Por Carlos Aznárez, Resumen Latinoamericano, 11 de octubre de 2021.
Eduardo Lucita, es integrante de Economistas de Izquierda, y participa del ámbito de Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago de la Deuda. Con él hablamos sobre cómo estás viendo el panorama político de cara a estas elecciones de noviembre después del revés recibido por el gobierno en las PASO.
-Se ve todo con bastante preocupación porque el cachetazo que le han pegado al gobierno lo ha dejado tambaleando y casi sin alternativas, salvo profundizar el curso que viene pero con una característica: da la sensación que piensan llegar al 2023 para disputarle a la derecha pero en el ámbito de la derecha. Es decir, hay un repliegue hacia el peronismo más tradicional, más de derecha y las propuestas que existen apuntan a avanzar con el extractivismo, la minería, todo el acuerdo del agro negocios. La agroindustria es el acuerdo de los grandes tenedores de la tierra con los grandes exportadores. Es una política de alianza con una franja del gran sector del capital. O sea: las perspectivas son bastante complicadas, no se ve que haya una alternativa porque todo indica que el giro pro-derecha es compartido con Alberto Fernández, pero en realidad la dirección está en la vicepresidencia. Es un giro de derecha del gobierno como respuesta al cachetazo pero que no se expresa en las urnas porque en realidad la gente no votó al gobierno pero tampoco votó masivamente a Juntos por el Cambio. Los votos de Miley y de Espert son votos de un sector juvenil que es otra cosa.
–Por otro lado, pareciera que también hay sectores que han votado al gobierno en las PASO y que responden a un kirchnerismo tradicional, y están bastante preocupados ya que lo que deberían recuperar es al votante que no fue a votar y que discrepa con la derecha y no lanzarse a buscar votantes por derecha.
-Vos lo dijiste mejor que yo para mi el giro de derecha del gobierno, no es expresión es el resultado de este cachetazo que lo descolocó, pero no expresa claramente lo de las urnas. La gente que no fue a votar son los 5 millones de votos que están esperando otra política pero no el giro a la derecha. Hay que ver como se resuelve esto, si hay un disconformismo muy grande. Ahora, no pareciera ser que el kirchnerismo vaya a romper, no creo que pase, caminan todos para el mismo lado. En cuanto a la resolución de los problemas económicos, pensemos que lo de la deuda externa es un problema de mediano plazo o de 3 o 4 años, sin embargo el gran problema coyuntural es la carestía de la vida y la inflación. Ahí no tienen respuestas para eso. Con esta alza de precios que ahora parece ser que el índice retoma otra vez un 3%, no pueden ganar las elecciones si no hay una política de precios máximos, de control de precios fijos actualizando periódicamente con un aumento de salarios que recupere evidentemente el consumo, no hay forma, sobre todo repartiendo el dinero de la forma que la están haciendo, no creo que les de resultado. Pienso que el gobierno va a recuperar votos perdidos pero no creo que le sirva demasiado. Quizás puedan aminorar la perdida de diputados y no perder la mayoría en el Senado, eso puede ser pero no mucho más.
–Ahora, el oficialismo está preparando un clima de cara al 17 de octubre en el cual se va a producir una movilización de la CGT y otros sectores afines para respaldar un paquete de medidas que anunciaría el gobierno y que tendrían que ver también con eso que estás diciendo. O sea, apuntar a la pérdida que se está produciendo con el nivel de carestía de vida. ¿Pensás que hay tipo de medidas que pueda subsanar eso a corto plazo?
