Por Karina Micheletto, Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
«Fue lo que soñamos, después de tantos años de lucha: tenemos literalmente el compromiso del Estado nacional, la firma del Presidente, para este proyecto de ley que nos unió a todos los sectores». Jacquelina Flores, secretaria general de la Federación de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR) está eufórica, dice que siente «una congoja de felicidad». Acaba de salir del Congreso, donde presentó junto al ministro de Ambiente, Juan Cabandié; el presidente del bloque de diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner; el secretario de Control y Monitoreo Ambiental, Sergio Federovisky; los diputados Federico Fagioli y Daniela Vilar, el proyecto de «Ley de envases con inclusión social».
“Es una ley que va a potenciar y dignificar el trabajo de los recicladores, y al mismo tiempo cuidar el lugar donde todas y todos vivimos”, sintetizó Máximo Kirchner durante la presentación. PUBLICIDAD
En las calles, tras marchar desde el obelisco, una multitudinaria concentración de recicladores –que los organizadores calcularon en 10 mil personas, y propusieron como «la marcha cartonera más grande del mundo»— hizo oír su apoyo a una iniciativa que fortalecerá el sector y sacará a más cartoneros de la informalidad.
Pensada como una ley ambiental, la inciativa plantea la «responsabilidad extendida del productor»: propone que todo aquel que elabora algún producto que se vende en un envase, sea el que se haga responsable por el tratamiento que deberá darse a ese envase luego del consumo, para reciclarlo. Con esta idea, fija una «tasa de inclusión» de hasta el 3 por ciento del precio del producto (es más baja cuanto más reciclable sea el envase, entre otras variables). Lo recaudado irá directo a programas que beneficien a los cartoneros, abrir nuevos centros de reciclado, eliminar los intermediarios, fortalecer las cooperativas, incorporar a más tabajadores al sistema formal.
Visibilizar
«Esta ley viene a impulsar una actividad que va a generar mucho empleo y dignidad a los trabajadores y trabajadoras del reciclado. Si se aprueba, transformará también la subjetividad de muchos argentinos y argentinas, que van a empezar a ver la necesidad de entrar en una cosmovisión donde las personas no sean más descartadas”, advirtió Cabandié.
«Pretende ser el dispositivo normativo que acompañe el plan de erradicación de basurales a cielo abierto que puso en marcha el ministerio de Ambiente”, sumó Federovisky.
Para Kirchner, el objetivo es “trabajar para que el compañero o la compañera que están buscando un plástico o un cartón se encuentre en una situación mucho mejor, sea visibilizado y reconocido como lo que es, un trabajador«. El presidente del bloque oficialista puso en relación este proyecto con la reciente sanción de la Ley de Etiquetado Frontal, y la media sanción de la ampliación de derechos para personas en situación de calle.
Los intendentes de Quilmes, Mayra Mendoza; Berazategui, Juan José Mussi; Ensenada, Mario Secco –municipios con activos programas ambientales de reciclado– estuvieron en el acto; también representantes de la Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados.
Registrar
Entre los puntos de la ley, está también la creación de un registro único de cartoneros. «Calculamos que somos entre 150 y 200 mil cartoneros. Sólo en la Federación somos 20 mil», dice Flores, que además de ser secretaria general de la organización es coordinadora del Programa de Promoción Ambiental, al que llegó cuando su cuerpo ya no pudo «cinchar» con el carro.
«La carreta la dejé hace 8 años para 9, cuando el médico me la prohibió: me trajo problemas en las cervicales, tengo la columna descalcificada. Porque acá es todo a tracción humana: nuestras carretas pesan entre 200 y 300 kilos, cada uno de esos bolsones blancos grandes pesa unos 90 kilos; para que un día te rinda tenés que llevar 4 ó 5″, grafica.
Claro que no es lo mismo para el que trabaja «por las suyas» y vende al intermediario que tiene su propio camión y balanza (no siempre fiable), que el que puede organizarse y cubrir otros trayectos de la logística: un kilo de cartón se vende a 15 pesos al intermediario; ya trasladado y enfardado puede ascender a 40.
«Fue hermoso presentar el proyecto con la firma del Presidente, que el Ejecutivo lo tome, y vamos a seguir luchando hasta que se sancione y se reglamente«, se planta Jaquelina.
Recuerda a algunos de los que los acompañaron cuando comenzaron a militar esta ley: Pino Solanas, Alcira Argumedo. «Pudimos hacer unidad con movimientos ambientalistas como Greeenpeace, Jóvenes por el Clima, Eco House. Eso fue muy bueno y se va creando una conciencia, la gente está entendiendo que somos el primer eslabón, y que literalmente nuestras manos cartoneras evitan el colapso ambiental».
Dignidad
La marcha se abrió paso escoltada por un enorme camión lleno de fardos de reciclado, y detrás cientos de carritos que iban dejando su música urbana por Avenida de Mayo. Uno era empujado por Ricardo, un cartonero de Quilmes, que forma parte del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos). Ricardo dice que es cartonero hace veinte años, pero que su vida cambió cuando logró organizarse.
«Yo antes salía con el carro y el caballo, y no sabía si volvía. Ahora me siento más seguro, sé que si me pasa algo tengo compañeros que están detrás mío. Y ya no me tratan como el basurero, el ciruja: ahora soy el reciclador urbano«, dice. «Esto es mi vida y me gusta lo que hago, sé que sirve, sé que estamos haciendo un bien al planeta. Pero recién ahora lo puedo ver bien. Estar organizado me devolvió la dignidad, yo cuando salgo a la mañana así vestido (con el chaleco de reciclador) a tomar el colectivo, estoy muy orgulloso. Igual que mis hijos».