Nuestramérica. Presidentes millonarios contra las mayorías

Nues­tra­mé­ri­ca. Pre­si­den­tes millo­na­rios con­tra las mayorías

Por Hedel­ber­to López Blanch, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de octu­bre de 2021.

Cada día se com­prue­ba con datos más sóli­dos que los pre­si­den­tes millo­na­rios actúan para favo­re­cer sus pro­pios intere­ses y a las cla­ses adi­ne­ra­das, en detri­men­to de las gran­des mayorías.

Cada día se com­prue­ba con datos más sóli­dos que los pre­si­den­tes millo­na­rios actúan para favo­re­cer sus pro­pios intere­ses y a las cla­ses adi­ne­ra­das, en detri­men­to de las gran­des mayorías.

Nin­gún mejor ejem­plo de esa reali­dad que lo ocu­rri­do recien­te­men­te cuan­do la inves­ti­ga­ción cono­ci­da como Pape­les de Pan­do­ra del Con­sor­cio Inter­na­cio­nal de Perio­dis­tas de Inves­ti­ga­ción (ICIJ) des­ta­pó que tres actua­les pre­si­den­tes, una dece­na de expre­si­den­tes, ade­más de minis­tros y altos fun­cio­na­rios de Amé­ri­ca Lati­na poseen accio­nes en paraí­sos fis­ca­les para ocul­tar sus rique­zas y eva­dir impuestos.

En Amé­ri­ca lati­na, la región más des­igual entre ricos y pobres del pla­ne­ta, apa­re­cen en la lis­ta de los Pape­les de Pan­do­ra los pre­si­den­tes Sebas­tián Piñe­ra (Chi­le), Gui­ller­mo Laz­zo (Ecua­dor) y Luís Abi­na­der (Repú­bli­ca Domi­ni­ca­na); los expre­si­den­tes Pedro Pablo Kuczyns­ki (Perú), Hora­cio Car­tes (Para­guay), César Gavi­ria y Andrés Pas­tra­na (Colom­bia). 

Tam­bién están los exman­da­ta­rios Por­fi­rio Lobo (Hon­du­ras); Alfre­do Cris­tia­ni y Fran­cis­co Flo­res (El Sal­va­dor); Juan Car­los Vare­la, Ricar­do Mar­ti­ne­lli y Ernes­to Pérez Balla­da­res (Pana­má).

Como se cono­ce, median­te los paraí­sos fis­ca­les ha sur­gi­do una indus­tria espe­cia­li­za­da en la ges­tión de los trá­mi­tes nece­sa­rios para que intere­sa­dos de cual­quier par­te del mun­do (siem­pre per­so­nas adi­ne­ra­das) pue­dan crear sus socie­da­des de for­ma secreta.

Con la ayu­da de los lla­ma­dos Des­pa­chos de Abo­ga­dos, el clien­te con­si­gue no dejar ras­tro de su iden­ti­dad en docu­men­tos ofi­cia­les como actas de incor­po­ra­ción o regis­tros de accionistas.

Un estu­dio publi­ca­do en 2017 y actua­li­za­do en 2019 esti­mó que un 10 % del Pro­duc­to Interno Bru­to (PIB) mun­dial se encuen­tra en socie­da­des offsho­re. La regla gene­ral para que sean lega­les es que se decla­ren a las auto­ri­da­des tri­bu­ta­rias competentes.

Aun­que parez­ca irreal en este siglo XXI, según un infor­me publi­ca­do por el Tax Jus­ti­ce Pro­ject, una orga­ni­za­ción espe­cia­li­za­da en eva­sión fis­cal, Amé­ri­ca Lati­na pier­de más de 40 000 millo­nes de dóla­res en impues­tos cada año por el abu­so de estruc­tu­ras offsho­re, don­de los millo­na­rios cada año incre­men­tan sus capitales.

Por eso la gran reali­dad es que todos los millo­na­rios, sin excep­ción, que alcan­zan la pre­si­den­cia de un país en Lati­noa­mé­ri­ca, apo­yan a las cla­ses altas más adi­ne­ra­das de la socie­dad en detri­men­to de las mayo­rías poblacionales.

Estos adi­ne­ra­dos no imple­men­tan medi­das para ayu­dar a sus pue­blos, mien­tras apo­yan a las pode­ro­sas trans­na­cio­na­les y a las oli­gar­quías crio­llas que se enri­que­cen aun más con la apli­ca­ción de medi­das eco­nó­mi­cas neoliberales.

Nue­va­men­te Sebas­tián Piñe­ra, quien ha uti­li­za­do a los cara­bi­ne­ros para repri­mir vio­len­ta­men­te a estu­dian­tes y obre­ros que pro­tes­tan por las medi­das neo­li­be­ra­les apli­ca­das duran­te su man­da­to, se halla en la mira inter­na­cio­nal por su vin­cu­la­ción con el pro­yec­to de Mine­ra Domin­ga. Los Pape­les de Pan­do­ra lo colo­can como copro­pie­ta­rio de Andes Iron para cons­truir el pro­yec­to en el sec­tor nor­te de la comu­na de La Higue­ra a tra­vés del Medi­te­rrá­neo Fon­do de Inversión.

Piñe­ra y su fami­lia estu­vie­ron invo­lu­cra­dos con la ini­cia­ti­va a tra­vés de la empre­sa ges­tio­na­da por Admi­nis­tra­do­ra Ban­corp, que con­tro­la­ba un ter­cio de la pro­pie­dad de Mine­ra Acti­va Uno Spa, due­ña de Mine­ra Domin­ga. La tran­sac­ción se reali­zó por medio de un paraí­so fis­cal en Islas Vír­ge­nes Bri­tá­ni­cas, el cual repor­tó a los inver­sio­nis­tas, inclu­yen­do al man­da­ta­rio chi­leno, ganan­cias del 1 000 % en 18 meses.

La revis­ta For­bes publi­có que cuan­do Piñe­ra alcan­zó la pre­si­den­cia ya poseía un capi­tal de 3 000 millo­nes de dólares.

En cuan­to al pre­si­den­te ecua­to­riano Gui­ller­mo Laz­zo se des­ta­pó que era bene­fi­cia­rio de unas 14 empre­sas offsho­re ubi­ca­das en Pana­má y en Dako­ta del Sur y Dela­wa­re, Esta­dos Uni­dos. Los docu­men­tos indi­can que si él falle­cie­ra los patri­mo­nios pasa­rían a su espo­sa y a sus cin­co hijos. 

Otro caso, aun­que no está direc­ta­men­te en los Pape­les de Pan­do­ra, es el del expre­si­den­te argen­tino Mau­ri­cio Macri (sí apa­re­cen varios miem­bros de su fami­lia) que cuan­do anun­ció su can­di­da­tu­ra a la pre­si­den­cia decla­ró bie­nes por 5.5 millo­nes de dóla­res (publi­ca­cio­nes finan­cie­ras ase­gu­ran que sobre­pa­san los 100 millo­nes) que incluían par­ti­ci­pa­cio­nes en varias socie­da­des, depó­si­tos en Esta­dos Uni­dos y Suiza.

Esa for­tu­na era solo su patri­mo­nio per­so­nal, a lo que se suma­ba el de su padre Fran­co Macri, mag­na­te de la indus­tria en Argen­ti­na que posee empre­sas en sec­to­res de la cons­truc­ción y de los auto­mó­vi­les, con un capi­tal que se cal­cu­la en 2 000 millo­nes de dólares.

Con la lle­ga­da de Mau­ri­cio Macri al poder, la nación sufrió un enor­me retro­ce­so eco­nó­mi­co al endeu­dar­se el país con el FMI por más de 50 000 millo­nes de dóla­res, pri­va­ti­zar­se empre­sas públi­cas, aumen­tar el des­em­pleo y la pobre­za, mien­tras las capas adi­ne­ra­das acu­mu­la­ban más fortunas.

Los nume­ro­sos hechos de esta índo­le ocu­rri­dos en Lati­noa­mé­ri­ca no se pue­den abar­car en un solo comentario.

Lo cier­to es que varios de estos paí­ses no han podi­do esca­par de las ama­rras polí­ti­co-eco­nó­mi­cas que les impo­ne Washing­ton cuyo coro­la­rio es que para lle­gar a la pri­me­ra magis­tra­tu­ra, median­te las cam­pa­ñas elec­to­ra­les hay que dis­po­ner de cien­tos de millo­nes de dóla­res. O sea, millo­na­rios pre­si­den­tes para tra­tar de con­tro­lar gobier­nos en con­tra de las mayorías.

Fuen­te: espa​nol​.alma​ya​deen​.net

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