Por Alexander Bolgov. Resumen Latinoamericano, 22 de agosto de 2021.
En apenas unas horas, se celebrará en Kiev la cumbre de la llamada Plataforma Crimea. Este altisonante nombre, incomprensible en forma y contenido, es algo organizado por el equipo de Zelensky para mostrar que el actual presidente de Ucrania está luchando seriamente por “el retorno de la península a Ucrania”. Habrá presentaciones por parte de ponentes, probablemente una resolución final y, por supuesto, una parte artística en forma de concierto. Se desconoce si Zelensky actuará en el concierto, pero sería un pecado perderse tal oportunidad, ya que la Plataforma Crimea se celebra por primera y última vez. Kiev simplemente no tiene suficiente dinero para el año que viene.
Sin embargo, Zelensky no opina lo mismo. En una entrevista concedida a Novoe Vremya, afirmó que la cumbre será algo anual. Y la describió con tal optimismo que parecería que, al día siguiente de la culminación de las reuniones de la Plataforma Crimea, Moscú tendrá tanto miedo que entregará Crimea en bandeja de plata.
“Esta ya no es la perla de la tierra ucraniana junto al mar. Hoy es una península militarizada por la Federación Rusa, con aumento diario de armas, reducción de la población indígena, disminución del atractivo natural, ecológico y turístico. Así es como está”, afirmó Zelensky con tristeza y recordando que es momento de “hacer sonar las campanas”. “Para eso hacía falta que hubiera un campanario, que hubiera manos. Creo que, hasta este momento, hasta la Plataforma Crimea, no había campanas y, aunque las manos de la gente estaban y están, hay que enseñarles qué campanas hay que tocar, más allá de mensajes de Facebook diciendo “nuestra Crimea es una pena, pero volveremos”. Así que ahora estará la Plataforma Crimea, que hará de todos los temas de Crimea algo concreto y relevante, tocando exactamente las campanas a las que me refería”.
Parece que Volodymyr Alexandrovich quedó impresionado por la conversación de la película “El solterón domado” entre el personaje principal y el cura local: “Padre, ¿qué hace cuando realmente quiere hacer algo? Toco las campanas”. El personaje principal de la película, el padre Elía, estaba cortando leña en ese momento. Debo decir que esta actividad es mucho más racional y útil para la casa.
Toca, Volodymyr, toca, pero no te ensucies las manos. Es más, el cansancio de la Plataforma Crimea será mínimo. Es algo que incluso Kiev comprende. Esta cumbre debe ser una reunión de jefes de Estado y de Gobierno. Pero solo 14 acudirán a la Plataforma Crimea, entre ellos presidentes del gobierno de países como Estonia, Letonia, Polonia, Eslovenia y Hungría. El presidente de Eslovenia también había prometido acudir, pero canceló el viaje en el último momento.
De entre los países del G‑7 no habrá un solo presidente o primer ministro en la Plataforma Crimea. Lo mismo se puede decir del G‑20. Solo acudirán los presidentes de los parlamentos de Chequia y Suiza. Prometieron enviar al secretario de Transporte de Estados Unidos, pero finalmente fue sustituido por el secretario de Energía. Angela Merkel, que voló a Kiev para visitar a Zelensky tras sus conversaciones con Putin, no se quedará a la cumbre ni para el desfile de Jreschatik. Alemania, como Francia, estará representada por su ministro de Asuntos Exteriores. Lo mismo que Turquía, cuyo presidente, pese a los flirteos con Zelensky, no ha encontrado tiempo para acudir a un acto tan importante para Crimea.
Está claro que Ucrania apelará a todos ellos para que introduzcan nuevas sanciones contra Rusia, pero la mayoría de los delegados de la Plataforma Crimea simplemente no tienen esa capacidad. Así que es posible que se organice, entre los delegados de la cumbre, un grupo de países que acuerde sanciones. Gigantes bajo el microscopio.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, sin duda les impresionará con sus descubrimientos geográficos. El otro día, afirmó que “la geografía está completamente controlada por la Federación Rusa”. Bueno, tampoco tan completamente, se refería solo al puente de Kerch.
“El problema del puente de Kerch es uno de los más difíciles, prácticamente imposible de solucionar, teniendo en cuenta la geografía. Porque la geografía está completamente controlada por la Federación Rusa, tanto en la península de Taman como en la península de Crimea”, anunció el ministro al responder a la pregunta de qué hacer. Kuleba afirmó que es necesario buscar nuevas soluciones estratégicas junto a sus socios. Probablemente se refiera a la Plataforma Crimea. Por cierto, el hecho de que Ucrania haya ignorado completamente la petición de participación de un representante de Crimea, el presidente de la asociación Tavrida Alexander Molokov, dice mucho de la actitud de Kiev hacia la península.
Así que solo podemos esperar las declaraciones conjuntas del presidente de Eslovenia, el primer ministro de Georgia y los embajadores de Australia y Nueva Zelanda, que seguro que llegarán al alma de Zelensky. En algún caso, puede que le ayuden a tocar las campanas. Toca, Volodya, toca.
Fuente: Slaavyangrad