-Si el gobierno da dinero específico para mejorar la capacidad adquisitiva de los salarios, de los ingresos populares, jubilaciones y los planes, enseguida choca con la realidad que los grandes monopolios, los formadores de precios tienen una capacidad de trasladar a los precios todo rápidamente. Es decir no hay control. No me parece mal hacer incentivo del consumo, pero si no hay control de precios, alienta a la inflación mes más mes menos. Y se verá complicado para el año que viene porque cuando hay una expansión monetaria muy fuerte, yo no soy de los que dice que la expansión monetaria es causante de la inflación, pero en el marco de una situación de desequilibrio total claro que sí, como es ahora. La situación está al borde de la hiperinflación, está atado con alambre el tema del dólar y si se le escapa el dólar vamos a la hiperinflación de nuevo y ahí sí habrá problemas. Yo en este caso pondría un control de precios estricto para los próximos 6 meses con un mecanismo de ir actualizando cada tres meses y con los salarios también. Ir saliendo de todo esto en una forma más gradual pero si no, no tiene salida, incluso si logran hacer un acuerdo con los formadores de precios, pero es el abrazo del oso, porque ellos te lo van a cobrar, no te lo van a dar gratis. Si no te lo cobran ahora te lo van a cobrar dentro de 4 meses. Es lo mismo que están haciendo con el control del tipo de cambio, ahora con las nuevas medidas de control no se animaron a tomarlas todas de entrada, entonces cada medida es un nuevo sacudón político, pero si las tomas a todas de entrada es lo mismo. Es el mismo esquema que había hecho Kicillof en su momento, van de a poco controlando, y se le escapa la tortuga porque el estado es un colador con un millón de agujeros, por más que tapes se te van los dólares por todo lados. Además, hay un problema muy serio: para que la economía continúe avanzando y creciendo se necesitan dólares, porque la relación consumo-importados es muy fuerte, antes de todo esto se decía que por cada punto que avanza el PBI industrial se avanza 3.0 en los insumos de importación y ahora dicen que eso podrían llegar a ser 1.4, pero con que sea 1.3 ya te das cuenta que hay un límite al crecimiento del PBI, que es la falta de dólares. La falta de dólares no es solo para pagar la deuda externa o para que los privados puedan girar dividendos al exterior, también se necesitan para el funcionamiento de la economía. La matriz insumo del producto tiene alrededor de un 38 0 40 % de insumos importados en cualquier modelo que haga. Entonces eso no lo resolvéis.
–Vamos al tema de la deuda: la semana pasada se produjo una movilización importante en Buenos Aires, motorizada por la Autoconvocatoria por la Suspensión de la deuda y contra el FMI. Sin duda la deuda es impagable pero el gobierno parece no querer saben nada de eso y sigue pagando religiosamente todos los años.
-Personalmente he hecho algunos trabajos mostrando que la deuda de 10 años es impagable pero también es impagable a 15 años. A 10 años te va a requerir entre 10 y 12 millones de dólares por año, tenés que sumar el Fondo, los acreedores privados el Club de París y alguna otras cosas que siempre andan dando vuelta por ahí. Esto es así, sin tener en cuenta las deudas de las provincias, que eso no lo tengo computado pero debe andar por los 15 o 16 mil millones de dólares. Si fuera a 20 años por ahí te baja algo, tendrías que pagar 7 u 8 mil millones de dólares por año, que siempre es mejor que pagar 12 mil millones, pero de toda maneras es una barbaridad. ¿Qué capacidad de superávit del comercio exterior hay para generar 12, 10 o 7 mil millones de dólares para pagar la deuda externa? ¿Qué capacidad tiene la economía de generar los excedentes económicos necesarios, o sea el superávit fiscal necesario para que con esos 2 pesos sobrantes comprar los dólares para poder pagar la deuda? Hay que crecer el 5 o 6 % por año y eso es muy difícil. Este año está creciendo al 8 % o al 9% porque venía de una caída del 9 % el año pasado. Hay un rebote, y eso no es una recuperación. Para el año que viene las estimaciones hablan de 3 a 4 % y para los años sucesivos alrededor de dos y medio o 3% que para la economía argentina, en el estado en que está, es bastante razonable que crezca eso. O sea: no te va a generar ni suficiente superávit de dólares ni tampoco suficiente excedente financiero para comprar los dólares que necesitás. Entonces, se va a firmar un acuerdo y dentro de 3 o 4 años tendrás que firmar otro nuevo acuerdo con el Fondo, que no lo podrán pagar, y eso te lleva al camino de Grecia: ajustes tras ajustes, plan de ayuda del Fondo tras plan de ayuda, que no ayudan ni resuelven nada y agudizan la situación.
