Uru­guay. Par­ti­do dere­chis­ta Cabil­do Abier­to moto­ri­za ley que otor­ga con­ce­sio­nes a repre­so­res genocidas

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 28 de octu­bre de 2021.

Eduar­do Ferro a la sali­da del juz­ga­do, lue­go de ser pro­ce­sa­do por la des­apri­ción de Óscar Tas­sino (archi­vo, abril de 2021). Foto: Ernes­to Ryan

La ini­cia­ti­va pro­po­ne otor­gar pri­sión domi­ci­lia­ria a reclu­sos mayo­res de 65 años y de la for­ma que está redac­ta­da con­tem­pla­ría a más de 20 tor­tu­ra­do­res y vio­la­do­res de los dere­chos humanos.

El pro­yec­to de ley que pre­sen­tó Cabil­do Abier­to (CA) para otor­gar la pri­sión domi­ci­lia­ria a pro­ce­sa­dos y con­de­na­dos mayo­res de 65 años que se encuen­tren pri­va­dos de liber­tad en cár­ce­les bene­fi­cia­ría a más de 20 repre­so­res que se encuen­tran cum­plien­do pena en la Uni­dad 8 Domin­go Are­na por crí­me­nes come­ti­dos en la dic­ta­du­ra. Jor­ge Paja­ri­to Sil­vei­ra, Jor­ge Char­le­ta Gun­del­zoph y Eduar­do Ferro son algu­nos de los poten­cia­les bene­fi­cia­rios de esta ini­cia­ti­va, que está a estu­dio del Parlamento.

Si bien el pro­yec­to plan­tea algu­nas excep­cio­nes para la apli­ca­ción de esta medi­da, como la vio­la­ción y el homi­ci­dio agra­va­do, estas no apli­can para los casos en los que haya trans­cu­rri­do des­de el momen­to en que se come­tió el deli­to un tiem­po equi­va­len­te a dos ter­cios de la pena máxi­ma esta­ble­ci­da para este deli­to. Tam­bién se excep­túan los crí­me­nes y deli­tos de lesa huma­ni­dad con­te­ni­dos en la Ley 18.026 “que se hubie­ran come­ti­do con pos­te­rio­ri­dad a la fecha de entra­da en vigen­cia de la refe­ri­da ley”, es decir, recién lue­go de 2006. De esta for­ma, según con­fir­ma­ron a la dia­ria fuen­tes espe­cia­li­za­das en la temá­ti­ca, los tor­tu­ra­do­res que hoy están pre­sos –todos mayo­res de 65 años– no que­da­rían excep­tua­dos y este bene­fi­cio recae­ría sobre ellos. Ade­más, si se aprue­ba, tam­bién bene­fi­cia­rá a las per­so­nas de esa edad que sean pro­ce­sa­das en el futu­ro por crí­me­nes ocu­rri­dos en la dic­ta­du­ra. En lo que va del año, 13 repre­so­res ingre­sa­ron a Domin­go Are­na por deli­tos vin­cu­la­dos al terro­ris­mo de Estado.

¿Quié­nes serían los beneficiados?

