Cuba. Un doctor y el peor mes de la pandemia en Holguín

Cuba. Un doc­tor y el peor mes de la pan­de­mia en Holguín

Por Dine­lla Gar­cía Acos­ta, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 de sep­tiem­bre de 2021.

En el últi­mo mes los ser­vi­cios de urgen­cia del Hos­pi­tal Gene­ral Uni­ver­si­ta­rio Vla­di­mir Ilich Lenin de la pro­vin­cia de Hol­guín, han aten­di­do como pro­me­dio dia­rio a 400 pacien­tes. Es un núme­ro que inclu­ye a los casos res­pi­ra­to­rios, sos­pe­cho­sos y con­fir­ma­dos de covid-19, pero tam­bién a per­so­nas con otras enfer­me­da­des y pato­lo­gías clí­ni­cas, qui­rúr­gi­cas o mater­nas. De ellos, ter­mi­nan en las salas de obser­va­ción entre 15 o 30 pacien­tes. Una gran par­te de ellos arri­ban al hos­pi­tal ya en esta­do gra­ve y muchos lo hacen en esta­dios avan­za­dos de la covid-19.

Para aten­der­los, un pro­me­dio de entre 30 y 40 médi­cos tra­ba­jan en los ser­vi­cios de urgen­cia del Vla­di­mir Ilich Lenin. Entre ellos, que pue­den ser de cual­quier espe­cia­li­dad, se encuen­tra José Anto­nio Mén­dez Mora, espe­cia­lis­ta de pri­mer gra­do en Medi­ci­na Inter­na y jefe en fun­cio­nes del ser­vi­cio de Urgencias.

Agos­to ha sido el peor mes de la pan­de­mia en su pro­vin­cia y el más ago­ta­dor de su vida. “Algu­nos pacien­tes están en el esta­do de cui­da­do, otros en mejor esta­do, pero pre­do­mi­nan en los dos últi­mos meses los pacien­tes que lle­gan gra­ves. Vie­nen ya con neu­mo­nía en fase infla­ma­to­ria y paros car­dio­rres­pi­ra­to­rios, y hay que ter­mi­nar rea­li­zán­do­se­les una reani­ma­ción cardiopulmonar”.

Con un her­mano en casa estu­dian­te de Medi­ci­na y una espo­sa emba­ra­za­da que tam­bién es doc­to­ra, el día a día de Mén­dez Mora es “bien sobre­car­ga­do. Se tra­ba­ja todo el tiem­po. Se tie­ne hora de entra­da, pero no de sali­da. Mien­tras haya un pacien­te que aten­der o una vida que sal­var, ahí esta­mos todo el equi­po médi­co y de enfer­me­ría. Las guar­dias médi­cas de 24 horas son bas­tan­te agotadoras”.

En los últi­mos 15 días, Hol­guín ha repor­ta­do más de 10 000 casos autóc­to­nos, pre­sen­ta­do una de las situa­cio­nes epi­de­mio­ló­gi­cas más com­ple­jas del país. En el pre­sen­te año, la pro­vin­cia acu­mu­la 38 000 casos posi­ti­vos, para un total, des­de el ini­cio de la pan­de­mia, de más de 43 000 casos diagnosticados.

Mén­dez Mora fue el jefe del equi­po que diag­nos­ti­có el pri­mer caso de esta enfer­me­dad en la pro­vin­cia. Foto: Cor­te­sía del entrevistado

Has­ta julio de este año el Lenin no había reci­bi­do casos sos­pe­cho­sos ni con­fir­ma­dos de covid-19. Pero “des­pués que pen­sa­mos que íba­mos a tener un res­pi­ro, pues lle­ga­mos a tener meses con la situa­ción epi­de­mio­ló­gi­ca bas­tan­te con­tro­la­da, tan­to en el país como en la pro­vin­cia, se comen­zó a com­pli­car la situa­ción”.

El hos­pi­tal empe­zó enton­ces a reci­bir pacien­tes, tan­to sos­pe­cho­sos como con­fir­ma­dos, “pues­to que los otros dos de la pro­vin­cia sobre­pa­sa­ron sus capa­ci­da­des. No había don­de admi­tir pacien­tes. Ade­más, nos tocó asu­mir todo el res­to de las espe­cia­li­da­des que has­ta ese momen­to se aten­dían en el Hos­pi­tal Clí­ni­co Qui­rúr­gi­co Lucía Iñi­guez Lan­dín. O sea, el hos­pi­tal tie­ne una amplia zona blan­ca que no atien­de casos res­pi­ra­to­rios, pero en medio de esa situa­ción nos tocó con­ver­tir una bue­na par­te del hos­pi­tal en zona roja para la aten­ción direc­ta a los pacien­tes enfer­mos de covid-19”.

Pero a pesar de no haber reci­bi­do pacien­tes posi­ti­vos al coro­na­vi­rus en su pro­pio hos­pi­tal en el pri­mer año de la pan­de­mia, Mén­dez Mora fue el jefe del equi­po que diag­nos­ti­có el pri­mer caso de esta enfer­me­dad en la pro­vin­cia: un extran­je­ro ita­liano que esta­ba hos­pe­da­do en un hotel en Guar­da­la­va­ca con su pare­ja. Toda­vía recuer­da aque­lla maña­na de mar­zo de 2020 cuan­do la vice­di­rec­to­ra lo lla­mó a su ofi­ci­na. Le pedían que fue­ra para un cen­tro de ais­la­mien­to a aten­der a los extran­je­ros sos­pe­cho­sos y con­fir­ma­dos de Hol­guín y Las Tunas. Ese mis­mo día a las dos de la tar­de ya se encon­tra­ba allí.

