Uruguay. Si seguimos mezclando

Uru­guay. Si segui­mos mezclando

Por Ser­gio Som­ma­ru­ga, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de agos­to de 2021.

¿Tie­ne el Fren­te Amplio dere­cho a pos­tu­lar a Fer­nan­do Perei­ra como pre­si­den­te de la fuer­za polí­ti­ca? Sí, cla­ro. Fer­nan­do es fren­team­plis­ta y lo dice a los cua­tro vien­tos. Nadie se enga­ña en rela­ción a su filia­ción par­ti­da­ria. ¿Tie­ne Fer­nan­do Perei­ra dere­cho a acep­tar esa pos­tu­la­ción? Acep­tar o no la pro­pues­ta, ya for­ma­li­za­da por varias orga­ni­za­cio­nes par­ti­da­rias, es una valo­ra­ción polí­ti­ca y per­so­nal que debe hacer Fer­nan­do. No nos com­pe­te a los demás y mucho menos a los sin­di­ca­tos opi­nar sobre la acep­ta­ción o no de la pro­pues­ta. Aho­ra bien. Acla­ra­do lo ante­rior, y des­car­tan­do abrir valo­ra­cio­nes sobre la opor­tu­ni­dad, la per­ti­nen­cia y el sen­ti­do de esta pos­tu­la­ción, es menes­ter decir que el gran per­ju­di­ca­do con todo este ir y venir mediá­ti­co, es el pro­pio movi­mien­to sin­di­cal. Pasar de la pre­si­den­cia del PITCNT a la pre­si­den­cia del FA, como si fue­re todo lo mis­mo nos equi­pa­ra a una for­ma de hacer polí­ti­ca típi­ca de la dere­cha, don­de empre­sa­rios del gran capi­tal y del agro­ne­go­cio entran y ocu­pan car­gos par­ti­da­rios y de gobierno como si tal cosa.Cuando de car­gos se tra­ta, la rela­ción entre lo polí­ti­co y lo social no pue­de tener puer­tas giratorias.Éstas son muy malas para la legi­ti­mi­dad de los pro­ce­sos socia­les y defi­ni­ti­va­men­te nefas­tas para la inde­pen­den­cia par­ti­da­ria del movi­mien­to sin​di​cal​.La inde­pen­den­cia de cla­se hay que cui­dar­la como un teso­ro. Y no bas­ta con defen­der­la. Es menes­ter ejer­cer­la. Urge por tan­to, acla­rar de inme­dia­to la situa­ción, por­que como decía y repe­tía mi madre, no se pue­de estar en la misa y en la procesión.Para ser mas cla­ro aún, lo que afir­mo y de modo con­tun­den­te, es que no se pue­de ser pre­si­den­te del PITCNT y can­di­da­to a la pre­si­den­cia del FA al mis­mo tiem­po. Y eso no es por un tema moral. Es por una con­cep­ción fun­dan­te de la inde­pen­den­cia de cla­se. Con­cep­ción que vie­ne del fon­do del tiem­po y que man­tie­ne ple­na vigen­cia, por­que el movi­mien­to sin­di­cal no es de nin­gún par­ti­do polí­ti­co. Es de la cla­se tra­ba­ja­do­ra. Nada mas, ni nada menos. Ser­gio Sommaruga

Itu­rria /​Fuen­te

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