Argen­ti­na. Cadal, la ONG obse­sio­na­da con Cuba y finan­cia­da con apor­tes de Esta­dos Unidos

Por Gus­ta­vo Vei­ga, Resu­men lati­no­ame­ri­cano, 10 de noviem­bre de 2021.

En 2021 la fun­da­ción lle­va orga­ni­za­dos vein­ti­dós even­tos vir­tua­les, de los cua­les quin­ce fue­ron sobre la isla.

Cadal es una fun­da­ción que está obse­sio­na­da con Cuba y la caí­da de su mode­lo socia­lis­ta. Su acti­vis­mo va diri­gi­do a poten­ciar el lla­ma­do 15‑N. No es una ONG anti­cas­tris­ta con sede en Mia­mi, ni una sur­gi­da en Espa­ña, el país don­de se rea­li­za­rá la mayor can­ti­dad de actos el lunes 15 de noviem­bre con­tra el gobierno de la isla. Ope­ra des­de la calle Basa­bil­va­so 1350, en CABA, a una cua­dra de Pla­za Reti­ro. Es una orga­ni­za­ción civil crea­da el 6 de mayo de 2003 duran­te la pre­si­den­cia de Eduar­do Duhal­de que cre­ció gra­cias a con­si­de­ra­bles apor­tes eco­nó­mi­cos pro­ve­nien­tes de Esta­dos Uni­dos. Sus fon­dos, decla­ra­dos por el pro­pio Cen­tro para la Aper­tu­ra y el Desa­rro­llo de Amé­ri­ca Lati­na (Cadal), han sido paga­dos por el Depar­ta­men­to de Esta­do, la NED, la Red Atlas Net­work, el Direc­to­rio Demo­crá­ti­co Cubano y otras ONG con una visión uni­di­rec­cio­nal del mun­do: la que abre los ojos solo para ver lo que ocu­rre en los paí­ses que no se some­ten a las polí­ti­cas de Washington.

A lo lar­go de sus casi 19 años de exis­ten­cia no cam­bió casi nada su obs­ti­na­da pré­di­ca anti­cu­ba­na. En 2012 – cuan­do Página/​12 publi­có la pri­me­ra nota sobre esta fun­da­ción – lle­va­ba edi­ta­dos die­ci­séis libros. Nue­ve habían sido escri­tos con denun­cias con­tra La Haba­na. En 2021 lle­va orga­ni­za­dos vein­ti­dós even­tos vir­tua­les, de los cua­les quin­ce fue­ron sobre Cuba. El 21 de enero arran­ca­ron con uno titu­la­do: ¿Es la Celac un orga­nis­mo regio­nal crea­do para ava­lar el auto­ri­ta­ris­mo? Cadal se res­pon­día sola: “Es decir, vale igual una demo­cra­cia como la de Cos­ta Rica, Chi­le y Uru­guay que una auto­cra­cia como la de Vene­zue­la y una dic­ta­du­ra de par­ti­do úni­co como Cuba”.
Siguie­ron hacién­do­se pre­gun­tas el 16 de febre­ro en una segun­da con­fe­ren­cia: “¿Has­ta cuán­do la cri­mi­na­li­za­ción de la liber­tad de aso­cia­ción, expre­sión y reu­nión en Cuba?” “¿Has­ta cuán­do los dere­chos fun­da­men­ta­les serán con­si­de­ra­dos deli­tos en Cuba?” El 7 de abril con­vo­ca­ron al foro “Cuba, un país sin liber­tad de expre­sión”. En meses suce­si­vos siguie­ron con “Expe­rien­cias y desa­fíos del rele­va­mien­to de datos en Cuba”; “Diás­po­ras en Amé­ri­ca Lati­na: Cuba y Vene­zue­la”; “La izquier­da demo­crá­ti­ca y los dere­chos huma­nos en Cuba”. Tam­po­co estu­vo ausen­te el tema “La pan­de­mia en socie­da­des cerra­das. Los casos de Corea del Nor­te, Cuba y Gui­nea Ecua­to­rial”, entre otros.