No obs­tan­te, no duda en afir­mar que “agos­to fue y será, por mucho, el más com­ple­jo en el sis­te­ma de salud de Hol­guín. Un mes don­de la gran can­ti­dad de pacien­tes sobre­pa­só las capa­ci­da­des de nues­tro sis­te­ma de salud, hos­pi­ta­les y cen­tros de ais­la­mien­to. La gran can­ti­dad de enfer­mos que se diag­nos­ti­ca­ban dia­ria­men­te sobre­pa­só todo lo espe­ra­do. La aten­ción pri­ma­ria de Salud sobre­pa­só tam­bién la cifra de pacien­tes que podían aten­der en sus dife­ren­tes cuer­pos de guar­dia y la situa­ción se hizo bas­tan­te compleja.

“Las cifras ―dice― nun­ca refle­ja­ron la reali­dad obje­ti­va de la pro­vin­cia, pues­to que muchí­si­mos pacien­tes inclu­so se han que­da­do sin diag­nós­ti­co. No tenía­mos todos los recur­sos nece­sa­rios para lle­gar­le a todos los pacien­tes que tuvie­ran sín­to­mas res­pi­ra­to­rios para poder hacer­le un test de antí­geno o PCR”.

En los últi­mos 15 días, Hol­guín ha repor­ta­do más de 10 000 casos autóc­to­nos, pre­sen­ta­do una de las situa­cio­nes epi­de­mio­ló­gi­cas más com­ple­jas del país. Foto: Cor­te­sía del entrevistado

Al défi­cit de recur­sos se sumó la cri­sis de oxí­geno, la cual “se tor­nó muy ten­sa. El hos­pi­tal reali­zó un esfuer­zo muy gran­de jun­to con la FAR para tra­tar de abas­te­cer los ser­vi­cios vita­les, como la Neo­na­to­lo­gía y la tera­pia inten­si­va, don­de no podía fal­tar en nin­gún momen­to. Median­te los balo­nes de oxí­geno que fue­ron entran­do por las plan­tas de la FAR lle­ga­ron a los pacien­tes más nece­si­ta­dos, casos crí­ti­cos y niños prematuros”.

Es una situa­ción que ―seña­la― se ha ido ali­vian­do en los últi­mos días, a par­tir de la pues­ta en mar­cha de la plan­ta de oxí­geno de Oxi­Cu­ba. “Hoy la dis­po­ni­bi­li­dad tie­ne una cara dife­ren­te. Fue­ron días en que tenía­mos que coger un balón de oxí­geno para cua­tro pacien­tes e inven­tar e inno­var, tener que sacar una goma de un sue­ro y conec­tar­le cua­tro gomi­tas más para con un balón dar­le a cua­tro pacien­tes. Lue­go entra­ron al hos­pi­tal con­cen­tra­do­res de oxí­geno impor­ta­dos que con solo conec­tar­le a la corrien­te ya usted tenía pro­duc­ción para un paciente”.

De esos momen­tos difí­ci­les recuer­da los casos en que ha lle­ga­do a Urgen­cias una per­so­na en ago­bio res­pi­ra­to­rio, “y hay que bus­car oxí­geno en algún rin­con­ci­to del hos­pi­tal y ahí batir­se a sal­var­le la vida”.

“Es muy dolo­ro­so decir­le a una fami­liar que alguien ha muer­to por covid-19. Nos lle­ga a afec­tar sico­ló­gi­ca­men­te. Cuan­do es un pacien­te joven due­le toda­vía más. No nos acos­tum­bra­mos a ver morir un pacien­te. Los médi­cos esta­mos hechos para sal­var vidas, no para ver morir”.

Agos­to fue y será, por mucho, el más com­ple­jo en el sis­te­ma de salud de Hol­guín. Un mes don­de la gran can­ti­dad de pacien­tes sobre­pa­só las capa­ci­da­des de nues­tro sis­te­ma de salud, hos­pi­ta­les y cen­tros de ais­la­mien­to. Foto: Cor­te­sía del entrevistado

“Pero lo más gra­ti­fi­can­te es cuan­do usted ve que el pacien­te se recu­pe­ra y se para de la cami­lla y sale cami­nan­do. El momen­to más feliz es cuan­do das el alta”, no duda en decir el joven médi­co hol­gui­ne­ro que espe­ra el naci­mien­to de su pri­mer hijo en las pró­xi­mas sema­nas. “Voy a ser papá pron­to, un varon­ci­to, salu­da­ble y fuer­te si Dios quie­re. Mi mayor ben­di­ción es poder ser padre”.

¿Can­sa­dos? Mén­dez Mora no diría que estén can­sa­dos, sino “ago­ta­dos. El ago­ta­mien­to es inhe­ren­te cuan­do esta­mos en una situa­ción tan difí­cil y no hay des­can­so, no hay un domin­go, lle­ga­mos a altas horas de la noche a la casa”.

El jefe en fun­cio­nes del ser­vi­cio de Urgen­cias del Vla­di­mir Ilich Lenin lle­va tra­ba­jan­do en el hos­pi­tal alre­de­dor de cin­co años, des­de 2016, con­cre­ta­men­te. Lo ha hecho como resi­den­te de la espe­cia­li­dad de Medi­ci­na Inter­na, como gra­dua­do y como estu­dian­te cuan­do hacia sus rota­cio­nes aquí. “El Lenin es mi segun­da casa. Estoy casi más tiem­po en el hos­pi­tal que en mi pro­pia casa”.

Mén­dez Mora y su espo­sa. Foto: Cor­te­sía del entrevistado

Mén­dez Mora fue el jefe del equi­po que diag­nos­ti­có el pri­mer caso de esta enfer­me­dad en la pro­vin­cia. Foto: Cor­te­sía del entrevistado

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