Por Camilo Katari, Resumen Latinoamericano, 29 de octubre de 2021.
Ha pasado un año de la gestión de gobierno del Binomio Arce-Choquehuanca. Para algunos es una “segunda fase” del proceso de cambio, para otros, es “más de lo mismo” y finalmente, otros miran como una oportunidad para retornar al origen del proceso.
Para nosotros existen fenómenos, que debemos apuntar de manera crítica, porque pensamos que tener conciencia del momento que vivimos y su contexto ayuda a caminar en el sentido correcto.
Los Utawawas. Una traducción libre de este concepto aymara sería “alojados” y en el Instrumento Político existen por lo menos dos clases de “Utawawa”, están los que lograron conexiones con Evo Morales y ocuparon lugares prominentes en la administración pública, en otros casos se acomodaron en la estructura organizativa del Instrumento distribuyendo cargos y alcabalas como en tiempos coloniales.
Los utawawas, debido a su gran capacidad de sobrevivencia lograron “borrar” su pasado en partidos neoliberales y se encaramaron en las direcciones urbanas del Instrumento para realizar luego vergonzosos congresos como el de Tarija y Bermejo.
En el gobierno de “Lucho y David” también existen utawawas, que debido a “influencias” se mantienen en cargos públicos, que llegaron a esos cargos para frenar el proceso de cambio, como el Ministro de Justicia, que más bien alimenta de agua el molino del golpismo.
Finalmente, están los utawawas que sirven a la estrategia destructora del Instrumento, debilitando la imagen internacional del gobierno, nos referimos a improvisados Embajadores y/o Cónsules, que toman estos cargos como unas verdaderas “vacaciones doradas” o “exilios dorados”.
¿Confrontación o Conciliación? La ausencia de una línea política, nuevamente repite la experiencia pasada de “jugar” con las palabras, así pasamos del Capitalismo Andino, al Vivir Bien, luego a la Revolución Democrática y cultural, y finalmente recalamos en el Socialismo Comunitario, hoy sólo tenemos un eslogan: “Estamos saliendo adelante”.
La esperada orientación ideológica por parte del Vicepresidente se está prolongando, en un momento donde el golpismo sigue conspirando abiertamente. El falso dilema de confrontación o reconciliación debe quedar superado, admitiendo que las sociedades desde siempre, en su dinámica de crecimiento, producen enfrentamientos y reconciliaciones, estas últimas mediante el ejercicio de la complementariedad; en nuestro caso en una sociedad colonial, caracterizada por la colonialidad no se puede ejercitar la complementariedad con una oligarquía colonial y racista.
La Santa Inquisición. Como en tiempos de Juana de Arco, el cuerpo de una niña es sometida a cruel tormento, para solaz esparcimiento de una Iglesia que no puede controlar los impulsos pedófilos de muchos de sus “pastores” que en realidad son lobos sedientos de poder, como quedó demostrado en su nefasta participación en el golpe de Estado del año 2019.
Los cuervos alojados. El señor Calvo, presidente de la fábrica de Alcaldes y gobernadores, ha señalado que en Santa Cruz existen cuervos. ¡Cuánta verdad! Todos los extranjeros que recibieron favores de las dictaduras, traducidas en miles de hectáreas de tierra, son cuervos que se encargaron de “arrancar los ojos” a gran parte de la población urbana de Santa Cruz, por lo que los “tuertos son reyes” en un pueblo que ya se está quitando la venda de los ojos.
El Pacto de Unidad. Con muchas dificultades se va reunificando la voluntad política de las organizaciones, verdaderas constructoras del Estado Plurinacional. El divisionismo, acicateado por intereses personales, unas veces y otras por intervención de los quintacolumnistas, tiene sus efectos que debilitan, sobre todo a las direcciones. Son las bases, en comunidades ayllus, cabildos, tentas, las que obligan a superar las mezquindades para retomar la iniciativa en este largo caminar por la autodeterminación.
La COB. La máxima organización de los trabajadores propone una “purga” al interior de los ministerios y que en coordinación con el Pacto de Unidad tiene prevista una evaluación al Gabinete del presidente Arce, y dice que existen más de seis ministros que fueron observados por las organizaciones sociales. ¿Tiene moral la COB cuando el rol que asumió en pleno proceso de “pacificación” en el gobierno de facto, no tuvo la valentía de asumir defensa de “sus compañeros” de lucha y su dirigencia huyó de las negociaciones? La purga urge al interior de la misma COB por su traición al proceso y al movimiento popular.
La media clase. Se encuentra en un dilema, seguir la aventura de un remedo de Musolini, o asumir un prudente apoyo a un gobierno que le está permitiendo recuperar su economía; intentando en muchos casos, infiltrar a sus “chicos y chicas” en los entreveros del poder.
Hasta aquí un resumido estado de situación.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino