Afga­nis­tán. Solo con el Corán y la Kalásh­ni­kov no alcanza

por Gua­di Cal­vo*, Resu­men Medio Orien­te, 17 de octu­bre de 2021-.

A dos meses de la caí­da de Kabul, el Tali­bán, aho­ra, enfren­ta a un enemi­go, que qui­zás sea mucho más duro que la coa­li­ción inter­na­cio­nal que los des­pla­zó del poder en el 2001, la que aca­ba de reti­ra­se derro­ta­da: Aho­ra los mullah, deben resol­ver la vida de 37 millo­nes de almas, que han que­da­do en algo así como una como un lim­bo. Don­de nada está defi­ni­do. Nadie sabe ni siquie­ra, si pue­den seguir vis­tien­do a la occi­den­tal, o deben recu­rrir al bur­ka, las muje­res y a la cami­sa lar­ga y el pan­ta­lón amplio del tra­di­cio­nal shal­war kameez, los hombres.

Pero eso es casi intras­cen­den­te, aun­que un error en el atuen­do pue­de sig­ni­fi­car, sino la muer­te, cas­ti­gos físi­cos e inclu­so la cár­cel. La cues­tión aho­ra, es comer, ya que el invierno avan­za, duro cómo siem­pre y la sequía ha sido demo­le­do­ra. Por lo que los mullah, se han dado cuen­ta que tie­nen que con­ver­sar con el res­to del mun­do, lo que inclu­ye a los Esta­dos Uni­dos, a Chi­na y a Rusia, para con­se­guir que su país deten­ga su caí­da, hacia el infierno del ham­bre y el desgobierno.

Más allá de las estra­te­gias macro eco­nó­mi­cas, entrar en el jue­go inter­na­cio­nal del cré­di­to, la deu­da, las ayu­das “huma­ni­ta­rias” y esos lar­gos y trá­gi­cos etcé­te­ras, los mullah Abdul Gha­ni Bara­dar, la máxi­ma auto­ri­dad polí­ti­ca y el mullah Hiba­tu­llah Akhund­za­da cómo líder reli­gio­so del nue­vo Emi­ra­to Islá­mi­co de Afga­nis­tán debe­rán acep­tar que sólo con el Corán y la Kalásh­ni­kov no bas­ta. No solo para resol­ver las cues­tio­nes eco­nó­mi­cas y huma­ni­ta­rias, sino tam­bién dos con­flic­tos en cier­nes, que se pue­den pro­fun­di­zar: la gue­rra que le han decla­ra­do el Daesh Wilā­yat Kho­ra­san, el capí­tu­lo cen­tro asiá­ti­co de Daesh Glo­bal y la cues­tión con Tayi­kis­tán, es el país más peque­ño y el más pobre de Asia Cen­tral. con una fron­te­ra común muy calien­te de más de 1400 kilómetros.

Este vier­nes quin­ce de octu­bre se regis­tró un nue­vo aten­ta­do con­tra la mez­qui­ta de Emam Bargha Pti­ma, de la comu­ni­dad chii­ta en la ciu­dad de Kan­dahar. Un ata­can­te sui­ci­da o shahid (tes­ti­go o már­tir), se inmo­ló mata­do a 32 per­so­nas e hirien­do a otras 45, núme­ros que podrían modi­fi­car­se en el tras­cur­so de las horas. La mino­ría chií en Afga­nis­tán repre­sen­ta entre el 15 y el 20 por cien­to de la población.

