Resumen Latinoamericano, 9 de octubre de 2021.
El fuego volvió a avanzar en la provincia, a pesar de la dura lección del año pasado, cuando se perdieron 350 mil hectáreas. Vecinos y vecinas se organizaron en 19 brigadas para combatir las llamas, que, según el Gobierno de Córdoba, están bajo control después de una semana.
Hace una semana, Córdoba vive el deja vú de las llamas avanzando sobre el 3 por ciento de bosque nativo que conserva la provincia tras años de incumplimiento de la Ley de Bosques. Sobremonte, Tulumba y Río Seco son los departamentos afectados desde el viernes pasado. Cuarenta y seis mil las hectáreas perdidas, según el INTA. El jueves por la noche, el director de Defensa Civil cordobés, Diego Concha, aseguró que no quedaba “ningún foco activo”, pero no descartó que se vuelvan a reavivar: “Muchas zonas se mantienen caliente y representa riesgo de encenderse nuevamente con el viento”.
Caminiaga, Cerro Colorado, Alto Verde, El Perchel y La Plaza son sectores en los que el fuego, según Defensa Civil, ha sido controlado con la ayuda del descenso de la temperatura y la baja intensidad del viento. El jueves trabajaron en la zona equipos de Córdoba y de Nación con un total de nueve aviones hidrantes: cinco de la provincia y cuatro del Servicio del Manejo del Fuego. Pero desde los incendios récord de 2020 —cuando se perdieron cerca de 350 mil hectáreas— ante cada foco también se activan las decenas de nuevas brigadas comunitarias formadas por los vecinos.
Brigada del Monte de Capilla, Chiviquin Unquillo, Isquitipe Río Ceballos, Kamchira Cerro Azul, Chavascate- Agua de Oro, Inchin- Saldán, Brigada de Luyaba, Las Pichanas Traslasierras, Cabure Giardino, Paravachasca, Kalahuala-Los Reartes, son algunas de las 19 brigadas comunitarias que están activas trabajando en el terreno para contener el fuego y realizar las guardias de ceniza. Ahora lo hacen en los departamentos del noreste de la provincia, pero en agosto también combatieron durante otros cinco días en los incendios que afectaron el sur de Traslasierra.
Mientras los vecinos se organizan frente a los incendios que se repiten año tras año en Córdoba, con el denunciado trasfondo de intereses inmobiliarios y agropecuarios, el gobierno de Juan Schiaretti suma denuncias y polémicas por el manejo de fondos. La Fundación para la Defensa del ambiente (Funam) presentó una denuncia penal por “demora criminalmente la declaración de emergencia Roja que habilita el pleno auxilio de la Nación”.
En la semana no solo se perdieron miles de hectáreas del amenazado bosque nativo sino también la vida de tres personas que trataban de sofocar el fuego: Miguel Armas, de 48 años; Namir Cáceres, de 21 años; y su hermano Jesús (27), quien falleció ayer luego de cinco días de internación con el 80 por ciento de su cuerpo quemado.
Una de las demandas que pesan sobre el gobierno de Schiaretti es la creación del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes (ETAC). Una medida tomada como respuesta a la catástrofe ambiental que significó el descontrol de los incendios de 2020. El equipo es cuestionado por la Federación de Bomberos de Córdoba al tratarse de un organismo paralelo que recibió 441 millones de pesos para operar cinco bases, mientras que para los 184 cuarteles de la tradicional fuerza de combate al fuego se destinaron 171 millones de pesos.
La Mesa Provincial de Trabajo por los Derechos Humanos de Córdoba expresó esta semana su «enérgico repudio a la actitud negligente de quienes son responsables por la protección ambiental” de la provincia y lamentó que “luego de los devastadores incendios que sufrió nuestro territorio el año pasado, no parecen haberse tomado las medidas de prevención y alerta temprana”, a pesar de lo que el Estado recauda con el Fondo para la Prevención y Lucha contra el Fuego.
La mesa provincial denunció lo ocurrido año a año como un “etnocidio, terricidio y ecocidio en dimensión de catástrofe” y llamó a «colaborar con las ayudas que se soliciten desde las organizaciones que están trabajando en los focos del fuego, a quienes expresamos nuestro profundo agradecimiento y solidaridad”.
fuente: Tierra Viva