Cuba. La empre­sa esta­tal socia­lis­ta es nues­tra prin­ci­pal fuen­te de rique­za, bien­es­tar y prosperidad

Por René Tama­yo León, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de octu­bre de 2021.

La prio­ri­dad del sis­te­ma empre­sa­rial cubano tie­ne que ser el mer­ca­do interno, insis­te Pri­mer Secre­ta­rio del Comi­té Cen­tral del Par­ti­do Comu­nis­ta, Miguel Díaz-Canel Ber­mú­dez, en encuen­tro con empresarios.

Un nue­vo inter­cam­bio con eje­cu­ti­vos del sis­te­ma empre­sa­rial esta­tal sos­tu­vo el Pri­mer Secre­ta­rio del Comi­té Cen­tral del Par­ti­do Comu­nis­ta y Pre­si­den­te de la Repú­bli­ca, Miguel Díaz Canel Ber­mú­dez, don­de se ana­li­zó la implan­ta­ción de la Tarea Orde­na­mien­to des­de un enfo­que empre­sa­rial, y los resul­ta­dos de las medi­das para for­ta­le­cer a esas entidades.

La empre­sa esta­tal, como actor pri­mor­dial de la eco­no­mía cuba­na, es sin dudas la mayo­ri­ta­ria fuen­te de rique­za, bien­es­tar y pros­pe­ri­dad de nues­tra socie­dad, por lo que ha sido obje­to de los prin­ci­pa­les cam­bios y medi­das eco­nó­mi­cas y orga­ni­za­ti­vas en la últi­ma eta­pa, como debe ser para el ope­ra­dor de los medios fun­da­men­ta­les de pro­duc­ción y ser­vi­cios en el socia­lis­mo, de los que es due­ño el pueblo.

A pesar de la agu­di­za­ción del blo­queo eco­nó­mi­co, comer­cial y finan­cie­ro del gobierno de EE.UU. con­tra Cuba, de las 243 medi­das impues­tas por la admi­nis­tra­ción Trump y que su suce­sor Joseph Biden man­tie­ne intac­tas, y a pesar de los efec­tos de la pan­de­mia de COVID-19, los fru­tos de esas trans­for­ma­cio­nes, sin embar­go, dis­tan de lo que se espera.

La empre­sa esta­tal socia­lis­ta ha sido obje­to de las prin­ci­pa­les trans­for­ma­cio­nes de polí­ti­cas y medi­das, pero en muchas de ellas no se aca­ba de asu­mir —por direc­ti­vos y tra­ba­ja­do­res— que tam­bién son los prin­ci­pa­les suje­tos de esos cambios.

El hecho fue abor­da­do crí­ti­ca­men­te por el pre­si­den­te Miguel Díaz-Canel; por el Pri­mer Minis­tro, Manuel Marre­ro Cruz, y por el vice pri­mer minis­tro Ale­jan­dro Gil Fer­nán­dez, minis­tro de Eco­no­mía y Planificación.

El inter­cam­bio tam­bién estu­vo enca­be­za­do por Sal­va­dor Val­dés Mesa, Vice­pre­si­den­te de la Repú­bli­ca, y Joel Quei­po Ruiz, miem­bro del Secre­ta­ria­do del Comi­té Cen­tral del Par­ti­do y jefe de su Depar­ta­men­to Eco­nó­mi­co. Asis­tió el vice pri­mer minis­tro Ricar­do Cabri­sas Ruiz, varias minis­tras y minis­tros y otras autoridades.

Los cam­bios no han sido pocos

El eje del encuen­tro fue una pre­sen­ta­ción del com­pa­ñe­ro Marino Muri­llo Jor­ge, jefe de la Comi­sión per­ma­nen­te de Imple­men­ta­ción y Desa­rro­llo de los Linea­mien­tos, quien seña­ló que en los meses trans­cu­rri­dos de la Tarea Orde­na­mien­to los cam­bios no han sido pocos.

En el perío­do —expli­có— se han adop­ta­do más de 250 deci­sio­nes y se han emi­ti­do o modi­fi­ca­do 145 nor­mas jurí­di­cas como par­te del segui­mien­to a la Tarea. Se inclu­yen medi­das vin­cu­la­das a pro­ce­sos de ajus­tes y rec­ti­fi­ca­ción de pro­ble­mas de dise­ño y de implan­ta­ción de esta, y para enfren­tar des­via­cio­nes deri­va­das del difí­cil con­tex­to eco­nó­mi­co pro­vo­ca­do por la agu­di­za­ción del blo­queo y por la pandemia.

