Adrián Moyano /Resumen Latinoamericano, 22 de octubre de 2021
Como en los tiempos de la Campaña al Desierto, ejercer racismo hacia el pueblo mapuche se convirtió en argumento de atractivo electoral para al menos, dos fuerzas políticas.
En los últimos meses, volvimos a escuchar de boca de legisladores nacionales, funcionarios provinciales y figuras rutilantes de la derecha neoliberal, los mismos argumentos que 140 años atrás, esgrimieron Julio Roca y sus secuaces intelectuales: que los mapuches vinieron de Chile, que el verdadero pueblo originario de la Patagonia es el tehuelche, que los mapuches son terroristas… Falacias todas que nadie con rigor intelectual u honestidad puede sostener sin incurrir en negacionismo, pero que adquirieron nuevo lustre con tal de desconocer los derechos territoriales mapuches.
El Espacio de Articulación Mapuche y Construcción Política (EAMyCP), junto a Tukülpan Colectivo Intercultural, convocan y organizan «Octubre no es octubre», una acción intercultural antirracista que se concretará el próximo domingo (24 de octubre) desde las 17, en la Plazoleta de la Memoria de Dina Huapi, donde, entre otras víctimas del Terrorismo de Estado, se recuerda a nuestro longko Antonio Modesto Inakayal, cuyo antiguo territorio incluía la margen sur del lago Nahuel Huapi antes de la llegada del Ejército (1881).
Porque la palabra es el monumento que supieron legar los antiguos mapuche, participarán de la actividad la poeta Viviana Ayilef (Trelew), el también poeta Jorge Spíndola (Comodoro Rivadavia), habrá una clase abierta de mapuzungun a cargo de la colectiva Mapu Zomo, música con Anahí Rayen Mariluan y otros invitados. Participarán el Grupo de Susurradoras del Instituto de Formación Docente Continua de Bariloche, Yuyos Malditos – Activismo Poético y la Organización Ecologista Piuke.
Sacaremos nuestra palabra para arrinconar al racismo que se escuda detrás de la defensa del derecho a la propiedad ‑de grandes capitalistas y beneficiarios de la Campaña al Desierto‑, del respeto a la ley ‑que nunca se cumple cuando salvaguarda derechos indígenas- y de la paz social ‑la del cementerio lleno de «indios» muertos-. Una vez más, saldremos a la calle para encontrarnos con nuestras vecinas y vecinos para mirarnos a los ojos y que todos puedan ver, quiénes son los que mienten.
FUENTE: El Extremo Sur