Resumen Latinoamericano, 2 de septiembre de 2021.
Las palabras de María Eugenia Vidal son estigmatizantes y cargadas de prejuicios sobre los barrios populares. Muestran su completa ignorancia sobre la composición social de estos barrios y su gente. Las personas que viven allí no están rodeadas de narcos, ni lo son.
Los medios masivos de comunicación hacen mucho para instalar esa idea. Pero nosotras, que recorremos esos barrios, podemos comprobar que hay gente trabajadora, estudiantes que para poder estudiar tienen que trabajar muchas horas por poco dinero. Lo hacen porque quiere mejorar. Lejos está la población de los barrios populares de ser narcotraficante.
La identificación de los barrios populares con el narcotráfico niega la realidad: los narcos viven en los lugares más acomodados de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Seguramente viven más cerca de Vidal que de nuestras alumnos y alumnos.
Es cierto que en los barrios populares el consumo es un problema del que el Estado debería ocuparse y no lo hace. Pero a la hora de criminalizar ese mismo Estado tiene una vara distinta para un pibe de Palermo y otro del bajo Flores.
En Palermo podemos ver cómo se fuma porro al aire libre, cerca de las fuerzas de seguridad que hacen la vista gorda; en cambio en los barrios populares existe una sobrevigilancia de la Gendarmería y la Policía de la Ciudad y prácticas como fumar un porro tienen consecuencias penales.
Hay que correr el eje de las sustancias, hay que hablar de gestión de políticas públicas sobre salud, consumo y salud mental. Este tema incomoda al Estado pero hay que hablarlo. No se aborda nunca como un tema de salud. Se debe pensar en políticas situadas que tengan que ver con los problemas que se viven aquí, con una perspectiva de género y de derechos humanos, no podemos seguir reduciendo el debate al consumo de una sustancia.
En el barrio hay solo un centro de salud que aborda las problemáticas de consumo pero no cuenta con recursos ni estructura, lo que demuestra el lugar que ocupa esta problemática para el Estado porteño”.
Las textuales pertenecen a Florencia y Karina quienes, como integrantes de la Red, realizan abordajes en salud y servicios socio jurídicos comunitarios.
Fuente: Facebook Revista Cítrica