Por Juan Guahán, Resumen Latinoamericano, 11 de septiembre de 2021.
Toda la “prensa seria” manifiesta su preocupación por la “fuga de votos” de las fuerzas mayoritarias. Las acusaciones circulan de unos contra otros. Los imputados son tantos y variados que dan qué pensar. La mayoría habla y acusa a la anti política. Cabe aclarar una cosa: No hay tal anti política: Lo que hay es ¡Otra política! El democratismo neoliberal, tanto en su versión conservadora, como en la progresista, fueron limitando la participación popular y de tanto limitarla la dejaron vacía.
Abrieron “grietas”, falsas disyuntivas, hicieron de todo menos discutir sobre el futuro, sobre el país necesario. El resultado es obvio. El vigor del pueblo fue tomando otros caminos. Esta es la política de reemplazar la necesidad de la soberanía popular por lo que ellos nos venden en las pantallas televisivas. Esa metodología deja en manos de los medios más poderosos y de los grandes poderes económicos la posibilidad de decidir por nosotros, sin nosotros y más claramente: contra nosotros.
Por todo ello las mayores ganancias y poder económico están en manos de quienes manejan los sistema comunicacionales, tanto aquellos que provienen desde un centro definido como los millones y millones de vínculos de nuestros sistemas de redes sociales que alimentan sus planes de venta de productos y de opciones políticas. Esta tendencia se consolidó hasta niveles insospechados en medio de esta pandemia.
Por eso el sistema comunicacional usa y abusa de los temas más morbosos y aberrantes. Ésta es la libertad que proclaman y para la cual forman a los ciudadanos.
Por eso se puede afirmar sin temor a los errores, que no hay una “fuga” de votos, lo que está en fuga es la realidad, a la que el sistema institucional vigente deja sin respuesta, ni contención.
“Afuera”, en los ignorados, los desplazados, está la realidad. Al modo de los antiguos “bárbaros” que asolaban a las defensas de Roma, éstos están en las periferias y seguramente en algún momento –posiblemente más temprano que tarde- vuelvan a la escena como lo suelen hacer en distintos momentos de la historia de nuestros pueblos.