Plan en marcha

En la isla denun­cia­ron a Cadal en su sis­te­ma públi­co de medios. El gobierno de Miguel Díaz Canel sabe que hay un plan en mar­cha para des­es­ta­bi­li­zar­lo el 15‑N en el que jue­gan un rol cla­ve esta ONG y varias más des­de el exte­rior. La fun­da­ción tie­ne nue­vas auto­ri­da­des y el con­sa­bi­do res­pal­do eco­nó­mi­co obte­ni­do bási­ca­men­te en EE.UU.
El plan con­sis­te en repe­tir y ampli­fi­car los efec­tos de las mar­chas del 11 de julio pasa­do en varias ciu­da­des cuba­nas, con epi­cen­tro en La Haba­na. Esas pro­tes­tas serán acom­pa­ña­das por dife­ren­tes actos en casi medio cen­te­nar de ciu­da­des de 23 paí­ses. Una redu­ci­da can­ti­dad de Esta­dos si se la com­pa­ra con las nacio­nes que se pro­nun­cian cada año con­tra el blo­queo de EE.UU en la ONU. En 2021 fue­ron 184 votos a favor de Cuba, dos en con­tra (Esta­dos Uni­dos e Israel) y tres abs­ten­cio­nes (Colom­bia, Bra­sil y Ucra­nia). La soli­da­ri­dad inter­na­cio­nal con Cuba es inver­sa­men­te pro­por­cio­nal a la con­vo­ca­to­ria del 15‑N.
Cadal, que según regis­tros de la Ins­pec­ción Gene­ral de Jus­ti­cia (IGJ) cam­bió sus auto­ri­da­des el 23 de abril de este año en una asam­blea vir­tual, se vol­vió casi mono­te­má­ti­ca. Cuba y en menor medi­da Vene­zue­la y Nica­ra­gua, son los obje­tos de estu­dio per­ma­nen­te de esta aso­cia­ción civil. Su depen­den­cia de EE.UU no per­mi­te encon­trar dema­sia­dos docu­men­tos o artícu­los de su staff con comen­ta­rios crí­ti­cos a la repre­sión con­tra el movi­mien­to Black Lives Mat­ter, las vio­la­cio­nes a los dere­chos huma­nos que se come­ten en sus calles o el racis­mo irres­pi­ra­ble de sus fuer­zas poli­cia­les.
En su sitio digi­tal ape­nas son visi­bles dos notas sobre el ase­si­na­to del joven negro Geor­ge Floyd. Una de ellas es de su pre­si­den­ta, Sybil Rho­des. El cri­men come­ti­do por la poli­cía de Min­nea­po­lis fue un tema domi­nan­te de la polí­ti­ca mun­dial en 2020. Mar­có el ini­cio de movi­li­za­cio­nes por todo EE.UU y en ciu­da­des como París, Ber­lín, Áms­ter­dam, Toron­to y Sid­ney. El 11 de abril de este año y otra vez en Min­nea­po­lis, fue ase­si­na­do Daun­te Wright, de 20 años. No fue por asfi­xia como suce­dió con Floyd y sí por un bala­zo poli­cial. Tam­bién era un joven afro­ame­ri­cano. Hubo pro­tes­tas otra vez y repre­sión como respuesta.

Rho­des, la máxi­ma auto­ri­dad de Cadal, es una ciu­da­da­na esta­dou­ni­den­se doc­to­ra­da en Cien­cia Polí­ti­ca por la Uni­ver­si­dad de Stan­ford que vive en la Argen­ti­na. La acom­pa­ña des­de la vice­pre­si­den­cia la perio­dis­ta y direc­to­ra del Obser­va­to­rio de Dere­chos Huma­nos del Sena­do, Nor­ma Moran­di­ni. El Con­se­jo de Admi­nis­tra­ción lo com­ple­tan el con­sul­tor Car­los Fara, el abo­ga­do Ber­na­bé Gar­cía Hamil­ton y el inge­nie­ro José Mon­tal­do.
Cadal tie­ne ade­más un comi­té eje­cu­ti­vo. Lo diri­ge Gabriel Cons­tan­cio Sal­via, uno de sus fun­da­do­res en 2003. Le gus­ta defi­nir­se como perio­dis­ta iti­ne­ran­te y acti­vis­ta inter­na­cio­nal de DD.HH. Es el inte­gran­te de per­fil más alto, un acti­vis­ta que via­jó a Cuba en 2014 y se le impi­dió la entra­da cuan­do inten­ta­ba boi­co­tear la cum­bre de la Celac con un foro para­le­lo. Su pré­di­ca con­tra Cuba coin­ci­de con ata­ques con­tra el movi­mien­to de DD.HH de nues­tro país. El 24 de mar­zo del 2020 se pre­gun­tó: “Qué tan defen­so­ras de los Dere­chos Huma­nos son las orga­ni­za­cio­nes argentinas”.