  1. Rodol­fo Gre­go­rio Álva­rez Nie­to (sobrino de Gre­go­rio Goyo Álva­rez). Pro­ce­sa­do en 2017 por tres deli­tos de encu­bri­mien­to en con­cu­rren­cia fue­ra de la reite­ra­ción con tres deli­tos de pri­va­ción de liber­tad en cali­dad de coau­tor. Fue el pri­mer pro­ce­sa­do por tor­tu­ras duran­te la dic­ta­du­ra, por las tor­tu­ras sis­te­má­ti­cas que pade­ció Gerar­do Riet Bus­ta­man­te, diri­gen­te del Sin­di­ca­to Úni­co Nacio­nal de la Cons­truc­ción y Afi­nes, en 1980. 
  2. Jor­ge Sil­vei­ra Que­sa­da. Pro­ce­sa­do en 2006 por 28 deli­tos de homi­ci­dio, entre ellos el del mili­tan­te de la Agru­pa­ción de Fun­cio­na­rios de UTE y del Par­ti­do Comu­nis­ta (PCU) Oscar Tas­sino. En 1977, Sil­vei­ra se desem­pe­ña­ba como ofi­cial del Órgano Coor­di­na­dor de Ope­ra­cio­nes Anti­sub­ver­si­vas (OCOA); en su lega­jo per­so­nal ofi­cia­les supe­rio­res des­ta­can su “abne­ga­ción” en la lucha anti­sub­ver­si­va, “en par­ti­cu­lar en los gol­pes dados últi­ma­men­te al ile­gal Par­ti­do Comu­nis­ta”, y seña­lan que “no ha esca­ti­ma­do esfuer­zos para poder lle­var ade­lan­te la misión asig­na­da a este órgano”; ade­más, fue iden­ti­fi­ca­do por dis­tin­tas víc­ti­mas que pasa­ron por La Tabla­da. Tam­bién fue pro­ce­sa­do con pri­sión por la cau­sa que inves­ti­ga la denun­cia rea­li­za­da en 2011 por 28 ex pre­sas polí­ti­cas por abu­sos sexua­les y tor­tu­ras entre 1972 y 1983
  3. José San­de Lima. Pro­ce­sa­do en 2006 por 28 deli­tos de homi­ci­dio muy espe­cial­men­te agra­va­dos en cali­dad de autor. Fue uno de los 14 con­de­na­dos a cade­na per­pe­tua por la Jus­ti­cia ita­lia­na por su par­ti­ci­pa­ción en el Plan Cón­dor, la coor­di­na­ción entre las dic­ta­du­ras del Cono Sur de Amé­ri­ca Lati­na en los años 70 para per­se­guir y eli­mi­nar a opo­si­to­res políticos.
  4. Ernes­to Soca Pra­do. Pro­ce­sa­do en 2010 por 28 deli­tos de homi­ci­dio muy espe­cial­men­te agra­va­dos en reite­ra­ción real. Come­tió crí­me­nes en Argen­ti­na y Uru­guay en el mar­co de la coor­di­na­ción repre­si­va del Plan Cón­dor. Tam­bién fue con­de­na­do en Ita­lia por su par­ti­ci­pa­ción en el Plan Cóndor.
  5. Ricar­do Medi­na Blan­co. Pro­ce­sa­do en 2006 por 28 deli­tos de homi­ci­dio muy espe­cial­men­te agra­va­dos. Inte­gró la Poli­cía Nacio­nal y el OCOA y está con­de­na­do por su par­ti­ci­pa­ción en el Plan Cón­dor. Es uno de los prin­ci­pa­les acu­sa­dos de eje­cu­tar el ase­si­na­to y la des­apa­ri­ción de María Clau­dia Gar­cía de Gel­man y [fue impu­tado en la cau­sa que inves­ti­ga los ase­si­na­tos de Zel­mar Miche­li­ni, Héc­tor Gutié­rrez Ruiz, William Whi­te­law, Rosa­rio Barre­do y la des­apa­ri­ción de Manuel Libe­roff.
  6. José Puig­vert. Pro­ce­sa­do en 2015 por un deli­to de homi­ci­dio polí­ti­co. Se tra­ta del ase­si­na­to de Aldo Perri­ni en febre­ro de 1974, que murió por las tor­tu­ras reci­bi­das en el Bata­llón de Inge­nie­ros 4 del depar­ta­men­to de Colonia. 
  7. Miguel Sofía. Pro­ce­sa­do por un deli­to de aso­cia­ción para delin­quir con la coau­to­ría de un deli­to de homi­ci­dio muy espe­cial­men­te agra­va­do. Sofía era un empre­sa­rio vin­cu­la­do a la Juven­tud Uru­gua­ya de Pie (JUP), al que se le atri­bu­ye el secues­tro y la des­apa­ri­ción del tupa­ma­ro Héc­tor Cas­tag­net­to. Cas­tag­net­to fue dete­ni­do por inte­gran­tes del Escua­drón de la Muer­te el 17 de agos­to de 1971 y tras­la­da­do a una casa en Carras­co, ubi­ca­da en las calles Arau­ca­na y la ram­bla, don­de fue inte­rro­ga­do y tor­tu­ra­do. Al día siguien­te el joven de 19 años fue lle­va­do al puer­to de Mon­te­vi­deo y, con la auto­ri­za­ción del capi­tán de Mari­na Jor­ge Nel­son Nader, fue arro­ja­do al mar.