Al expli­car los resul­ta­dos de la Tarea Orde­na­mien­to en el sis­te­ma empre­sa­rial has­ta junio pasa­do —algu­nos aná­li­sis abar­ca­ron tam­bién has­ta agos­to — , infor­mó, entre otros datos, que 488 empre­sas repor­ta­ron pérdidas.

El 82 por cien­to se con­cen­tran en el sec­tor agro­pe­cua­rio, en el gru­po Azu­ca­re­ro (AZCUBA), en comer­cios pro­vin­cia­les, en empre­sas subor­di­nas a gobier­nos terri­to­ria­les, en el gru­po empre­sa­rial Side­ro­me­cá­ni­co (GESIME) y en el gru­po empre­sa­rial de la Indus­tria Ali­men­ta­ria (GEIA).

Muri­llo Jor­ge comen­tó que uno de los pro­ble­mas fun­da­men­ta­les en la implan­ta­ción de la Tarea ha sido la infla­ción, muy por enci­ma de la dise­ña­da, lo que ha pro­vo­ca­do que la prin­ci­pal que­ja de la pobla­ción sobre la medi­da apli­ca­da a par­tir del 1ro de enero pasa­do sea la rela­ción salario/​precios.

El aná­li­sis del Jefe de la Comi­sión de Imple­men­ta­ción fue segui­do por el des­car­go de algu­nos jefes de orga­ni­za­cio­nes empre­sa­ria­les, a pro­pó­si­to de un «deta­lle» nada míni­mo: entre «per­de­do­ras» y «gana­do­ras» (que son mayo­ría en las que ope­ra­ron en el perío­do), hay no pocas empre­sas simi­la­res. ¿Enton­ces, por qué unas sí tie­nen uti­li­da­des y otras pare­ci­das no?

La esen­cia está en el mer­ca­do nacional

A pro­pó­si­to de los resul­ta­dos posi­ti­vos (uti­li­da­des median­te) de la Indus­tria Cuba­na del Mue­ble, que ha sido capaz de fabri­car bue­na par­te del mobi­lia­rio que deman­dan las ins­ta­la­cio­nes del Turis­mo —pre­vio finan­cia­mien­to de este sec­tor — , el Pre­si­den­te recal­có la nece­si­dad de ela­bo­rar sur­ti­dos de este tipo para la pobla­ción y su ven­ta en pesos cuba­nos (CUP).

Los ingre­sos en mone­da libre­men­te con­ver­ti­ble (MLC) que reci­be esta indus­tria para reapro­vi­sio­nar­se deben ser­vir tam­bién para hacer las pro­duc­cio­nes más disí­mi­les con des­tino al mer­ca­do nacio­nal, lo que requie­re apro­ve­char has­ta los sub­pro­duc­tos que hay en la entidad.

Expo­nien­do un con­cep­to gene­ral para todo el sis­te­ma empre­sa­rial esta­tal, Díaz-Canel seña­ló que «no pue­den per­der­se las esen­cias». Las medi­das adop­ta­das para que la empre­sa socia­lis­ta dis­pon­ga de más divi­sas, inclu­yen­do lo que ven­de en MLC en el mer­ca­do nacio­nal, son para que pro­por­cio­ne más bie­nes y ser­vi­cios a la pobla­ción, aclaró.

El Jefe de Esta­do mani­fes­tó su con­ven­ci­mien­to de que pue­de tener­se ren­ta­bi­li­dad y satis­fa­cer la deman­da de la pobla­ción. Tene­mos que pen­sar en el futu­ro y tam­bién en el pre­sen­te, y reor­de­nar­nos para pro­du­cir más para el mer­ca­do en mone­da nacio­nal, sentenció.

Abun­dan­do aún más en su tesis, indi­có que expor­tar es una nece­si­dad, pero hay que ver­lo como una vía para adqui­rir divi­sas con el cri­te­rio de que es una fuen­te para incre­men­tar la pro­duc­ción nacio­nal para el mer­ca­do interno.

Estas empre­sas deben, a la vez, ser capa­ces de impul­sar enca­de­na­mien­tos pro­duc­ti­vos al inte­rior de la eco­no­mía para sus­ti­tuir importaciones.

Esto, sin embar­go —con­ti­nuó — , requie­re que en nues­tras empre­sas pri­me la inno­va­ción. La for­ta­le­za del socia­lis­mo está en la empre­sa esta­tal socia­lis­ta, y tene­mos que ser los que sien­ten la pau­ta, tene­mos que ser inspiradores.

