza a las autoridades de Kiev.
Además, los partidos políticos rusos han intensificado sus actividades en Donbass ante las elecciones, ya que ven a los residentes de Donbass con ciudadanía rusa como sus votantes y a aquellos que aún no tienen la ciudadanía, como electores en potencia. Esto significa que la cuestión de Donbass pasará de ser una cuestión de política exterior a una de política nacional para Rusia. De ahí que las esperanzas de los políticos de Maidan de recuperar Donbass por la fuerza o con la intervención de sus patrones occidentales tienden a cero.
¿Qué efecto puede tener la amenaza de pérdida de la ciudadanía ucraniana sobre la población de Donbass? Hay una parte de la población cuya vida está ligada a Ucrania: tienen familia, propiedades e intereses financieros al otro lado del frente. Pero aquellos que viajan regularmente a Ucrania no tienen prisa por obtener pasaportes de la RPD ni de Rusia, temerosos de que eso se conozca en Ucrania y de encontrarse en un lío ellos mismos o sus familiares que residen allí.
También hay pensionistas que acuden allí para recibir sus pensiones ucranianas. Pero creo que gran parte de ellos estarían contentos de convertirse en ciudadanos de la Federación Rusa si eso implica obtener una pensión rusa en lugar de la ucraniana. Eso sería posible si el registro en la RPD/RPL se equiparara al registro en Rusia.
Por supuesto, existe también una parte de la población que no quiere recibir pasaportes de la RPD o de Rusia por motivos ideológicos, ya que siguen amando a Ucrania. Pero no hay muchos de ellos. Siempre han existido unos pocos nacionalistas ucranianos en Donbass y los partidos naranjas en la región nunca sacaron más del 5% del voto. Teniendo en cuenta que los nacionalistas más activos se marcharon en 2014, el número de quienes rechazan los pasaportes por motivos ideológicos es escaso.
La mayor parte de la población de la RPD/RPL ‑diría que el 80%- no se preocupa por la amenaza de perder la ciudadanía de Ucrania. La población ya no se identifica a sí misma ni a la región con Ucrania. Cuando durante siete años las tropas ucranianas han bombardeado tu pueblo o ciudad, cuando las bombas ucranianas y la metralla han matado a tus familiares, amigos o vecinos, es imposible seguir simpatizando y respetando a ese Estado.
Así que, en general, la población de la RPD/RPL prefiere obtener la ciudadanía rusa. Y amenazar a quienes han sobrevivido a siete años de guerra con privarles de la nacionalidad es, cuando menos, extraño. Aunque, en realidad, puede que sea algo gracioso.