  8. Law­rie Rodrí­guez. Pro­ce­sa­do por el ase­si­na­to en 1974 de Iván Mora­les Gene­ra­lli, un mili­tan­te de la Fede­ra­ción Anar­quis­ta del Uru­guay y de la Orga­ni­za­ción Popu­lar Revo­lu­cio­na­ria 33 Orien­ta­les. Está vin­cu­la­do a otros casos de deli­tos de lesa huma­ni­dad come­ti­dos duran­te el perío­do de terro­ris­mo de Esta­do, y en 2011 reco­no­ció haber dado cobi­jo y ali­men­ta­ción en su casa al coro­nel reti­ra­do Gil­ber­to Váz­quez, lue­go de la fuga de este del Hos­pi­tal Mili­tar en 2006. El sena­dor y líder de Cabil­do Abier­to, Gui­do Mani­ni Ríos, cali­fi­có su pro­ce­sa­mien­to como una “vio­la­ción de los dere­chos huma­nos” en la media hora pre­via de la sesión del Sena­do del 14 de abril de 2020.
  9. Leo­nar­do Vidal. Fue pro­ce­sa­do por el ase­si­na­to por la espal­da del mili­tan­te tupa­ma­ro Nel­son Berre­ta, el 15 de julio de 1972, cuan­do inten­ta­ba fugar­se duran­te un tras­la­do. Por este pro­ce­sa­mien­to, el minis­tro de Defen­sa Javier Gar­cía mani­fes­tó su “preo­cu­pa­ción” y la del pre­si­den­te, y ale­gó que se pro­du­jo “casi 50 años des­pués del epi­so­dio que moti­vó el pro­ce­sa­mien­to” y que el sol­da­do sola­men­te esta­ba cum­plien­do órdenes.
  10. Jor­ge Char­le­ta Gun­del­zoph. Pro­ce­sa­do por la comi­sión de un deli­to con­ti­nua­do de abu­so de auto­ri­dad con­tra los dete­ni­dos en con­cu­rren­cia fue­ra de la reite­ra­ción con un deli­to de pri­va­ción de liber­tad. Gun­del­zoph per­te­ne­ció al PCU y ter­mi­nó cola­bo­ran­do con la Fuer­zas Arma­das duran­te la dic­ta­du­ra, dela­tan­do, seña­lan­do, dete­nien­do y par­ti­ci­pan­do en inte­rro­ga­to­rios bajo tor­tu­ra a sus pro­pios excompañeros.
  11. Hugo Gar­cia­ce­lay. Fue pro­ce­sa­do jun­to con Nel­son Heber Coitinho por un deli­to de homi­ci­dio espe­cial­men­te agra­va­do en la cau­sa que inves­ti­ga la muer­te de Julián Basi­li­cio López, taxis­ta de 66 años y mili­tan­te del PCU, ase­si­na­do por torturas). 
  12. Mario Ramos. Pro­ce­sa­do el 14 de diciem­bre de 2020 jun­to con Nel­son For­nos por reite­ra­dos deli­tos de abu­so de auto­ri­dad en cali­dad de auto­res come­ti­dos en su par­ti­ci­pa­ción en inte­rro­ga­to­rios (que inclu­ye­ron tor­tu­ras) con­tra dete­ni­dos polí­ti­cos en el Gru­po de Arti­lle­ría 2, en Tri­ni­dad, duran­te la dictadura.
  13. Ayel­mi­ro Perei­ra. Pro­ce­sa­do por tres deli­tos “de pri­va­ción de liber­tad en con­cu­rren­cia fue­ra de la reite­ra­ción con cua­tro deli­tos” de abu­so de auto­ri­dad con­tra dete­ni­dos en la sede de la enton­ces Guar­dia Metro­po­li­ta­na (cono­ci­da como guar­dia de gra­na­de­ros) en 1974. Perei­ra fue jefe de Poli­cía de Cerro Lar­go entre 2001 y 2005. Según infor­ma­ción del Obser­va­to­rio Luz Ibar­bu­ru, asis­tió a cur­sos de for­ma­ción poli­cial en Washing­ton en 1973 y tres años des­pués fue dis­tin­gui­do por par­ti­ci­par en la guar­dia del dic­ta­dor Augus­to Pino­chet en una visi­ta a Uru­guay. A fines de los 70, ingre­só a la Guar­dia Repu­bli­ca­na y se reti­ró con el gra­do de ins­pec­tor general.
  14. Eduar­do Ferro. Pro­ce­sa­do por la des­apa­ri­ción del mili­tan­te comu­nis­ta Oscar Tas­sino, ocu­rri­da el 21 de julio de 1977, en un ope­ra­ti­vo a car­go de inte­gran­tes del OCOA. Los due­ños de la casa en la que Tas­sino fue secues­tra­do lle­ga­ron a iden­ti­fi­car a Ferro como uno de los mili­ta­res par­ti­ci­pan­tes en el ope­ra­ti­vo, quien los ame­na­zó para que aban­do­na­ran el país.