Al igual que este vier­nes, el día sagra­do para el islam, el pasa­do vier­nes ocho, mien­tras se desa­rro­lla­ba la ora­ción del medio­día o duhur (medio­día) en la mez­qui­ta Gozar-e-Sayed Abad, de la comu­ni­dad chií, en el dis­tri­to de Kha­na­bad, de la ciu­dad de Khun­duz, capi­tal de la pro­vin­cia del mis­mo nom­bre, un shahid se deto­nó mata­do a cer­ca de cien fie­les. El tem­plo se encon­tra­ba pleno de gen­te por tra­tar­se de la ple­ga­ria más impor­tan­te de la sema­na. Rápi­da­men­te el Daesh Wilā­yat Kho­ra­san (DK), se adju­di­có el atentando

En la pro­vin­cia de Khun­duz, al nor­te del país, con un millón de per­so­nas, se encuen­tra uno de los más núme­ros con­glo­me­ra­dos de la mino­ría étni­ca haza­ras de mayo­ría chií, alre­de­dor de 60 mil per­so­nas. Los haza­ras, han sido uno de los blan­cos pre­fe­ri­dos de gru­pos fun­da­men­ta­lis­tas, por ser con­si­de­ra­dos heré­ti­cos. Ade­más, esa pro­vin­cia tam­bién cuen­ta con una gran pobla­ción de etnia uzbe­ka, la más nume­ro­sa del país des­pués de la pas­tún, que han sido reclu­ta­dos de mane­ra coer­ci­ti­va por el Daesh, alia­do de la orga­ni­za­ción terro­ris­ta Movi­mien­to Islá­mi­co de Uzbe­kis­tán.

El DWK, que ope­ra des­de 2015 en Afga­nis­tán, ha rea­li­za­do infi­ni­dad de ata­ques de estas carac­te­rís­ti­cas inclu­so en Kabul, uno de los más noto­rios y recien­tes que eje­cu­tó el pasa­do 26 de agos­to fue­ra del aero­puer­to inter­na­cio­nal Hamid Kar­zai de la capi­tal afga­na, que habría deja­do unos 182 muer­tos. 169 civi­les que espe­ra­ban para poder embar­car algún vuel­to que los saca­ra del país, y tre­ce mili­ta­res esta­dou­ni­den­ses, a car­go de la segu­ri­dad inte­rior de aero­puer­to, ade­más de 150 heri­dos. (Ver Afga­nis­tán: Los nue­vos sal­va­jes.). Tras ese ata­que el Daesh, pasó la inac­ción has­ta el pasa­do El 18 de sep­tiem­bre, en que, reanu­dan­do sus ope­ra­cio­nes, rea­li­zan­do vein­ti­dós ata­ques en once días, cen­tra­das con­tra el nue­vo gobierno del tali­bán y civiles.

El día tres de octu­bre el Daesh, ata­có en la mez­qui­ta kabu­lí de Eid Gah, mien­tras se rea­li­za­ba una cere­mo­nia por la muer­te de la madre de un líder del Tali­ban, el esta­lli­do de un coche bom­ba dejó cin­co muer­tos y once heri­dos. Un ata­que simi­lar se había pro­du­ci­do el seis de este mes con­tra una madra­za (escue­la corá­ni­ca) en la pro­vin­cia de Khost, al sur­es­te del país, en el que al menos murió una per­so­na y otras quin­ce resul­ta­ron heridas.

En pro­cu­ra de neu­tra­li­zar las accio­nes del Daesh, la coman­dan­cia del Tali­ban, ha ini­cia­do un minu­cio­so ras­treo entre sus par­ti­da­rios ya que se cree que algu­nos de sus muyahi­di­nes, han comen­za­do a ope­rar a favor de la orga­ni­za­ción fun­da­da en 2014 por Abu Bakr al-Bagh­da­di, pre­fi­rien­do una inter­pre­ta­ción toda­vía más extre­ma del Corán.

