Resumen Latinoamericano, 26 de septiembre de 2021.
Como todos los años, las organizaciones revolucionarias vascas recordarán este 27 de septiembre el Gudari Eguna (Día del luchador y la luchadora vasca), en homenaje a los combatientes asesinados por el franquismo, Txiki y Otaegi.
COMUNICADO DE HERRITAR BATASUNA
Un historiador inglés concluyó una investigación sobre las revueltas campesinas de la edad media en su país con la siguiente frase: feliz la nación cuyo pueblo no ha olvidado como rebelarse.
Una verdad profunda, sin duda. Si en una nación oprimida sus masas trabajadoras no han perdido su instinto de rebelión o la memoria histórica de sus rebeliones, si así lo preferis, será mucho más difícil que pierdan su identidad nacional. Del mismo modo, tanto el estado material de las masas oprimidas y explotadas como el grado de las libertades cotidianas siempre será mejor si el vulgo mantiene su carácter rebelde. Tanto en uno como en otro caso los dominadores tendrán cuidado de aumentar la opresión. A un pueblo dócil, a un pueblo humillado, en cambio, los peores abusos se le imponen fácilmente.
Y es que ésto tiene que ver con el componente histórico y moral del valor de la fuerza de trabajo de que habla Marx. Es decir, la mercancía que el proletariado vende para vivir, su capacidad física y psíquica de trabajo, como las demás mercancías, tiene un valor que determina el precio por el que se vende y que está determinado por la condición en que se produce. Sin embargo, aunque en el caso de las demás mercancías estas condiciones están principalmente determinadas por la tecnología, el caso de la fuerza de trabajo es diferente. Porque lo que determina el valor de la fuerza de trabajo es él o, lo que es lo mismo, aunque la suma de los valores de las mercancías que el obrero tiene que consumir para reproducir su capacidad de trabajo y el valor de cada una de ellas esté fijado por la producción social, la cantidad y diversidad de estas mercancías depende, sin embargo, de la lucha de clases. Pero no depende de los resultados coyunturales de esa lucha, sino de los de largo plazo. En cuya determinación la cultura y la historia son fundamentales. Tradiciones combativas del Pueblo Trabajador y memoria histórica sobre todo.
Además de esto, estas tradiciones y esa memoria histórica son elementos fundamentales de una conciencia de clase revolucionaria. A falta de ella (al menos como conciencia latente) no hay logro reformista posible. Por no mencionar verdadera solución al problema: la negación radical del capitalismo, la liberación integral; una comunidad mundial de pueblos libres sin clases, estados y patriarcados. A través de la Revolución Socialista Mundial. Que para nosotros se materializa en la Revolución Socialista Vasca, en la creación de la República Socialista Vasca independiente.
A muchos quizá esto les parezca un objetivo muy lejano y la verdad es que solo puede ser consecuencia de un largo proceso histórico. Sin embargo, frente a este capitalismo agónico en el que nos encontramos, la guerra, la degradación creciente de las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y la destrucción ecológica, abordar la construcción de otra organización social es una necesidad urgente.
En resumen, debemos mantener el fuego de las luchas revolucionarias del pasado. Aunque en este momento no sea más que un rescoldo, si acertamos en avivarlo, sus chispas encenderán el gran incendio revolucionario del futuro. Primero para amortiguar las tendencias destructivas del capitalismo decadente y, luego, para superar este sistema que se ha convertido en enemigo de la humanidad y de nuestro pueblo.
Los opresores y explotadores, por supuesto, no quieren ver esta realidad. No pueden. Consideran que vivimos en el mejor de los mundos posibles. En el Imperio de los mil años. Donde el único problema es precisamente la rebelión de los oprimidos y explotados. Que para aquellos no tendría ninguna razón de ser, aparte de la estupidez de estos.
No es de extrañar, pues, que la memoria revolucionaria que nosotros queremos mantener y resucitar pretenda ser borrada por todos los sectores de la burguesía.
El sector retrógrado, especialmente el español, se dedica de forma brutal y cruel a esta tarea. Destruyendo y, en muchos casos, castigando hasta el más humilde exponente de la memoria revolucionaria. Especialmente si lo es sobre nuestros Gudaris Revolucionarios Vascos.
No es mejor, sino más venenoso, el trabajo realizado en esta materia por las fracciones democráticas o de izquierda de la burguesía, sobre todo por «los de casa» (es decir, las que se dicen independentistas). A través de palabras suaves y progres (convivencia, democracia, cultura de paz…) intentan tapar el fuego de la revolución socialista para dejarla sin oxígeno. ¡En esta “novisima izquierda” no faltan tampoco quienes han acusado a las múltiples formas de la lucha revolucionaria de ser conformes a un supuesto «modelo de lucha masculina»!
Por todo ello debemos mantener nuestra memoria revolucionaria cueste lo que cueste. Especialmente la memoria de los Gudaris Revolucionarios Vascos. En el Gudari Eguna de este año tenemos que sacar a la calle ese glorioso fuego que aún no se ha extinguido del todo.
Gora Gudari Eguna!
Gora atzoko, gaurko eta biharko Euskal Gudariak!
Iraultza da bide bakarra!
Gora Euskal Iraultza Sozialista!
27/09/2021