Nación Mapu­che. «Es fal­so el rela­to de que los mapu­ches son de Chi­le; se ins­ta­ló duran­te la Cam­pa­ña del Desierto»

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 24 de octu­bre de 2021

La antro­pó­lo­ga Dia­na Len­ton, espe­cia­lis­ta en geno­ci­dio y polí­ti­cas argen­ti­nas, dia­lo­gó con Canal Abier­to sobre la extran­je­ri­za­ción del pue­blo mapu­che en Argen­ti­na y el mito de que pro­vie­nen de Chi­le: «Hay muchí­si­mas cró­ni­cas y docu­men­tos de sacer­do­tes, comer­cian­tes, mili­ta­res argen­ti­nos y extran­je­ros que reco­rrían la Pata­go­nia que con­ta­ban con quie­nes se iban encon­tran­do y era con los lon­kos, caci­ques mapu­che y tehuel­ches que habi­ta­ban esas tie­rras», con­tó. Se tra­ta de una «alian­za polí­ti­co-cien­tí­fi­ca que tenía que ver con el nacio­na­lis­mo de la época».

«Lo curio­so es quien fue el pri­me­ro en ins­ta­lar la idea de que los mapu­che son chi­le­nos fue Esta­nis­lao Zeba­llos, quien fue el pri­me­ro en poner­lo por escri­to y es quien armó el pro­yec­to de exten­sión del minis­tro de gue­rra Gen­ral Roca en 1878 para gene­rar el emprés­ti­to pri­va­do que finan­cia­ra la Cam­pa­ña al Desier­to, y le pide a Zeba­llos que le escri­ba una fun­da­men­ta­ción». Deta­lla Len­ton. «Éste escri­be un libro que se lla­ma la Con­quis­ta de las quin­ce mil leguas dón­de pone que los arau­ca­nos son chi­le­nos y por lo tan­to está bien hacer la gue­rra con­tra ellos y expul­sar­los. Ésto que­dó ins­ta­la­do como si fue­ra cono­ci­mien­to cien­tí­fi­co, por­que lamen­ta­ble­men­te hubo par­te de la aca­de­mia duran­te la pri­me­ra mitad del siglo XX sobre todo, que abo­nó a esa idea, pero era una alian­za polí­ti­co cien­tí­fi­ca que tenía que ver con el nacio­na­lis­mo de esa épo­ca y se hizo pasar éste argu­men­to que es de ori­gen polí­ti­co como si fue­ra un argu­men­to cien­tí­fi­co». La antro­pó­lo­ga des­ta­ca que en la actua­li­dad no hay prue­bas que sos­ten­gan este argumento.

«Este es un con­flic­to que vie­ne des­de hace mucho tiem­po y tie­ne que ver con una situa­ción al noroes­te de la pro­vin­cia de Chu­but, don­de se encuen­tran gran­des estan­cias; entre las más cono­ci­das las de Benet­ton», expresó.

«Es un lugar el noroes­te don­de hay muchí­si­mas comu­ni­da­des mapu­ches y tehuel­ches. Algu­nas son mapu­che tehuel­che, es decir que viven jun­tos. El con­flic­to tie­ne que ver con el lugar don­de se esta­ble­ció hace mucho tiem­po el Caci­que Ñan­cu­che que es uno de los más cono­ci­dos. Es decir, tie­ne una reali­dad his­tó­ri­ca de ser lugar de vivien­da y esta­ble­ci­mien­to de fami­lias mapu­che y tehuel­ches des­de hace mucho tiem­po, des­de antes y des­pués a la Cam­pa­ña del Desier­to», agre­gó la especialista.

Len­ton recuer­da el des­po­jo de tie­rras que sufrie­ron las comu­ni­da­des tras el rema­te de tie­rras de la Cam­pa­ña del Desier­to; casi un millón de tie­rras que fue­ron com­pra­das por la Com­pa­ñía ingle­sa Tie­rras del Sur, para des­ti­nar­las a la cría de ove­jas, un esce­na­rio que se man­tie­ne has­ta la actualidad.