Se cree que el emir regio­nal del Daesh, que sería cono­ci­do como al-Muha­jir, quien habría logra­do seguir ocul­tan­do su ver­da­de­ra iden­ti­dad, e inclu­so ope­ran­do den­tro de la estruc­tu­ra del tali­bán. Según hom­bres de la segu­ri­dad del ante­rior gobierno afgano al-Muha­jir, habría man­te­ni­do una reu­nión con el sub­je­fe de inte­li­gen­cia del tali­bán, el mullah Taj­mir Jawad, sin que este se die­ra cuen­ta de que esta­ba fren­te a uno de los hom­bres más bus­ca­dos del país. En res­pues­ta a estos ata­ques el tali­bán duran­te las últi­mas sema­nas ha gene­ra­do bom­bar­deos con­tra los refu­gios del Daesh, par­ti­cu­lar­men­te en la pro­vin­cia de Nan­garhar, jun­to en la fron­te­ra con Pakistán.

La pre­sen­cia de una kha­ti­ba del Daesh, en un Afgha­nis­tan gober­na­do por el tali­bán, sin duda bene­fi­cia a los Esta­dos Uni­dos, ya que, de ale­jar­se dema­sia­do los mullah del camino tra­za­do por Washing­ton, podría uti­li­zar a este gru­po, para controlarlos.

La fron­te­ra ardiente.

Des­de prin­ci­pios de octu­bre las ten­sio­nes entre Tayi­kis­tán y Afga­nis­tán han ido en aumen­to, al pun­to que tan­to Pakis­tán como Rusia, han lla­ma­do a los gobier­nos a dis­mi­nuir las ten­sio­nes, antes que esta­lle un con­flic­to armado,

Des­de la vic­to­ria del Tali­ban a media­dos de agos­to, el pre­si­den­te tayi­ko Emo­ma­li Rah­mon, a dife­ren­cia de Shav­kat Mir­zi­yo­yev el pre­si­den­te de Uzbe­kis­tán, que se ha com­pro­me­ti­do, con el nue­vo gobierno del emi­ra­to afgano, ha man­te­ni­do una polí­ti­ca dis­tan­te. Sien­do en úni­co país de la región que ha anun­cia­do que no tie­nen la inten­ción de reco­no­cer al nue­vo gobierno de Kabul.

El pre­si­den­te Rah­mon, reite­ró en varias opor­tu­ni­da­des, lo dicho en su dis­cur­so de la Asam­blea Gene­ral de Nacio­nes Uni­das del pasa­do 23 de sep­tiem­bre acer­ca de la nece­si­dad de un gobierno afgano, “inclu­si­vo” ade­más de refe­rir­se a que el ascen­so de los mullah sig­ni­fi­ca­ba una com­pli­ca­ción para el ya com­ple­jo pro­ce­so geo­po­lí­ti­co de la región, temien­do que Afga­nis­tán se con­vier­ta en un san­tua­rio para el terro­ris­mo inter­na­cio­nal, agre­gan­do que: “El hecho de que los tali­ba­nes no hayan cum­pli­do sus pro­me­sas ante­rio­res de for­mar un gobierno inte­gral con la amplia par­ti­ci­pa­ción de las fuer­zas polí­ti­cas y étni­cas afga­nas es un moti­vo de gra­ve preo­cu­pa­ción”. Ade­más de Rah­mon, ya ha asis­ti­do a dos des­fi­les mili­ta­res en la región de Dar­voz el 27 de sep­tiem­bre y en Kho­rog el día trein­ta de sep­tiem­bre. En la fron­te­ra con Afga­nis­tán, Dusam­bé ya des­ple­gó 20 mil sol­da­dos más a las dota­cio­nes per­ma­nen­tes, ade­más de haber rea­li­za­do ejer­ci­cio de gue­rra en todo el país, en la que par­ti­ci­pa­ron 230 mil efectivos.