¿Quién gene­ra más empleo en nues­tro sis­te­ma? La empre­sa esta­tal. ¿Quién hace las mayo­res inver­sio­nes? La empre­sa esta­tal. Enton­ces, tene­mos que hacer más inves­ti­ga­ción, más desa­rro­llo; tene­mos que ser más innovadores.

Y la prin­ci­pal inno­va­ción que nece­si­ta la empre­sa esta­tal socia­lis­ta es una inno­va­ción orga­ni­za­cio­nal. Y todo esto —agre­gó— está en los docu­men­tos rec­to­res de la nación; está en la Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca, por­que la empre­sa esta­tal socia­lis­ta es par­te de nues­tro sis­te­ma político.

Hacer las cosas de for­ma diferente

«Nece­si­ta­mos estre­me­cer el sec­tor empre­sa­rial esta­tal», seña­ló el Jefe del Gobierno de la Repú­bli­ca, Manuel Marre­ro Cruz, refe­ren­cian­do el Infor­me Cen­tral pre­sen­ta­do por el Gene­ral de Ejér­ci­to Raúl Cas­tro Ruz y el dis­cur­so de clau­su­ra del Pri­mer Secre­ta­rio, Miguel Díaz-Canel Ber­mú­dez, en el 8vo Con­gre­so del Par­ti­do Comu­nis­ta de Cuba.

El Pre­mier sub­ra­yó que las medi­das toma­das para dar­le más auto­no­mía y otras muchas fle­xi­bi­li­da­des en la toma de deci­sio­nes, ha dota­do a la empre­sa esta­tal —a sus eje­cu­ti­vos y tra­ba­ja­do­res— de ele­men­tos sufi­cien­tes para avan­zar, pero la res­pues­ta aún no alcan­za la velo­ci­dad que se necesita.

El sis­te­ma empre­sa­rial está dota­do de herra­mien­tas sufi­cien­tes para hacer pro­fun­das trans­for­ma­cio­nes, sin embar­go, muchas deci­sio­nes adop­ta­das no se están apli­can­do, reco­no­ció. Nece­si­ta­mos —expu­so— hacer las cosas de mane­ra dife­ren­te, y tam­bién dar­le más pro­ta­go­nis­mo a las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res en estos cam­bios, escu­char­los más, pero no esta­mos crean­do esos espa­cios, segui­mos con la buro­cra­cia, con los vie­jos métodos.

La Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca lo dice

En las con­clu­sio­nes del encuen­tro, el Pri­mer Secre­ta­rio ubi­có la reu­nión de este sába­do con el empre­sa­ria­do como otro paso en el obje­ti­vo de seguir trans­for­man­do, con­so­li­dan­do y for­ta­le­cien­do el sis­te­ma empre­sa­rial esta­tal como prin­ci­pal agen­te en la eco­no­mía socialista.

Poten­ciar su papel como actor fun­da­men­tal es una obli­ga­ción cons­ti­tu­cio­nal, refle­xio­nó el man­da­ta­rio leyen­do y comen­tan­do cua­tro artícu­los de la Car­ta Mag­na que esta­ble­cen pau­tas sobre el fun­cio­na­mien­to de la eco­no­mía nacio­nal, el régi­men de pro­pie­dad, la par­ti­ci­pa­ción de los tra­ba­ja­do­res, el papel de la cien­cia, la tec­no­lo­gía y la inno­va­ción, y el suje­to eco­nó­mi­co principal.

Sobre el Artícu­lo 18 de la Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca, que esta­ble­ce que en Cuba «rige un sis­te­ma de eco­no­mía socia­lis­ta basa­do en la pro­pie­dad de todo el pue­blo sobre los medios fun­da­men­ta­les de pro­duc­ción como la for­ma de pro­pie­dad prin­ci­pal», recor­dó que quie­nes repre­sen­tan al pue­blo en la admi­nis­tra­ción de estos medios fun­da­men­ta­les son las empre­sas esta­ta­les. Este artícu­lo tene­mos que inte­rio­ri­zar­lo, bus­car y asu­mir la con­no­ta­ción que tie­ne y sig­ni­fi­ca, subrayó.

