Bra­sil. Ase­si­na­ron al escri­tor de un libro sobre Marie­lle Franco

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 19 de octu­bre de 2021. 

Leu­vis Manuel Oli­ve­ro, de 38 años, murió tras ser acri­bi­lla­do des­de un auto en Río de Janei­ro. Había redac­ta­do dis­tin­tos mate­ria­les crí­ti­cos con la ges­tión de Jair Bolsonaro.

El últi­mo 10 de octu­bre, Leu­vis Manuel Oli­ve­ro, escri­tor del libro Memo­ria viva, don­de se rela­ta el caso de la con­ce­ja­la de izquier­da y femi­nis­ta Marie­lle Fran­co, fue ase­si­na­do en la vía pública. 

Según los tes­ti­gos, el hom­bre cami­na­ba por Tiju­ca, en la zona nor­te de Río de Janei­ro, cuan­do le dis­pa­ra­ron en la cabe­za y en el abdo­men des­de un auto. Cuan­do lle­gó la asis­ten­cia médi­ca, el escri­tor ya no tenía sig­nos vita­les. La poli­cía toda­vía no pudo dar con los res­pon­sa­bles del cri­men, y sus fami­lia­res se orga­ni­zan para exi­gir el escla­re­ci­mien­to del caso.

En total, Leu­vis había escri­to once libros. Entre ellos, Cuan­do el odio gober­na­ba, la calle habla­ba (“Enquan­to o ódio gover­na­va, a rua fala­va”, en por­tu­gués), don­de se expo­nen múl­ti­ples crí­ti­cas al gobierno del pre­si­den­te Jair Bolsonaro.

Leu­vis (o “Lu”, como le decían sus ami­gos), nació en Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na, pero tenía nacio­na­li­dad esta­dou­ni­den­se. Vivió duran­te diez años en Bra­sil, don­de mili­tó por dife­ren­tes cau­sas socia­les. Según el por­tal de noti­cias de Bra­sil O Dia, sus alle­ga­dos ase­gu­ra­ron que Oli­ve­ro lle­gó a denun­ciar que se sen­tía perseguido. 

“Él esta­ba muy com­pro­me­ti­do con las cau­sas socia­les y com­ba­tió el pre­jui­cio en todas sus for­mas, reli­gio­sas, racia­les, socia­les. Era un chi­co posi­ti­vo, un paci­fis­ta, y se invo­lu­cra­ba mucho en las cau­sas por las que lucha­ba. Fue­ra de su mili­tan­cia, era un gran padre, esta­ba siem­pre con su hija. Un gran hom­bre, súper inte­li­gen­te, ser­vi­cial, ayu­da­ba a todo el mun­do”, recor­dó uno de sus ami­gos, que pre­fi­rió man­te­ner su iden­ti­dad anó­ni­ma, al mis­mo medio. 

En su libro Memo­ria viva, Lu explo­ra el lega­do de la con­ce­ja­la Fran­co a tra­vés de las expre­sio­nes calle­je­ras, como graf­fi­tis y pin­ta­das. “Las inves­ti­ga­cio­nes con­ti­núan y se acer­ca otro ani­ver­sa­rio de su muer­te, las pre­gun­tas per­ma­ne­cen, pero las calles no olvi­dan, y esta efu­sión de amor y apo­yo refle­jan el impac­to de Marie­lle en esta ciu­dad”, reza el tex­to publi­ca­do en mar­zo del 2020.

El cri­men impu­ne de Marielle

A más de tres años y medio de su fusi­la­mien­to y el de su cho­fer, Ander­son Gome, toda­vía se des­co­no­ce cuá­les fue­ron las moti­va­cio­nes del cri­men. Si bien Ron­nie Les­sa (sar­gen­to reti­ra­do de la Poli­cía Mili­tar) y Élcio Quei­rós (ex PM) fue­ron impu­tados por ser los ase­si­nos mate­ria­les de la con­se­ja­la Cario­ca, se man­tie­ne la impu­ni­dad de los diri­gen­tes polí­ti­cos impli­ca­dos en el caso.

El exgo­ber­na­dor de Río de Janei­ro des­ti­tui­do por corrup­ción, Wil­son Witzel, denun­ció en junio de este año que el pre­si­den­te Jair Bol­so­na­ro y el exmi­nis­tro de Jus­ti­cia Sér­gio Moro tra­ba­ja­ron para su des­ti­tu­ción lue­go de que la Poli­cía de inves­ti­ga­cio­nes encon­tró nexos entre la fami­lia del man­da­ta­rio y los dete­ni­dos que efec­tua­ron la ejecución.

“Des­pués de que la poli­cía de Río detu­vo a los dos ase­si­nos del caso Marie­lle, Bol­so­na­ro me dejó de hablar”, sen­ten­ció el ex alia­do bolsonarista.