Cuba. La Revolución no triunfó con una varita mágica en la mano

Cuba. La Revo­lu­ción no triun­fó con una vari­ta mági­ca en la mano

Por: Lau­ra Mer­ce­des Girál­dez, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 7 de sep­tiem­bre de 2021.

«La Revo­lu­ción no triun­fó con una vari­ta mági­ca en la mano para con­ver­tir en barrios resi­den­cia­les a los barrios mar­gi­na­les», sino que se ha tra­ba­ja­do en el mejo­ra­mien­to de las con­di­cio­nes en esos sitios; sin embar­go, «hay barrios trans­for­ma­dos radi­cal­men­te, pero que con el tiem­po han ido per­dien­do esas trans­for­ma­cio­nes», pre­ci­só Gerar­do Her­nán­dez Nor­de­lo, coor­di­na­dor nacio­nal de los CDR, quien expli­có que en la capi­tal haba­ne­ra exis­ten 62 comu­ni­da­des don­de hay per­so­nas que no cuen­tan con las con­di­cio­nes ópti­mas en sus vivien­das, «es una ver­dad tris­te, dolo­ro­sa, pero es nues­tra verdad».

De igual for­ma, resal­tó el esfuer­zo que se está hacien­do para sacar ade­lan­te a esas loca­li­da­des, a pesar del per­sis­ten­te blo­queo del Gobierno de Esta­dos Uni­dos, que apues­ta por sub­ver­tir el orden interno y pro­vo­car un esta­lli­do social, pre­ci­sa­men­te, des­de esos terri­to­rios menos favorecidos. 

El Héroe de la Repú­bli­ca, a quien hemos vis­to cons­tan­te­men­te reco­rrien­do los barrios haba­ne­ros para inter­cam­biar con el pue­blo, sub­ra­yó que esas accio­nes no se están hacien­do debi­do a los dis­tur­bios ocu­rri­dos el pasa­do 11 de julio, como se quie­re hacer creer, sino que dicho tra­ba­jo está pro­yec­ta­do des­de el 8vo. Con­gre­so del Partido.

Por otra par­te, advir­tió que esa labor que se está lle­van­do a cabo y que debe ser per­ma­nen­te, no se tra­ta de inter­ve­nir en las comu­ni­da­des, sino de tra­ba­jar de acuer­do con sus nece­si­da­des reales, sobre lo cual hay que crear con­cien­cia, insistió.

Gey­dis Fun­do­ra, inves­ti­ga­do­ra y pro­fe­so­ra de la Facul­tad Lati­no­ame­ri­ca­na para las Cien­cias Socia­les, con­ver­só acer­ca del tra­ba­jo que lle­va a cabo esa aca­de­mia jun­to a dis­tin­tos orga­nis­mos para inci­dir sobre las des­igual­da­des pre­sen­tes en la socie­dad cuba­na actual, así como se detu­vo en las for­mas de orga­ni­za­ción de las comu­ni­da­des para aten­der esas diferencias.

Tales inves­ti­ga­cio­nes –comen­tó la espe­cia­lis­ta– arro­ja­ron desa­fíos sobre los cua­les se debe actuar, a la vez que demos­tró que la mejor fór­mu­la para, en el con­tex­to de la Revo­lu­ción, solu­cio­nar las des­igual­da­des, es la inci­den­cia en los esce­na­rios terri­to­ria­les a par­tir de pro­yec­tos de desa­rro­llo local, polí­ti­cas públi­cas y espa­cios de con­sul­ta popular.

El perio­dis­ta Pedro de la Hoz, vice­pre­si­den­te de la Uneac y miem­bro de la Comi­sión de Gobierno para lle­var ade­lan­te el Pro­gra­ma Nacio­nal con­tra el Racis­mo y la Dis­cri­mi­na­ción Racial, se refi­rió a la crea­ción, en 2009, de la Comi­sión Apon­te, de la cual es coor­di­na­dor, un espa­cio fun­da­do en el seno de la Uneac par­tien­do de deba­tes en torno a la per­sis­ten­cia del racis­mo en nues­tra sociedad.

Ese espa­cio fue crea­do –recor­dó el inte­lec­tual – , pri­me­ra­men­te en La Haba­na, para lue­go exten­der­se al res­to de las pro­vin­cias del país. Fue ven­cien­do eta­pas has­ta que, pro­duc­to de su pro­pia expe­rien­cia, del movi­mien­to anti­rra­cis­ta y de prác­ti­cas aca­dé­mi­cas, dio un paso supe­rior en 2019: la crea­ción del Pro­gra­ma Nacio­nal con­tra el Racis­mo y la Dis­cri­mi­na­ción Racial, enca­be­za­do por el Pri­mer Secre­ta­rio del Comi­té Cen­tral del pcc y Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca, Miguel Díaz-Canel. 

El Pro­gra­ma ha ido pasan­do del diag­nós­ti­co reve­la­dor a la acción, que es don­de, según pala­bras de De la Hoz, radi­ca su éxi­to. «Se tra­ta de una mira­da polié­dri­ca a pro­ble­mas que afec­tan trans­ver­sal­men­te a la socie­dad cuba­na y que exi­gen, para su defi­ni­ti­va erra­di­ca­ción, polí­ti­cas y medi­das adop­ta­das a par­tir de sóli­das bases cien­tí­fi­cas y fun­da­men­tos ideo­ló­gi­cos, como los que aho­ra mis­mo se están perfilando».

Al res­pec­to, mani­fes­tó que «hay muchas des­ven­ta­jas socia­les, vul­ne­ra­bi­li­da­des; admi­ti­mos que la Revo­lu­ción tie­ne una deu­da social que se ha agra­va­do en todos estos años debi­do al blo­queo. Podría­mos haber avan­za­do mucho más si las finan­zas flu­ye­ran, si la Ban­ca Inter­na­cio­nal nos per­mi­tie­ra nego­ciar nor­mal­men­te. Sin embar­go, hay una legi­ti­mi­dad, se reco­no­ce que la Revo­lu­ción ha avan­za­do más que nun­ca en el tema de la dig­ni­dad de los negros y mula­tos, y en aten­der ese pro­ble­ma, aun cuan­do que­dan cues­tio­nes que resol­ver, pero que están imple­men­ta­das en el Pro­gra­ma Nacional». 

Asi­mis­mo, reco­no­ció que, si bien por un lado las accio­nes que se lle­van a cabo en ese sen­ti­do las coor­di­nan el Gobierno de la nación y el Minis­te­rio de Cul­tu­ra, es indis­pen­sa­ble la par­ti­ci­pa­ción de la socie­dad civil, de la que for­man par­te diver­sas orga­ni­za­cio­nes, así como acti­vis­tas en los pro­pios barrios y comunidades.

Pedro de la Hoz envió un salu­do a Black Lives Mat­ter, movi­mien­to inter­na­cio­nal de la comu­ni­dad afro­es­ta­dou­ni­de­se, «que ha echa­do pie en tie­rra con noso­tros», dijo.

Joel Suá­rez, acti­vis­ta social, coor­di­na­dor eje­cu­ti­vo del Cen­tro Memo­rial Mar­tin Luther King Jr., con­cen­tró su aten­ción en la recrea­ción de los valo­res y los ras­gos que le han sido dis­tin­ti­vos a la Revo­lu­ción Cuba­na en las con­di­cio­nes tan adver­sas a que se enfren­ta, como mis­mo lo hacen los dis­tin­tos movi­mien­tos y fuer­zas popu­la­res en Amé­ri­ca Latina.

Lue­go de un recuen­to por el esce­na­rio inter­na­cio­nal, Suá­rez hizo hin­ca­pié en la cla­ra voca­ción y deci­sión del país de un ejer­ci­cio de encuen­tro per­ma­nen­te con el pue­blo, lamen­ta­ble­men­te muy limi­ta­do debi­do a la pan­de­mia, lo cual cons­ti­tu­ye un pun­to de par­ti­da para disec­cio­nar los pro­ble­mas de la socie­dad cuba­na, don­de per­vi­ven la des­igual­dad y la dis­cri­mi­na­ción racial. «En la medi­da en que reco­noz­ca­mos los pro­ble­mas podre­mos enca­mi­nar con más efi­ca­cia su solu­ción, con­ver­tir los reve­ses en vic­to­rias», concluyó. 

