Resumen Latinoamericano/Insurgente/14 de septiembre de 2021.
foto: Ivan Duque junto con su amigo Aznar.
Este domingo 12 de septiembre ha tenido lugar en Madrid, desde la puerta del Sol a la de Alcalá una manifestación que, convocada por organizaciones colombiana como Resistencia Madrid-Colombia o Por la vida, la paz y la justicia, ha reunido a más de dos mil personas para denunciar la invitación la presencia del presidente de Colombia Ivan Duque, como invitado de honor en la Feria del Libro de Madrid.
Duque es el responsable directo del asesinato de más de 70 personas y de cientos de desaparecidos, cuyos cadáveres continúan apareciendo, durante el Paro Nacional convocado el pasado mes de abril contra la reforma tributaria que, impulsada por el Fondo Monetario Internacional, pretendía gravar productos de primera necesidad y servicios públicos básicos como el agua, la electricidad, el gas o la telefonía.
La brutalidad de la represión, llevada a cabo por la Policía Nacional, y especialmente por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, provocó la denuncia en numerosas manifestaciones en todo el mundo, también en el Estado español y la condena del Comité Interamericano de Derechos Humanos a quien el Gobierno de Duque negó la entrada al país. Todo ello fue silenciado por los grandes medios de comunicación españoles y por el gobierno PSOE-Podemos, que pocas semanas después dedicaban las portadas de los telediarios y se pronunciaban con grandes alharacas «contra la represión en Cuba».
La manifestación mostró su indignación también por el anuncio realizado por el «gobierno progresista» de conceder la Gran Cruz de Isabel la Católica, responsable del mayor genocidio que ha conocido la historia contra los pueblo latinoamericanos, al jefe del gobierno de Colombia con vínculos directos con el narcotráfico y el paramilitarismo que está asesinando a centenares de líderes políticos, sindicales y del movimiento popular.
Tanto el silencio de los medios de comunicación ante la masacre cotidiana que vive el pueblo colombiano como la esperpéntica decisión de homenajear en Madrid a su mayor responsable en estos momentos, que une en un mismo hecho al PSOE y al PP con el silencio de Unidas Podemos, sería incomprensible si no atendemos a los hilos económicos que los mueven.
Los bancos y las grandes multinacionales españolas como Repsol, Naturgy – antes Gas Natural FENOS o Agbar (Aguas de Barcelona), propietarias de los grandes medios de comunicación, han sido denunciadas en repetidas ocasiones por su utilización del narcotráfico y el paramilitarismo para el asesinato de líderes populares y para el desplazamiento masivo de comunidades que obstaculizaban su negocio. En los consejos de administración de estas empresas se sientan, con suculentos ingresos, una lista interminable de políticos y políticas de PSOE, PP o PNV.
La penetración del capital español en Colombia, y en otros países de América Latina y la relación dee políticos españoles con el narcotráfico tiene una larga y sucia historia. Baste recordar la invitación a la celebración en Madrid de la victoria electoral de Felipe González en 1982 a los más famosos narcotraficantes colombianos en Madrid, como Pablo Escobar.
En 1984, tras el asesinato del Ministro de Justicia de Colombia por sicarios del cártel de Medellín liderado por Pablo Escobar, los asesinos se refugiaron en España donde vivían a cuerpo de rey. Tras las presiones de Estados Unidos para su extradición por distintos procesos criminales, Felipe González optó por extraditarlos a Colombia, donde se sabía que pronto saldrían a la calle. Se ha publicado que tal decisión fue precedida, supuestamente por el pago por parte del cártel de Medellín de 30 millones de dólares destinados a sobornos en España1.
En 1991, el Gobierno del PSOE convocó la I Cumbre Iberoamericana que reunión en Guadalajara, que encabezada por Felipe Gonzálea y el rey Juan Carlos, reunión a presidentes latinoamericanos como Fujimori (Perú), Menem (Argentina), Gaviria (Colombia), Salinas de Gortai (México), Carlos Andrés Pérez (Venezuela) etc. En ella se acordaron las privatizaciones de recursos y empresas públicas latinoamericanas que permitieron el saqueo y la entrada triunfal de los nuevos conquistadores españoles de la mano de los gobiernos, primero del PSOE y luego del PP.
En diciembre de 2014, Felipe González recibió con todos los honores del presidente Juan Manuel Santos la nacionalidad colombiana, quien le definió como un «ser extraordinario» y un gran amigo del país.
Marx escribió que el capitalismo llega al mundo chorreando sangre y lodo de la cabeza a los pies. El capital que saquea recursos naturales y empresas públicas lo hace efectivamente, mediante crímenes y sobornos. Nada de ello sería posible sin la complicidad criminal de los gobiernos.
Hoy los colombianos y las colombianas que viven y trabajan en Madrid, junto a quienes sentimos la solidad internacionalista de los pueblos que tienen, aquí y allí, los mismos enemigos, se ha expresado en Madrid.
Estos aspectos han sido analizados por mi en «El Régimen de la Transición y el capital español en el saqueo de América Latina»,