«A par­tir de 1890 ya había leyes que prohi­bían la ven­ta e impe­dir el lati­fun­dio, sobre todo a com­pa­ñías extran­je­ras, sin embar­go se las arre­gla­ron para hacer las com­pras y todas esas tie­rras gana­das en la Cam­pa­ña al Desier­to pasa­ban a eje­cu­tar­se a tra­vés de la inmo­bi­lia­ria de Adol­fo Bull­rich que aten­día des­de sus ofi­ci­nas que son lo que hoy es el Patio Bull­rich», comen­ta Len­ton. «Éstas ven­tas sir­vie­ron para la expul­sión de los mapu­che y tehuel­ches, por­que esta la creen­cia que los tehuel­ches fue­ron ante­rio­res, sin embar­go ambas comu­ni­da­des coexis­tie­ron y lo siguen hacien­do has­ta el día de hoy en el mis­mo terri­to­rio. Tam­bién sir­vió para el enri­que­ci­mien­to de fami­lias que tam­bién exis­ten hoy en día».

Res­pec­to al mito que cir­cu­la entre cier­tos dis­cur­sos más con­ser­va­do­res sobre el supues­to ori­gen chi­leno de los mapu­ches, Len­ton apun­tó que «hay una cues­tión que se trans­for­mó en un rela­to tra­di­cio­nal en el nacio­na­lis­mo argen­tino que es la del mapu­che extran­je­ro y se repi­te has­ta el can­san­cio, que no son ori­gi­na­rios del terri­to­rio lo cual no es cierto».

«La cam­pa­ña en Argen­ti­na ten­dió a expul­sar y muchas fami­lias que resi­dían en lo que hoy es Argen­ti­na, esca­pa­ron hacia Chi­le. Lue­go cuan­do todo se paci­fi­ca y Chi­le hace su pro­pia Cam­pa­ña al desier­to, lo que se lla­mó la Paci­fi­ca­ción de la arau­ca­nía, vuel­ven. Enton­ces al retor­nar se dice: ¡ves, su abue­lo es de Chi­le!, pero tie­ne que ver con esto que expli­qué, es decir con los des­pla­za­mien­tos. Ade­más, en tér­mi­nos de den­si­dad demo­grá­fi­ca inci­de mucho más la pobla­ción mapu­che en Chi­le que en Argen­ti­na, allí son más», aclaró.

«En Chi­le han con­ser­va­do las comu­ni­da­des más ances­tra­les, mien­tras que las polí­ti­cas del lado argen­tino fue vaciar el terri­to­rio», remar­có. «A las pocas comu­ni­da­des que se les otor­gó un espa­cio de tie­rra fue siem­pre en luga­res que no eran los pro­pios, los man­da­ron más al oes­te o hacia el sur por­que la idea era des­pe­jar todo el terri­to­rio que fue­ra apto para la agri­cul­tu­ra y gana­de­ría, enton­ces los fue­ron corrien­do hacia el oes­te y el sur»

Otro argu­men­to en con­tra de este mito es que «en el momen­to en que se esta­ble­cían las Cam­pa­ñas del Desier­to las fron­te­ras no esta­ban esta­ble­ci­das; se fijan muy a fina­les del siglo XIX y los cier­to es que tan­to con los Mapu­che como con los Tehuel­ches son fami­lias que tie­nen repre­sen­tan­tes a ambos lados de la cor­di­lle­ra, la cual no era una fron­te­ra sino el lugar don­de esta­ban las fuen­tes de agua y recur­sos, don­de más se explo­ta­ba eco­nó­mi­ca­men­te, don­de vivían, es decir un lugar de encuen­tro, no de separación». 

FUENTE: El Extre­mo Sur

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