  15. Raúl Scios­cia. Pro­ce­sa­do por pri­va­ción de liber­tad y vio­len­cia pri­va­da con­tra unos 30 dete­ni­dos por la dic­ta­du­ra en el cen­tro clan­des­tino cono­ci­do como 300 Car­los, un cen­tro de tor­tu­ras, tam­bién cono­ci­do como Infierno Gran­de, que fun­cio­nó entre 1975 y 1977 en el pre­dio del Bata­llón de Infan­te­ría Blin­da­do 13, en Ave­ni­da de las Ins­truc­cio­nes y Camino Casa­va­lle, y era con­tro­la­do por el OCOA.
  16. Car­los Fra­che­lle. Tam­bién pro­ce­sa­do por pri­va­ción de liber­tad y vio­len­cia pri­va­da con­tra unos 30 dete­ni­dos del 300 Car­los y el Bata­llón de Infan­te­ría 13.
  17. Mario Cola. Pro­ce­sa­do tam­bién en junio de este año por los deli­tos come­ti­dos en el cen­tro de deten­ción clan­des­tino 300 Car­los y en el Bata­llón de Infan­te­ría 13.
  18. Antra­nig Ohan­nes­sian. Pro­ce­sa­do en junio por el ase­si­na­to del mili­tan­te Gerar­do Alter, ocu­rri­do en agos­to de 1973. Ante­rior­men­te había sido pro­ce­sa­do por los deli­tos de abu­so de auto­ri­dad con­tra dete­ni­dos, pri­va­ción de liber­tad, lesio­nes gra­ves y aten­ta­do vio­len­to al pudor, por la denun­cia rea­li­za­da en 2011 por 28 ex pre­sas polí­ti­cas por abu­sos sexua­les y tor­tu­ras entre 1972 y 1983.
  19. Pedro Buzó. Pro­ce­sa­do por el homi­ci­dio de Gerar­do Alter.
  20. Nés­tor Ramón Sil­ve­ra. Pro­ce­sa­do por el ase­si­na­to de Alter.
  21. Alber­to Balles­trino. Pro­ce­sa­do en agos­to de este año por el homi­ci­dio del tra­ba­ja­dor rural y mili­tan­te del Par­ti­do Comu­nis­ta Revo­lu­cio­na­rio Óscar Fer­nán­dez Men­die­ta, quien murió tor­tu­ra­do en el Regi­mien­to de Caba­lle­ría 2 de Durazno el 24 de mayo de 1973. Tam­bién fue pro­ce­sa­do por abu­so de auto­ri­dad con­tra detenidos.
  22. Gus­ta­vo Mie­res. Pro­ce­sa­do jun­to con Balles­trino por el ase­si­na­to de Fer­nán­dez Mendieta.
  23. Ariel Ubi­llos. Pro­ce­sa­do jun­to con Law­rie Rodrí­guez por el ase­si­na­to del estu­dian­te Hugo Leo­nar­do de los San­tos Men­do­za, ocu­rri­do en setiem­bre de 1973 en el Regi­mien­to de Caba­lle­ría 6. Es uno de los 100 agen­tes denun­cia­dos por las ex pre­sas polí­ti­cas en la cau­sa que ini­ció en 2011 por abu­so sexual y tor­tu­ras duran­te el terro­ris­mo de Estado
  24. Enri­que Uyterhoe­ven. Pro­ce­sa­do por tor­tu­ras en el cen­tro clan­des­tino La Tabla­da con­tra una dece­na de pre­sos polí­ti­cos, por los deli­tos de pri­va­ción de liber­tad, abu­so de auto­ri­dad y lesio­nes gra­ves en cali­dad de autor y un deli­to de pri­va­ción de liber­tad en cali­dad de coau­tor. El exca­pi­tán inte­gró el OCOA entre mar­zo de 1981 y prin­ci­pios de 1982. 
  25. Car­los Cha­já Chai­ne. Pro­ce­sa­do por la auto­ría de reite­ra­dos deli­tos de abu­so de auto­ri­dad con­tra los dete­ni­dos y reite­ra­dos deli­tos de lesio­nes gra­ves, en con­cu­rren­cia, fue­ra de la reite­ra­ción con cua­tro deli­tos de pri­va­ción de liber­tad en cali­dad de autor. Esto refie­re a las tor­tu­ras con­tra cua­tro mili­tan­tes del PCU en febre­ro de 1976.
  26. Arman­do Mén­dez. Pro­ce­sa­do por el ase­si­na­to de Alter. Fue inte­gran­te del OCOA y par­ti­ci­pó en el ope­ra­ti­vo de deten­ción de Alter, en Camino Mal­do­na­do y Vera­cier­to, e inte­gró uno de los equi­pos que tor­tu­ra­ron a la víctima.