Dichas decla­ra­cio­nes pro­du­je­ron la res­pues­ta de los dos vice­pri­me­ros minis­tros del tali­bán, los mullah Abdul Gha­ni Bara­dar y Abdul Salaam Hana­fí, que advir­tie­ron sobre una “nación veci­na” que inten­ta entro­me­ter­se en los asun­tos de Afga­nis­tán. Mien­tras que uno de los jóve­nes más pro­mi­nen­tes del nue­vo emi­ra­to afgano, Inamu­llah Saman­ga­ni, que en su cuen­ta de Twit­ter el pasa­do 29 de sep­tiem­bre, refi­rién­do­se con­cep­to de demo­cra­cia del pre­si­den­te Rah­mon, seña­lan­do que: “Ha sido pre­si­den­te duran­te 27 años, tal vez lo sea duran­te otros seis, o inclu­so más”.

La gra­ve de la situa­ción se incre­men­ta tras los rumo­res de que posi­ble­men­te los jefes del Fren­te de Resis­ten­cia Nacio­nal de Afga­nis­tán, la úni­ca fuer­za anti tali­bán con epi­cen­tro en la pro­vin­cia de Panjshir: Ahmad Mas­soud y Amru­llah Saleh, huye­ron a Tayi­kis­tán a fina­les de sep­tiem­bre. (Ver: Panjshir, ¿la últi­ma bata­lla del Tali­bán?) Lo que incre­men­ta la pre­sión fronteriza.

El pasa­do cua­tro de octu­bre, se cono­ció que los muyahi­di­nes afga­nos, había ase­si­na­do a un ciu­da­dano afgano que inten­ta­ba cru­zar a Tayi­kis­tán, en el tras­cur­so de una ope­ra­ción en la se inten­ta­ba loca­li­zar a per­so­nas pro­ve­nien­tes del valle de Panjshir, epi­cen­tro de la resis­ten­cia de Mas­soud, que pro­cu­ra­ban lle­gar a Tayikistán.

El con­flic­to con el tali­bán, debe­rá ser obser­va­do con mucho cui­da­do por el pre­si­den­te Emo­ma­li Rah­mon, ya que en su país ope­ra el gru­po inte­gris­ta Jamaat Ansa­ru­llah, fun­da­do en Afga­nis­tán por el tayi­ko Amrid­din Taba­rov en 2010 y que ha lan­za­do diver­sos ata­ques con­tra Tayi­kis­tán, que cuen­ta con una pobla­ción de diez millo­nes de per­so­nas, en su tota­li­dad musul­ma­nes.

Si bien es impro­ba­ble que esta­lle un con­flic­to arma­do entre esas dos nacio­nes, ya que Rusia, está inter­vi­nien­do muy diplo­má­ti­ca­men­te con Kabul y tie­ne una fuer­te alian­za con Dusam­bé, por lo que la diplo­ma­cia del pre­si­den­te Vla­di­mir Putin está inter­vi­nien­do fuer­te­men­te en ate­nuar el con­flic­to. Aun­que para los Esta­dos Uni­dos, no sería una mala noti­cia el esta­lli­do de una gue­rra “tan leja­na”, don­de los gue­rre­ros sos­ten­gan el Corán en una mano y la Kalásh­ni­kov en la otra, pue­da vol­ver a alcanzar.

KUNDUZ, AFGHANISTAN – OCTOBER 08: An insi­de view of the dama­ged Seye­da­bad Grand Mos­que after a power­ful blast rip­ped through the Shi’a com­mu­nity mos­que full of worship­pers during weekly Fri­day pra­yers, killing and inju­ring «many,» in northern Kun­duz pro­vin­ce of Afgha­nis­tan on Octo­ber 08, 2021. Accor­ding to the local Salam Afgha­nis­tan radio, about 100 worshi­pers were killed and more than 200 others inju­red in the blast. (Pho­to by Zahir Niyazi/​Anadolu Agency via Getty Images)

*Gua­di Cal­vo es escri­tor y perio­dis­ta argen­tino. Ana­lis­ta Inter­na­cio­nal espe­cia­li­za­do en Áfri­ca, Medio Orien­te y Asia Cen­tral. En Face­book: https://​www​.face​book​.com/​l​i​n​e​a​i​n​t​e​r​n​a​c​i​o​n​a​lGC.

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