Sobre la situación de la suspensión de los pagos, se puede decir que el propio presidente de la nación inició una querella administrativa hablando de que el préstamo del Fondo es un fraude y en realidad tiene razón el presidente. O sea, es ilegal porque no se cumplieron los requisitos que exige el Banco Central para tomar ese tipo de préstamos en el mercado mundial, y eso porque no se utilizó para ningún beneficio sino para una fuga de capitales, como lo demostró el informe que el presidente le pidió al Banco Central. Queda claro que todo está en manos del gobierno para decidir que suspendamos y veamos lo que tengamos que pagar, porque algo de legítimo debe haber y tener que pagar seguro porque el estado para su funcionamiento necesita importaciones por ejemplo. Esto quiere decir que existe una ínfima parte de deuda legítima, lo que no hay pagar es esa deuda de 80 mil millones de dólares que se fugaron bajo el gobierno de Macri y que llevaron a este acuerdo con el FMI, que además fue hecho con la complicidad del Fondo y por un tic tac que dictó el presidente Trump en EEUU, que le ordenó al FMI que le den este préstamo, y los tecnócratas del FMI que no estaban de acuerdo bajaron la cabeza y cumplieron las órdenes del Imperio.
-Ahora nos estamos enfrentando a un país en que se está hablando del 55% de pobreza. Eso significa infancias, mujeres, pueblos originarios que no están llegando a una alimentación diaria, a lo más básico.
-La deuda es un problema estructural que se arrastra desde la dictadura militar del 70 y que siempre te consume fondo. De todas maneras si miras. se han pagado en estos dos años de este gobierno cifras en dólares en intereses etc pero no es una cifra tan grande como podría ser para provocar el descalabro que hay en la economía y en la inflación. Es decir, supongamos que hoy decidimos suspender los pagos de la deuda, la inflación no bajará. Tiene que ver con otras características, no digo que no hayamos pagado deudas, creo que en dos años hemos pagado aproximadamente diez mil millones de dólares, pero es dinero que podría ir a la salud o a crear trabajo, o a mejorar los planes. Pero todo eso no es la causa de la inflación, la causa es una estructura productiva oligopólica y 50 o 100 formadores de precios que deciden los precios, que no responden a ningún gobierno y que negocian todo y tienen una gran capacidad de trasladar a precios cualquier aumento de costo que tengan. Eso no se resuelve solo con dejar de pagar la deuda, pero de todas maneras si uno deja de pagar la deuda no es una medida abstracta No es una medida sola y todo lo demás permanece igual, hay que ir acompañándola de otras series de medidas porque sino estalla el dólar. Acá no estamos con una situación del 2014 cuando a Kiciloff se le escapó el dólar pero no había riesgos de hiperinflación, acá hay riesgo se hiperinflación y podemos pasar a una inflación del 60% entonces la pobreza vaya a saber dónde se va a ir y la emergencia también. Es un equilibrio muy delicado en que está la situación, hay que tener cuidado porque está creciendo la idea de volver a una nueva convertibilidad.
–Y por otro lado, por más que todavía no tiene la fuerza suficiente, se están colgando discursos como del ultraderechista Javier Milei, que no es un discurso local sino que repite la derecha en el mundo.
-Es mundial, yo estoy participando en un zoom international con gente de España y otros lugares y es una tendencia mundial que adquiere formas propias en cada país, digo que es más complicado porque Milei, que se mostró como un bufón o un payaso, yo tengo la impresión que no lo es. Él está formado en la escuela austriaca de economía que es una escuela de liberalismo total, incluso critican a los neoclásicos y por eso él es muy crítico del neoliberalismo de Macri. A Milei cuando le preguntan por el mejor ministro de economía del país, responde que fue Domingo Cavallo porque controló la inflación y estabilizó la economía, cosa que sí fue cierto en los últimos años de Cavallo. La inflación era descendente y era la “paz de los cementerios”, pero la inflación era negativa.
Entonces, ojo con eso, porque al hablar de Cavallo y de controlar la inflación, habrás de la convertibilidad y esa idea está creciendo si no se encuentran alternativas para controlar la inflación. O se opta por una política de izquierda, de precios máximos a rajatabla, o no se qué alternativas quedará. Lo que hay hasta ahora es un fracaso.