“Infa­me inten­ción de bene­fi­ciar torturadores”

El abo­ga­do Pablo Char­go­ñia dijo a la dia­ria que en su opi­nión per­so­nal “el ante­pro­yec­to es una evi­den­te reac­ción ante cier­to rela­ti­vo impul­so de los pro­ce­sa­mien­tos en los dos últi­mos años” y deja de mani­fies­to “la infa­me inten­ción de bene­fi­ciar a tor­tu­ra­do­res, homi­ci­das y des­apa­re­ce­do­res, pre­tex­tan­do la pan­de­mia, por la vía tor­ci­da de vol­ver ilu­so­ria las penas y poner en ries­go los procesos”.

Según dijo el abo­ga­do, tan­to el Códi­go del Pro­ce­so Penal de 1980 –que regu­la la mayo­ría de los pro­ce­sos por crí­me­nes de la dic­ta­du­ra– como el de 2017 pre­vén la inter­na­ción domi­ci­lia­ria “en caso de enfer­me­dad gra­ve incom­pa­ti­ble con la per­ma­nen­cia en un esta­ble­ci­mien­to car­ce­la­rio. Por lo tan­to, una modi­fi­ca­ción en gene­ral para bene­fi­ciar a mayo­res de 65 años no tie­ne, con­tra lo que se argu­ye, una inten­ción huma­ni­ta­ria, sino impunidora”.

Char­go­ñia recor­dó que Uru­guay tie­ne la «obli­ga­ción inter­na­cio­nal» de lle­var a cabo la “inves­ti­ga­ción, per­se­cu­ción, cap­tu­ra, enjui­cia­mien­to y con­de­na de los res­pon­sa­bles de gra­ves vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos” y puso como ejem­plo la reso­lu­ción de un tri­bu­nal argen­tino que dene­gó la pri­sión domi­ci­lia­ria de Manuel Cor­de­ro, el año pasa­do. En la reso­lu­ción, según rela­tó, se esta­ble­ce que en los casos en que exis­ta obli­ga­ción inter­na­cio­nal “debe tener­se pre­sen­te que la Jus­ti­cia penal no sólo tie­ne una natu­ra­le­za san­cio­na­do­ra, sino que en el ámbi­to inter­na­cio­nal, fun­da­men­tal­men­te, tien­de a pre­ve­nir la reite­ra­ción de ilí­ci­tos a tra­vés del juz­ga­mien­to ejem­pli­fi­ca­dor de los res­pon­sa­bles de deli­tos como los que aquí nos ocu­pan, pues­to que una carac­te­rís­ti­ca des­ta­ca­ble de esta rama del dere­cho es esa gene­ral fun­ción preventiva”.

A su jui­cio, la ini­cia­ti­va de Cabil­do Abier­to, ade­más de impli­car un des­aca­to de la sen­ten­cia Gel­man vs. Esta­do uru­gua­yo de la Cor­te Inter­ame­ri­ca­na de Dere­chos Huma­nos, “dis­tor­sio­na el valor sim­bó­li­co pre­ven­ti­vo de las esca­sas con­de­nas que hoy exis­ten, arries­ga la frus­tra­ción de los pro­ce­sos en los que se adop­tó la medi­da cau­te­lar de pri­sión pre­ven­ti­va y vuel­ve ilu­so­ria la noción de jus­ti­cia con rela­ción a pro­ce­sos pena­les que ocu­rri­rán en el futu­ro inmediato”.

Fuen­te: La Diaria

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