Esa con­duc­ta de doble rase­ro es muy común en la fun­da­ción. No sue­le ocu­par­se de la polí­ti­ca sani­ta­ria de Jair Bol­so­na­ro en Bra­sil que cau­só 609.060 muer­tos has­ta hoy, ni de las denun­cias con­tra el pre­si­den­te por crí­me­nes con­tra la huma­ni­dad. La últi­ma fue hace menos de un mes ante la Cor­te Penal Inter­na­cio­nal (CPI). La reali­zó la ONG aus­tría­ca All­Ri­se. Es la cuar­ta que acu­mu­la el polí­ti­co ultra­de­re­chis­ta por deli­tos medioam­bien­ta­les. Las múl­ti­ples vio­la­cio­nes a los DD.HH de su régi­men mili­ta­ri­za­do no entra­rían en esta nota.
La lis­ta de muer­tes pro­vo­ca­das por las fuer­zas de segu­ri­dad o para­po­li­cia­les de paí­ses modé­li­cos para Cadal (Esta­dos Uni­dos, Chi­le y Colom­bia) no tie­ne dema­sia­do espa­cio en sus denun­cias. Las masa­cres del esta­do colom­biano comen­za­ron en 1928 con la lla­ma­da Masa­cre de las bana­ne­ras. El hecho lo retra­tó Gabriel Gar­cía Már­quez en Cien años de sole­dad. Una huel­ga de los obre­ros de la Uni­ted Fruit Com­pany esta­dou­ni­den­se fue sofo­ca­da con el ejér­ci­to. Nun­ca se supo bien la can­ti­dad de víc­ti­mas. La his­to­ria es cir­cu­lar. Hoy los ase­si­na­tos de líde­res socia­les se cuen­tan por cen­te­na­res. El gobierno de Iván Duque es tan cóm­pli­ce como inefi­caz para fre­nar­los.
Apor­tes

Cadal, una enti­dad que se decla­ra a favor del desa­rro­llo de Amé­ri­ca Lati­na, dice que se finan­cia con “fun­da­cio­nes pri­va­das, agen­cias públi­cas y emba­ja­das de paí­ses demo­crá­ti­cos. Tam­bién reci­bi­mos con­tri­bu­cio­nes de empre­sas e indi­vi­duos”. En su nómi­na de apor­tan­tes se des­ta­ca el Bureau por la Demo­cra­cia, Dere­chos Huma­nos y Tra­ba­jo (DRL) que fun­cio­na den­tro del Depar­ta­men­to de Esta­do de EE.UU. Ade­más, la Red Atlas Net­work, que dis­po­ne de enor­mes recur­sos y fue pre­si­di­da has­ta 2017 a esca­la glo­bal por un argen­tino, Ale­jan­dro Cha­fuen. Se tra­ta de un per­so­na­je con dila­ta­da tra­yec­to­ria en el mun­do eco­nó­mi­co de EEUU. En nues­tro país dejó su hue­lla en la liqui­da­ción de la finan­cie­ra Coim­pro y fue con­de­na­do en 2005 por la Cáma­ra Nacio­nal de Ape­la­cio­nes en lo Con­ten­cio­so Admi­nis­tra­ti­vo Fede­ral. Otros apo­yos de Cadal son la Fun­da­ción Pan­ame­ri­ca­na para el Desa­rro­llo (PADF, por sus siglas en inglés) crea­da por la OEA en 1962; el Direc­to­rio Demo­crá­ti­co Cubano, una de las prin­ci­pa­les orga­ni­za­cio­nes de la diás­po­ra; el Fon­do Nacio­nal para la Demo­cra­cia (NED), una ini­cia­ti­va del gobierno de Ronald Reagan que nació en 1983 y la inefa­ble Fun­da­ción Ford.

Itu­rria /​Fuen­te

Artikulua gustoko al duzu? / ¿Te ha gustado este artículo?

Twitter
Facebook
Telegram

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *