Por María Clara Calle Aguirre, Latinoamericano, 11 de septiembre de 2021.
La labor de 33 constituyentes será redactar una nueva carta magna para que sea refrendada por los haitianos. Si la aprueban, el país irá a elecciones presidenciales y legislativas a más tardar en 2022. Y mientras eso ocurre, un Gobierno de unidad dirigirá el Ejecutivo.
Haití lleva más de año y medio sin un Parlamento activo y cerca de dos meses sin presidente. Y eso es justo lo que pretende aliviar el nuevo acuerdo entre el primer ministro Ariel Henry y los partidos de oposición haitianos. Este sábado, 11 de septiembre, pactaron la creación de una asamblea que escribirá la nueva Constitución y el surgimiento de un Gobierno transitorio. Todo será la antesala de unas elecciones reiteradamente pospuestas.
La primera medida antes de ir a las urnas es la nueva asamblea constituyente, que estará conformada por 33 personas nombradas por diversas instituciones y organismos de la sociedad civil, como grupos feministas y personas en situación de discapacidad.
Ellos tendrán tres meses para redactar una propuesta de carta magna y, para ello, tendrán en cuenta el anteproyecto de Constitución que presentó esta semana la comisión de expertos que había designado el presidente Jovenel Moïse, antes de ser asesinado.
Y es que el antiguo mandatario intentó reformar la constitución e incluso convocó en dos ocasiones diferentes a un referendo constitucional, en abril y en junio de 2021. Pero ambas fechas fueron pospuestas a causa de la pandemia del Covid-19. Moïse programó un tercer referendo para el 26 de septiembre y ese mismo día los haitianos votarían por un nuevo presidente y por los parlamentarios. Pero los planes cambiaron otra vez, luego de que un convoy de mercenarios colombianos y extranjeros asesinaran a Moïse en su propia casa el 7 de julio.
Ahora, en Haití se convocó a un cuarto intento de refrendación, pues el proyecto final de Constitución que redacte la nueva asamblea se someterá a la votación de los haitianos y, si es es aprobada y promulgada, se celebrarán las elecciones “a más tardar a finales de 2022”, según el acuerdo que lograron este sábado. El otro límite de tiempo que pone el pacto es que las autoridades que resulten elegidas asuman sus cargos a principios de 2023.
Y mientras tanto, ¿quién gobierna en Haití?
El primer ministro y los partidos opositores acordaron que, mientras se redacta la constitución y se realizan las elecciones presidenciales y legislativas, conformarán un nuevo Gobierno presidido por Henry. El pacto aclara que el Ejecutivo que surja será “esencialmente no partidista” y estará integrado por personalidades escogidas con base en su “notoriedad”.
Aunque todavía no se conoce a ciencia cierta quiénes serán los funcionarios, es una información que pronto tendrá que pactarse pues el nuevo Gobierno asumirá funciones en máximo ocho días contados a partir de este sábado, según el texto del acuerdo.
Otra de las características es que ese Ejecutivo será transitorio, pues solo mantendrá el poder hasta la celebración de las elecciones, en las que los haitianos votarán por un nuevo presidente que reemplace el cargo que forzosamente dejó Moïse y por un nuevo Parlamento. Así se reactivarán las operaciones del Legislativo que están pausadas desde enero de 2020.
En esa fecha, Moïse dio por terminado el periodo de la cámara de diputados argumentando que los legisladores no lograron acordar una fórmula para convocar a las elecciones parlamentarias y presidenciales de noviembre de 2019, como debía hacerse. Y por eso, el entonces mandatario sacó de operaciones al Parlamento y comenzó a gobernar por decreto.
Pero el 7 de febrero de 2021, el Consejo Superior del Poder Judicial de Haití (CSPJ) hizo casi lo mismo con Moïse y, mediante una resolución, determinó que su periodo presidencial ya había acabado ante la falta de elecciones. Pero Moïse se aferró a su cargo alegando que todavía le quedaba un año de los cinco que tienen los mandatos presidenciales, pues había asumido la Presidencia de Haití el 7 de febrero de 2017.
Mientras él hablaba de un intento de golpe de Estado, la oposición alegaba una nueva acción dictatorial de Moïse para mantenerse en el poder. Y así, en medio de las divisiones políticas que acrecentaron las protestas sociales contra el mandatario, continuó el rumbo de Haití, hasta que asesinaron al presidente.
Desde entonces, el país caribeño se quedó sin el líder del Ejecutivo y continuó sin un Parlamento activo, dos situaciones que el nuevo acuerdo entre el primer ministro y la oposición aspira a remediar.