Con res­pec­to al Artícu­lo 20, don­de se seña­la que los «tra­ba­ja­do­res par­ti­ci­pan en los pro­ce­sos de pla­ni­fi­ca­ción, regu­la­ción, ges­tión y con­trol de la eco­no­mía» y la ley «regu­la la par­ti­ci­pa­ción de los colec­ti­vos labo­ra­les en la admi­nis­tra­ción y ges­tión de las enti­da­des empre­sa­ria­les esta­ta­les y uni­da­des pre­su­pues­ta­das», seña­ló que para que haya par­ti­ci­pa­ción demo­crá­ti­ca y apor­tes —que mucho se nece­si­tan — , hay que gene­rar espa­cios de deba­te sufi­cien­tes don­de las tra­ba­ja­do­ras y tra­ba­ja­do­res pue­dan emi­tir cri­te­rios, pro­pues­tas, insatisfacciones.

Des­pués que se creen esos espa­cios —expli­có Díaz-Canel— debe­mos crear otros que per­mi­tan imple­men­tar lo que se ha dis­cu­ti­do, que no pue­den ser solo las deci­sio­nes admi­nis­tra­ti­vas, sino tam­bién la con­cien­ti­za­ción de los tra­ba­ja­do­res de que hay que rea­li­zar lo acor­da­do entre todos, y el rol que cada cual tie­ne en su cumplimiento.

Una ter­ce­ra con­di­ción para cum­plir con la ges­tión par­ti­ci­pa­ti­va en una empre­sa —aña­dió el Pri­mer Secre­ta­rio— es que en estos pro­ce­sos tie­ne que haber trans­pa­ren­cia, y para que haya trans­pa­ren­cia hay que ren­dir cuen­tas, tan­to quie­nes diri­gen las empre­sas como los colec­ti­vos laborales.

Estos pro­ce­sos de ren­di­ción de cuen­tas exi­gen a su vez —sumó— que haya trans­pa­ren­cia en la infor­ma­ción eco­nó­mi­ca, en las deci­sio­nes que se toman. Cuan­do arti­cu­la­mos estos tres tipos de espa­cio (para el deba­te, para la imple­men­ta­ción y para la ren­di­ción de cuen­tas) en una empre­sa, enton­ces sí hay participación.

Sobre el Artícu­lo 21 de la Cons­ti­tu­ción de la Repú­bli­ca, don­de se esta­ble­ce que el «Esta­do pro­mue­ve el avan­ce de la cien­cia, la tec­no­lo­gía y la inno­va­ción como ele­men­tos impres­cin­di­bles para el desa­rro­llo eco­nó­mi­co y social», Díaz-Canel argu­men­tó que en el sis­te­ma empre­sa­rial esta­tal aún es insu­fi­cien­te la pro­mo­ción y uti­li­za­ción de la inves­ti­ga­ción cien­tí­fi­ca y la inno­va­ción para solu­cio­nar los problemas.

El pri­me­ro que tie­ne que defen­der la cien­cia y la inno­va­ción y la polí­ti­ca que exis­te sobre este asun­to en una empre­sa es su direc­tor. Tener una cul­tu­ra de inno­va­ción impli­ca en pri­mer lugar saber qué fuer­za cali­fi­ca­da hay en la enti­dad para hacer­la, entre ellas los jóve­nes, que vie­nen bien for­ma­dos y con muchos deseos, pero a veces, por el tra­ta­mien­to que les damos, se nos van de la empresa.

Lo segun­do es crear un con­se­jo téc­ni­co-ase­sor, y que ten­ga auto­no­mía, que pon­ga las con­tra­dic­cio­nes que hay en la empre­sa sobre la mesa y que pro­pon­ga, pero para eso hay que tener en ellos per­so­nas osa­das, per­so­nas «incó­mo­das» —como se dice — , per­so­nas que me cues­tio­nen como direc­tor de empre­sa, no «que estén dicien­do sí» a todo lo que yo digo.

La inves­ti­ga­ción y la inno­va­ción en una empre­sa tam­bién requie­ren poner­le finan­cia­mien­to a esa acti­vi­dad, que es la que nos dará muchas solu­cio­nes, seña­ló el Pri­mer Secretario.

Con res­pec­to al Artícu­lo 27 de la Car­ta Mag­na, don­de se fija que la «empre­sa esta­tal socia­lis­ta es el suje­to prin­ci­pal de la eco­no­mía nacio­nal. Dis­po­ne de auto­no­mía en su admi­nis­tra­ción y ges­tión; desem­pe­ña el papel prin­ci­pal en la pro­duc­ción de bie­nes y ser­vi­cios y cum­ple con sus res­pon­sa­bi­li­da­des socia­les», Díaz-Canel les pidió hacer un aná­li­sis de cómo se cum­plen estos pre­cep­tos en sus empresas.

