Por Edwin Segura, Resumen Latinoamericano, 4 de octubre de 2021.
La mayoría de salvadoreños se siente ajena al sistema de pensiones, sobre el mismo pesan más las opiniones negativas, y esto último se debe principalmente a la cantidad baja de dinero que reciben al final de cada mes los pocos pensionados.
Los salvadoreños esperan que la reforma de pensiones prometida por el gobierno traiga más beneficios, pero no están seguros de cómo pueda lograrse. Eso sí, esperan que no haya aumentos en la cotizaciones ni aumento en la edad de retiro, según la encuesta más reciente realizada por LPG Datos, la unidad de investigación social de LA PRENSA GRÁFICA.
En el estudio fueron entrevistadas 1,506 personas de todo el país, entre el 18 y el 24 de agosto del año en curso, lo que permite hacer inferencias con un margen de error del 2.6 % y un nivel de confianza del 95 %.
La primera pregunta que hizo a los entrevistados fue: – En general, ¿qué tanto conoce usted sobre cómo funciona el actual sistema de pensiones? ¿Lo conoce Muy bien, bien, mal o muy mal? El 21 % dijo que lo conoce bien o muy bien, mientras que el 32.9 % dijo que mal o muy mal, el 13.1 % dijo que regular, y el resto no respondió a la pregunta.
En este punto, hay que recordar que el sistema de pensiones es un conjunto de instituciones y de leyes que sirven para proteger a los trabajadores que ya no pueden seguir laborando por su edad avanzada o por problemas de salud o accidente. La protección también cumbre a los familiares del trabajador, en caso de que este fallezca.
Los trabajadores, para acceder a estos beneficios, deben que tener un trabajo formal, y que ellos y sus patronos paguen un aporte mensual (cotización).
El gran problema del sistema de pensiones en El Salvador, en este sentido, es que tiene una baja cobertura, ya que solo uno de cada cuatro trabajadores cotiza. De los 3.5 millones afiliados al Sistema de Ahorros para Pensiones (SAP) solo 763,214 están cotizando.
La mayoría de trabajadores, en otras palabras, llegará a la mayoría de edad sin saber cómo sobrevivirá cuando ya no tenga fuerzas para trabajar. No es extraño, entonces, que la mayoría de la población tenga poco o ningún conocimiento sobre un sistema del cual está excluido.
Luego, se preguntó a los entrevistados qué piensan, en general, del sistema de pensiones: el 23.1 % lo calificó como bueno o muy bueno, el 32.8 %, como malo o muy malo, el 8.6 %, como regular y el resto no opinó.
Las personas que lo califican como bueno, destacan, que ayuda a las personas mayores, que recién hubo un aumento de la pensión mínima, que es bueno para quien tiene una pensión, entre otras.
Los que lo califican como malo dijeron que la pensión es muy baja, que hay denegación de peticiones de pensión y que es mal manejado.
A los entrevistados se les pidió, luego, que señalaran los aspectos positivos y negativos del sistema de pensiones. El 25.7 % mencionó algún aspecto positivo, mientras que el 36.9 % señaló algún aspecto negativo. Estos datos reflejan una vez más el siguiente hecho: la mayoría de la gente se siente ajena al sistema de pensiones, ya que seis de cada 10 entrevistados puede decir algo bueno o malo del sistema.
Los datos reflejan también que el sistema en sí tiene más opiniones negativas que positivas, y que esto se debe a los montos bajos de las pensiones.
¿Qué esperan las personas de la reforma de pensiones que ha prometido el gobierno desde que estaba en campaña hace más de dos años y medio?. Los entrevistados que han opinado al respecto dicen lo obvio: que mejoren las pensiones, que se aumenten las pensiones. Hay otros que solo esperan que la pensión sea la justa y digna.
Finalmente, se preguntó a los ciudadanos cómo se puede lograr lo que ellos esperan de una reforma de pensiones. Esto, por supuesto, es materia técnica, pero la intención era recopilar las opiniones de los ciudadanos. La mayoría dice que reformando la ley, que se haga el aumento prometido, que los políticos dejen de robar y que sean honestos, que se escuche la participación del pueblo, que la Asamblea Legislativa trabaje unida y que haya un diálogo en torno al tema.
Fuente: Prensa gráfica