Resumen Latinoamericano, 29 de septiembre de 2021.
Segúndina Flores Solamayo, líder de las mujeres «Bartolina Sisa», se posesiona como embajadora de Bolivia en Ecuador. La exejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia Bartolina Sisa, quien encabezó las primeras filas de resistencia frente al gobierno de facto de Añez, tomó juramento y fue posesionada este martes como embajadora de Bolivia ante Ecuador.Flores, agradeció la confianza del Presidente del Estado Plurinacional, Luis Arce Catacora, del Jilata Vicepresidente David Choquehuanca, del Canciller y del Senado por esta designación y manifestó que seguirá trabajando por los derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas y los derechos humanos.
Nació en la Comunidad de La Palca, Cantón Copa Villca, provincia Oropeza, Chuquiscaya el 30 de marzo de 1968. Solo logró estudiar hasta tercero de primaria porque en su escuela solo se impartía clases hasta tercero básico y para continuar estudiando debía desplazarse a la ciudad. A los doce años todavía no sabía hablar castellano, algo que le dificultó más su reinserción en la escuela.1
Inició su activismo en el ámbito político como dirigente sindical. En los años 80 trabajó en radio ACLO en capacitación de mujeres para crear huertos comunales y artesanía. En 1990 fue promotora de la Comunidad La Palca en la Provincia Oropeza. Cuando sus padres murieron se trasladó a la ciudad de Santa Cruz donde trabajó un año como empleada doméstica. Posteriormente con el apoyo de sus hermanas logró tierras en La Guardia. Allí conformó una organización de mujeres y cuatro años después, en 1994 asumió el liderazgo Mujeres Bartolina Sisa en La Guardia, Santa Cruz.Posteriormente fue designada como Secretaria de la Confederación de la que en 2010 era Secretaria de Hacienda.
Pertenece al Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos desde sus inicios y participó activamente en bloqueos, marchas y luchas.
Cuando el golpe de Estado contra Evo, estuvo poniendo el cuerpo junto a Evo Morales hasta el último minuto y luego se volvió a sumergir en la lucha. No se fue, no abandonó el barco, no pidió asilo, luchó todos los días como siempre, pegada a su gente campesina indígena, levantando las banderas de las Bartolinas, y participando en los bloqueos junto a El Mallku y otros luchadores y luchadoras.
Ahora, que se ha convertido en «diplomática», llevará, con seguridad, la voz de su pueblo para hermanarla con la de otros campesinxs e indígenas similares en Ecuador.