Refi­rién­do­se al con­cep­to de «res­pon­sa­bi­li­dad social» y a pro­pó­si­to de la trans­for­ma­ción que se está rea­li­zan­do en los barrios, pro­ta­go­ni­za­da por sus pro­pios habi­tan­tes con apo­yo de las enti­da­des, sub­ra­yó que nin­gu­na empre­sa pue­de estar aje­na a los pro­ble­mas que exis­ten en los barrios don­de están ubicadas.

¿Se pue­de estar ajeno cuan­do muchos de los tra­ba­ja­do­res que hay en una empre­sa pue­den vivir en esos barrios o cer­ca de ellos o en otros que tam­bién tie­nen igua­les pro­ble­mas, y cuan­do muchos de tus tra­ba­ja­do­res pue­den tener vul­ne­ra­bi­li­da­des? ¿Se pue­de estar ajeno a esos pro­ble­mas cuan­do la empre­sa pue­de apo­yar a esa comu­ni­dad sin vio­lar nada de lo esta­ble­ci­do, pre­vien­do en los pre­su­pues­tos accio­nes que pue­den mejo­rar esa comu­ni­dad?, se pre­gun­tó Díaz-Canel. La empre­sa esta­tal tam­bién está repre­sen­tan­do al Esta­do cubano en ese lugar, definió.

Con res­pec­to al pre­cep­to cons­ti­tu­cio­nal de que «la empre­sa esta­tal socia­lis­ta desem­pe­ña el papel prin­ci­pal en la pro­duc­ción de bie­nes y ser­vi­cios», se pre­gun­tó en qué pun­to está cada cual en el cum­pli­mien­to del Artícu­lo 27 —inde­pen­dien­te­men­te de las limi­ta­cio­nes — , cuan­do en el país hay un gran des­abas­te­ci­mien­to de bie­nes y ser­vi­cios para la población

Abor­dan­do la cues­tión de la auto­no­mía de la empre­sa esta­tal socia­lis­ta, otro man­da­to cons­ti­tu­cio­nal, seña­ló que se han adop­ta­do deci­sio­nes para favo­re­cer­la; sin embar­go, toda­vía tene­mos ele­men­tos de auto­no­mía que están que­bra­dos por­que aún no hay una ade­cua­da rela­ción orga­nis­mos de la admi­nis­tra­ción cen­tral del Esta­do (OACE)/organizaciones supe­rio­res de admi­nis­tra­ción empre­sa­rial (OSDE)/empresas, pero tam­bién —dijo— por­que hay empre­sas que no están apro­ve­chan­do la auto­no­mía que se les ha dado y siguen espe­ran­do orien­ta­cio­nes de «arri­ba».

En el ini­cio de su inter­ven­ción de clau­su­ra del encuen­tro con el empre­sa­ria­do del sis­te­ma esta­tal, Díaz-Canel recor­dó que ya se habían sis­te­ma­ti­za­do tri­mes­tral­men­te en otros for­ma­tos, pero aho­ra se rea­li­za­rán, como míni­mo, de for­ma men­sual, en dife­ren­tes com­po­si­cio­nes y temas.

Si esta­mos hablan­do sobre el prin­ci­pal actor de la eco­no­mía —dijo — , todo lo que poda­mos dis­cu­tir, todo el con­sen­so que poda­mos cons­truir con la expe­rien­cia de todos, con las opi­nio­nes de todos, es muy útil y nece­sa­rio para poder tomar deci­sio­nes que per­mi­tan avan­zar en el obje­ti­vo de seguir trans­for­man­do, con­so­li­dan­do y for­ta­le­cien­do el sec­tor empre­sa­rial estatal.

Poten­ciar la empre­sa esta­tal como actor fun­da­men­tal de nues­tro mode­lo eco­nó­mi­co-social socia­lis­ta —agre­gó— no es una defi­ni­ción úni­ca­men­te eco­nó­mi­ca, es una defi­ni­ción polí­ti­ca, es poten­ciar el papel que tie­ne que jugar un actor que repre­sen­ta una par­te impor­tan­te del con­cep­to de pro­pie­dad esta­tal socia­lis­ta sobre los prin­ci­pa­les medios de producción.

«Si no desa­rro­lla­mos la empre­sa esta­tal socia­lis­ta —defi­nió Díaz-Canel— no esta­mos cons­tru­yen­do el socialismo».

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