La joven perio­dis­ta Clau­dia Rafae­la Alba Ortiz, inte­gran­te de la Red En Defen­sa de la Huma­ni­dad, com­par­tió expe­rien­cias nove­do­sas que, en el cam­po de la comu­ni­ca­ción, acom­pa­ñan hoy diver­sos pro­yec­tos de desa­rro­llo local. Sobre esas prác­ti­cas obser­vó que no se pue­den hacer cam­bios en las loca­li­da­des si no se cono­ce de cer­ca la reali­dad que allí impe­ra, para lo cual es impres­cin­di­ble una retro­ali­men­ta­ción entre la ges­tión públi­ca y los ciudadanos.

Yuri Pérez Mar­tí­nez, miem­bro de la direc­ti­va nacio­nal de la Socie­dad Cuba­na de Dere­cho Cons­ti­tu­cio­nal y Admi­nis­tra­ti­vo de la Unión de Juris­tas de Cuba, resal­tó que nues­tro dise­ño cons­ti­tu­cio­nal tie­ne muchas poten­cia­li­da­des para arti­cu­lar altos nive­les de par­ti­ci­pa­ción, pero tene­mos que tra­ba­jar en esos ins­tru­men­tos don­de aún que­dan pro­ble­mas de efi­ca­cia y efi­cien­cia, por­que «el socia­lis­mo es un sis­te­ma que dig­ni­fi­ca al ser humano no solo en lo mate­rial, sino tam­bién en lo espi­ri­tual». El socia­lis­mo –con­ti­nuó – , impli­ca gene­rar per­ma­nen­te­men­te meca­nis­mos de par­ti­ci­pa­ción social en todos los ámbi­tos y espa­cios, don­de pri­me la par­ti­ci­pa­ción popular.

Final­men­te, Mano­lo de los San­tos, codi­rec­tor eje­cu­ti­vo de The People´s Forum e inves­ti­ga­dor en Tri­con­ti­nen­tal: Ins­ti­tu­te for Social Research, plan­teó que des­de esa ins­ti­tu­ción «hemos lle­ga­do a apre­ciar a Cuba, pre­ci­sa­men­te, por­que no es un pro­yec­to ter­mi­na­do, por­que fal­ta mucho por hacer». No igno­ra que a la Mayor de las Anti­llas le fal­ta mucho por ven­cer en cuan­to a la lucha con­tra el racis­mo, la homo­fo­bia; sin embar­go, «per­sis­ti­mos por­que vemos el nivel de gue­rra híbri­da de los Esta­dos Uni­dos hacia Cuba, el mis­mo Gobierno que nos opri­me y nos explo­ta aquí».

«Cuba tie­ne dere­cho a defen­der su pro­yec­to de país, su posi­bi­li­dad de tener erro­res, de expe­ri­men­tar y crear nue­vas for­mas de orga­ni­zar la socie­dad», sos­tu­vo, y exi­gió: «Dejen a Cuba vivir para que siga crean­do, para que siga ins­pi­ran­do no solo a su juven­tud a luchar, sino tam­bién a los jóve­nes del mun­do. Jun­to a Cuba que­re­mos soñar un futu­ro dis­tin­to para la huma­ni­dad. No defen­de­mos a Cuba por­que sea bue­na, sino por­que nues­tros intere­ses están ali­nea­dos por crear un mun­do nue­vo que como nom­bre y ape­lli­dos debe tener: Socialismo». 

Estas con­si­de­ra­cio­nes tras­cen­die­ron en el ciclo de encuen­tros Cuba en la hora actual, con­vo­ca­do por Casa de las Amé­ri­cas, la Unión de Perio­dis­tas de Cuba, la Uneac, la Aso­cia­ción Nacio­nal de Eco­no­mis­tas y Con­ta­do­res de Cuba, la Red En Defen­sa de la Huma­ni­dad, el Cen­tro Memo­rial Mar­tin Luther King Jr. y Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, que cul­mi­nó el pasa­do mar­tes con el deba­te Par­ti­ci­pa­ción, diá­lo­gos, cons­truc­ción colec­ti­va de la unidad.

Fuen­te: Razo­nes de Cuba

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