Perú. Chá­varry y Colán: dos fis­ca­les con­de­na­dos por apa­ñar al fujimorismo

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 10 de sep­tiem­bre de 2021

¿Qué tie­nen en común Pedro Chá­varry y Blan­ca Néli­da Colán? Haber sido con­de­na­dos por apa­ñar al fuji­mo­ris­mo cuan­do fue­ron Fis­ca­les de la Nación.

Pedro Chá­varry Valle­jos aca­ba de ser con­de­na­do a cua­tro años de pri­sión sus­pen­di­da, con­vir­tién­do­se así en el segun­do fis­cal de la Nación en la his­to­ria del Perú en ser condenado.

La pri­me­ra fue Blan­ca Néli­da Colán, con­de­na­da en 2003 a diez años de cár­cel. ¿Qué tie­nen en común Chá­varry y Colán? Haber sido con­de­na­dos por apa­ñar al fujimorismo.

Chá­varry, por obs­truir las inves­ti­ga­cio­nes con­tra Kei­ko Fuji­mo­ri; y Colán, por poner el Minis­te­rio Públi­co al ser­vi­cio de la mafia fuji­mon­te­si­nis­ta y encu­brir las acti­vi­da­des ilí­ci­tas de Montesinos.

Pedro Chá­varry: el obstruccionista

La con­de­na con­tra Pedro Chá­varry fue impues­ta el pasa­do 7 de setiem­bre, al deter­mi­nar­se que el exfis­cal de la Nación fue res­pon­sa­ble del deli­to de encu­bri­mien­to real en 2018.

El juez Hugo Núñez Jul­ca deter­mi­nó que Chá­varry eje­cu­tó actos para entor­pe­cer las inves­ti­ga­cio­nes al par­ti­do Fuer­za Popu­lar por sus nexos con la cons­truc­to­ra Odebrecht.

Lo hizo al pedir infor­ma­ción sobre el acuer­do con Ode­brecht al equi­po Lava Jato, con­for­ma­do por los fis­ca­les Rafael Vela y José Domin­go Pérez, pese a que era reservado.

Y, lue­go, al remo­ver el 31 de diciem­bre de 2018 a ambos fis­ca­les, a pocos días de sus­cri­bir el acuer­do de cola­bo­ra­ción efi­caz con la empre­sa brasileña.

Como se recuer­da, la sepa­ra­ción de los fis­ca­les sig­ni­fi­có una rup­tu­ra abrup­ta de las nego­cia­cio­nes con Ode­brecht que com­pli­ca­ba cono­cer la ruta de las coimas por el caso Lava Jato en Perú.

Sin embar­go, aque­llo duró poco por­que pron­to Chá­varry se retrac­tó, repu­so a los fis­ca­les y el 11 de enero de 2019 pre­sen­tó su renun­cia a la Fis­ca­lía de la Nación.

Pero esto no lo sal­vó de la con­de­na, ya que en el pro­ce­so tam­bién se valo­ra­ron los chats “La Boti­ka” de con­gre­sis­tas fuji­mo­ris­tas del perio­do 2016 – 2019.

En ellos, se ins­ta­ba a hos­ti­gar al fis­cal Domin­go Pérez y pro­te­ger a Chá­varry de las acu­sa­cio­nes cons­ti­tu­cio­na­les en el Congreso.

Ade­más de la con­de­na a 4 años de pri­sión sus­pen­di­da, a Chá­varry se le impu­so el pago de una repa­ra­ción civil de 100 mil soles y una inha­bi­li­ta­ción de 4 años para ejer­cer car­gos públicos.

Blan­ca Néli­da Colán: la encubridora

El caso de Pedro Chá­varry ha traí­do el recuer­do de quien fue­se la pri­me­ra exfis­cal de la Nación con­de­na­da en la his­to­ria del Perú, Blan­ca Néli­da Colán Magui­ño, con quien algu­na vez tra­ba­jó

Colán fue con­de­na­da en 2003 a 10 años de cár­cel y al pago de una repa­ra­ción civil de 2 millo­nes de soles, por poner el Minis­te­rio Públi­co al ser­vi­cio de la mafia fujimontesinista.

En el pro­ce­so con­tra Colán, fis­cal de la Nación duran­te el régi­men de Alber­to Fuji­mo­ri, se deter­mi­nó que fue res­pon­sa­ble de los deli­tos de encu­bri­mien­to per­so­nal, omi­sión de denun­cia y enri­que­ci­mien­to ilícito.

Esto, al esta­ble­cer­se que no inves­ti­gó al ase­sor de Fuji­mo­ri, Vla­di­mi­ro Mon­te­si­nos, por supues­tos cobros de cupos al nar­co­trá­fi­co y por el vla­di­vi­deo en el que apa­re­ce sobor­nan­do a Alber­to Kouri.

Ade­más, se iden­ti­fi­có que mien­tras fue Fis­cal de la Nación reci­bió 10 mil dóla­res men­sua­les del Ser­vi­cio de Inte­li­gen­cia Nacio­nal (SIN), admi­nis­tra­do por Mon­te­si­nos con la venia de Fujimori.

Colán se man­tu­vo reclui­da en el penal de San­ta Móni­ca has­ta enero del 2008, cuan­do salió en liber­tad tras cum­plir dos ter­cios de su con­de­na y debi­do a su avan­za­da edad.

A su sali­da, la exfis­cal de la Nación dijo haber pedi­do per­dón ante Dios por sus “erro­res, peca­dos y deli­tos”. ¿Será ese el final tam­bién del recién con­de­na­do Pedro Chávarry

Pie­za grá­fi­ca de Way­ka que resu­me el caso Chávarry:

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FUENTE: Ser­vin­di

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