Resumen Latinoamericano, 21 de septiembre de 2021.
El grupo paramilitar los petules – ORCAO que operan en la región de Ocosingo mantienen agresiones en contra de comunidades organizadas, entre ellas, El Carrizal y Rio Florido, integrantes del Frente Nacional de Lucha por el Socialismo (FNLS).
El actuar del grupo paramilitar los petules es responsabilidad del gobierno chiapaneco porque es éste quien se encarga de financiarlos, pertrecharlos y protegerlos, también es responsabilidad del gobierno federal por omisión.
La política del gobierno chiapaneco es la represión y el cometido de graves violaciones a los derechos humanos en contra de luchadores sociales, activistas, comunidades organizadas y organizaciones populares, la cifra de presos políticos, asesinados a mano de paramilitares, ejecutados extrajudicialmente, desplazados de manera forzada lo comprueban.
En este contexto hemos denunciado repetidas ocasiones que el grupo paramilitar los petueles ha agudizado sus agresiones en contra de nuestras comunidades en la región de Ocosingo, en este año por ejemplo, el asesinato político contra un compañero en febrero en el ejido El Carrizal, el incendio que provocaron en el bosque y las tierras de cultivo que se encuentran en la comunidad El Carrizal, además de ello, los disparos constantes que realizan en dirección a los poblados de Rio Florido y El Carrizal.
En el año 2020 los petules retuvieron en su campamento paramilitar a tres compañeros (https://www.jornada.com.mx/2020/06/13/politica/016n2pol), ahí fueron torturados y amenazados con asesinarlos, debido a la protesta y las acciones urgentes realizadas por organismos internacionales y nacionales de derecho humanos, nuestros compañeros Carlos López Gómez, Angelina Sántiz López y Enrique Armando Herrera Jiménez fueron liberados. Todas estas agresiones se suman a los crímenes cometidos en sexenios pasados.
Los que integran el grupo paramilitar los petules se jactan de ser apadrinados por el gobierno chiapaneco, se toman fotografías con armas y hacen alarde de que son intocables porque la actual administración los protege y les dota de armamento y municiones en grandes cantidades. Dichas expresiones de los paramilitares es real en tanto que a pesar de que las instituciones de justicia tienen conocimiento de sus crímenes, nada hacen para investigarlos y castigarlos, por el contrario, son protegidos con el manto de la impunidad.
Diversos son los grupos paramilitares en la entidad, mas visible son los petueles, la Alianza San Bartolomé de los llanos que operan en Ocosingo y Venustiano Carranza respectivamente, estos grupos se encargan de hacer el trabajo sucio del Estado, de asesinar a quienes defienden el derecho a la tierra, a hostigar a comunidades que se organizan de manera independiente, por ello, el paramilitares es obra y política del gobierno estatal que busca con ello esparcir la violencia y detener de esta forma la organización en las comunidades indígenas y campesinas; este es el verdadero rostro de la 4T en Chiapas.
El ejecutivo federal por su parte ha sido omiso ante las denuncias constantes de las víctimas y sus familiares, en octubre del año pasado a la Secretaría de Gobernación (SEGOB) le hicimos entrega de un escrito con el historial de agresiones que ha hecho el grupo paramilitar los petules en contra de nuestra organización.
Los funcionarios de la institución federal que recibieron dicho documento se comprometieron a realizar acciones encaminadas a investigar a este grupo paramilitar, sin embargo, a un año de haberse hecho esos compromisos la SEGOB no ha cumplido ninguno de ellos.
Esta actitud del gobierno federal representa corresponsabilidad en el escenario de violencia en Chiapas, por su inacción y omisión ante las inocultables pruebas de la existencia del paramilitarismo. La consecuencia directa de las decisiones del ejecutivo federal y del gobierno estatal se traduce en más víctimas de graves violaciones a los derechos humanos.
Todo discurso del actual gobierno en relación a la violencia, derechos humanos no tienen fundamento porque busca ocultar una realidad innegable, el “respeto a los derechos humanos” “la justicia” obligatoriamente tiene que pasar por la desarticulación de los grupos paramilitares, y el juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de los crímenes de lesa humanidad, mientras esto no se objetive, la retórica oficial será demagogia pura.
Mientras la violencia persista, mientras los presos políticos sigan encarcelados injustamente hay razones para la denuncia y la protesta, necesidad política que convoca a todas las víctimas y organizaciones populares a mantener las banderas de lucha por justicia, libertad a los presos políticos y presentación con vida de los detenidos desaparecidos.
¡Alto a la represión!
¡Desarticulación del grupo parmilitar Los petules ORCAO!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!
Fuente: Rebelión.