El estreno de la nueva ley de armas en Texas, Estados Unidos, tiene a varias personas conmocionadas: podrán comprar armas sin permisos ni capacitación todos los ciudadanos mayores de 21 años.
La Asamblea Legislativa, dominada por el Partido Republicano, aprobó el 24 de mayo de este año la medida y la envió al gobernador Greg Abbott, quien debía revisarla y firmarla. Ya lo hizo.
El gobernador de Texas y sus aliados republicanos defienden el objetivo de esta ley alegando que permitirá a las personas defenderse, “más fácilmente, sin interferencia del gobierno”.
No obstante, muchos creen que solo crecerá la violencia. Y no es para menos.
En los últimos meses los grupos de control de armas que se oponen a la ley advierten sobre el historial reciente de tiroteos masivos en el estado, incluidos los ocurridos en un Walmart de El Paso, una iglesia en Sutherland Springs y un instituto en las afueras de Houston.
La Asociación Nacional del Rifle fue una de las que apoyó la medida, y un portavoz la calificó como la medida de derechos de armas “más importante” de la historia del estado.
Además de Texas otros estados más como Iowa, Montana, Wyoming, Utah y Tennessee han relajado o eliminado sus requisitos para comprar armas este año. Mientras, California sigue imponiendo más restricciones en la compra de armas, sin embargo, muchos señalan que nada ni nadie podrá detener a los residentes viajar a Texas a compararlas.
Texas tiene más de 1,6 millones de titulares de licencias de armas de fuego. Aquí se permite el porte de armas de fuego desde 1995, y se han ido reduciendo los costos y los requisitos asociados a la formación para obtener una licencia durante la última década.
