Argen­ti­na. Cha­co: empre­sa­rios rura­les fumi­gan sobre dos pue­blos y 700 per­so­nas tuvie­ron que ser hospitalizadas

Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 5 de noviem­bre de 2021. 

Des­co­no­cien­do una medi­da cau­te­lar del 2012 que limi­ta la fumi­ga­ción en la región, una avio­ne­ta de la Caba­ña Don Panos de la empre­sa Uni­tec Agro fumi­gó con agro­tó­xi­cos sobre las pobla­cio­nes de Pam­pa del Indio y Pre­si­den­cia Roca, al este de la pro­vin­cia de Cha­co. Días des­pués, 700 per­so­nas tuvie­ron que ser hos­pi­ta­li­za­das con cua­dros de into­xi­ca­ción, vómi­tos, dia­rrea y des­hi­dra­ta­ción. Veci­nos y veci­nas ase­gu­ran que las fumi­ga­cio­nes tam­bién seca­ron las huer­tas fami­lia­res, los árbo­les y los mini empren­di­mien­tos de zapa­llos, san­días, maíz y taba­co. «Es un hecho más de los que duran­te años ha come­ti­do esta empre­sa. Debe hacer­se un con­trol y segui­mien­to epi­de­mio­ló­gi­co de las per­so­nas afec­ta­das», sos­tu­vo en diá­lo­go con ANRed Ale­jan­dra Gómez, inte­gran­te del equi­po de coor­di­na­ción de la Red de Salud Popu­lar Dr. Ramón Carri­llo de Cha­co. En tan­to, la antro­pó­lo­ga Male­na Cas­ti­lla des­ta­có: «gran par­te es pobla­ción rural dis­per­sa, en zonas que bor­dean los cam­pos de los empre­sa­rios soje­ros que se esta­ble­cie­ron sobre terri­to­rios indí­ge­nas ances­tra­les y de peque­ños pro­duc­to­res del Chaco». 


El medio local Info­Qom deta­lló que las tres gran­des fumi­ga­cio­nes las rea­li­za­ron avio­ne­tas de la Caba­ña Don Panos los días jue­ves 21, vier­nes 22 y sába­do 23 de octu­bre sobre las pobla­cio­nes de Pam­pa del Indio y Pre­si­den­cia Roca, ubi­ca­das en el depar­ta­men­to de Liber­ta­dor Gene­ral San Mar­tín, al este de la pro­vin­cia de Cha­co, dado que los cam­pos fumi­ga­dos de la caba­ña se encuen­tra en el lími­te entre ambas localidades.

Y al poco tiem­po, comen­za­ron los sín­to­mas: «el domin­go, des­pués del medio­día, empe­za­ron mani­fes­tar­se muchos niños con dia­rrea y vómi­tos. El lunes se veía cola de más de 50 per­so­nas en el hos­pi­tal por la maña­na y la tar­de. El vier­nes 29 de octu­bre, sien­do las 20, había niños y adul­tos inter­na­dos en el hos­pi­tal rural de Pre­si­den­cia Roca con los mis­mos sín­to­mas: vómi­tos, dia­rreas y des­hi­dra­ta­ción. Se esti­ma que duran­te esa sema­na se aten­die­ron alre­de­dor de 700 per­so­nas», infor­mó el medio.

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«En mi caso par­ti­cu­lar, siem­pre tomo tere­ré fren­te a mi nego­cio y empe­za­ban a caer las hojas de los árbo­les aden­tro de la jarra. Lo que no sabía es que las hojas esta­ban enve­ne­na­das», con­ta­ba uno de los veci­nos fumi­ga­dos, cuyos tes­ti­mo­nios fue­ron difun­di­dos por Info­Qom. En tan­to, otra per­so­na afec­ta­da rela­ta­ba: «mi hijo y yo esta­mos con dia­rrea y vómi­to y mucho dolor de pan­za. El agua de SAMEEEP muy pro­ba­ble­men­te está con­ta­mi­na­da. La gen­te sin saber con­su­me el agua», con­tó en refe­ren­cia al ser­vi­cio de agua brin­da­do por el Ser­vi­cio de Agua y Man­te­ni­mien­to Empre­sa del Esta­do Pro­vin­cial (SAMEEP). Tam­bién se cita el tes­ti­mo­nio de otro vecino: «como gen­te de cam­po para curar­nos muchas veces nos pre­pa­ra­mos te de hier­bas y no nos dába­mos cuen­ta que esta­mos todos envenenados”.

Ade­más, el medio seña­ló tam­bién sobre la fumi­ga­ción: «secó todo tipo de huer­tas fami­lia­res y mini empren­di­mien­tos de zapa­llos, san­días, maíz y taba­co. Los árbo­les aden­tro del pue­blo se están que­dan­do sin hojas y se están secan­do, otros están entris­te­ci­dos y los más resis­ten­tes tie­nen las hojas que­ma­das. Pero se ve recién aho­ra, pasa­do los sie­te días».

Imá­ge­nes que difun­die­ron los y las luga­re­ñas de la zona, que mues­tran el impac­to de las fumi­ga­cio­nes sobre árbo­les y plantaciones.

De esta mane­ra, la empre­sa Uni­tec Agro, que pre­si­dió Eduar­do Eur­ne­kián has­ta 2020, vio­ló (nue­va­men­te, por­que ya lo había hecho en 2018) la cau­te­lar dic­ta­da en 2012 en la pro­vin­cia, que limi­ta la pul­ve­ri­za­ción con agro­tó­xi­cos en ese esta­ble­ci­mien­to. «Hoy se cree que está alqui­la­da por la empre­sa MAFRA», amplía Info­Qom, y agre­ga: «la estan­cia Don Panos es uti­li­za­da por el actual gober­na­dor Jor­ge Capi­ta­nich para hacer «base» en ple­na cam­pa­ña pro­se­li­tis­ta. Allí inclu­so rea­li­za algu­nas reunio­nes con su círcu­lo ínti­mo o con otros diri­gen­tes políticos».

«Es un hecho más de los que duran­te años ha come­ti­do esta empre­sa: se debe hacer un con­trol y segui­mien­to epi­de­mio­ló­gi­co de las per­so­nas afectadas»

Des­de ANRed con­sul­ta­mos por la situa­ción a Ale­jan­dra Gómez, inte­gran­te del equi­po de coor­di­na­ción de la Red De Salud Popu­lar Dr. Ramón Carri­llo de Cha­co, que se encar­ga de rea­li­zar char­las sobre aten­ción pri­ma­ria de la salud, aten­ción pri­ma­ria ambien­tal y en los terri­to­rios acom­pa­ñar los pro­ce­sos de denun­cia colec­ti­vas por con­ta­mi­na­ción – prin­ci­pal­men­te, por agro­tó­xi­cos -, de las comu­ni­da­des qom Cam­po Medi­na y Cam­po Nue­vo de Pam­pa del Indio.

Gómez remar­ca que el con­flic­to por con­ta­mi­na­ción entre las pobla­cio­nes de la zona y la empre­sa vie­ne de hace tiem­po: «las pri­me­ras denun­cias que se cono­cen en for­ma escri­ta con­tra el esta­ble­ci­mien­to Don Panos, que per­te­ne­ce­ría a las fir­mas Uni­tec Agro y Uni­tec Bio, son las rea­li­za­das por las comu­ni­da­des en los años 2010 y 2011. Hubo algu­nas denun­cias ante­rio­res, pero de for­ma indi­vi­dual o de fami­lias, de estas comu­ni­da­des y de Pam­pa Chi­ca. En el año 2012 se dic­ta una medi­da cau­te­lar, por­que la denun­cia se pre­sen­tó vía la Fis­ca­lía de Inves­ti­ga­ción Penal de Gene­ral San Mar­tín, res­trin­gien­do las fumi­ga­cio­nes en el lími­te con las comu­ni­da­des de Cam­po Nue­vo y Cam­po Medi­na por una dis­tan­cia de 600 metros en una exten­sión de 2 mil metros del lími­te del esta­ble­ci­mien­to Don Panos con estas comu­ni­da­des. Des­pués de la cau­te­lar, a ins­tan­cias de la Defen­so­ría del Pue­blo de la Pro­vin­cia y Nación, se con­vo­ca a una asam­blea a la que invi­ta­ron al geren­te de la empre­sa Don Panos y las comu­ni­da­des, don­de se pro­pu­so la fir­ma de un acuer­do. Las comu­ni­da­des se nega­ron. En tan­to, el geren­te de la empre­sa sí fir­mó un com­pro­mi­so ante las auto­ri­da­des de exten­der la dis­tan­cia de no fumi­ga­ción que había fija­do el fis­cal, y evi­tar que la deri­va lle­gue a las comu­ni­da­des. Lamen­ta­ble­men­te, a los tres o cua­tro meses de la fir­ma de este com­pro­mi­so, vol­vie­ron a fumi­gar en noviem­bre de 2012. Se hizo la denun­cia e inter­vino la Sub­se­cre­ta­ría de Ambien­te. Y lue­go se comen­zó un pro­ce­so de recom­po­si­ción de los sis­te­mas pro­duc­ti­vos daña­dos. Hubo algu­na fumi­ga­ción en esta zona vio­lan­do el com­pro­mi­so, a la cau­te­lar y la Ley de Bio­ci­das, pero fue­ron fumi­ga­cio­nes espo­rá­di­cas entre 2013 a 2018En diciem­bre de 2018 se pro­du­ce una nue­va fumi­ga­ción que afec­ta a las comu­ni­da­des y des­de allí, recién a par­tir de febre­ro de este año, obser­va­mos que empe­za­ron a fumi­gar nue­va­men­te esta zona con más inten­si­dad y sin res­pe­tar para nada nin­gu­na de las medi­das«, rela­ta.

En la mis­ma línea, Gómez agre­ga sobre la últi­ma fumi­ga­ción: «en el caso que aho­ra se cono­ce, las fumi­ga­cio­nes afec­ta­ron a Pre­si­den­cia Roca y los cul­ti­vos de los peque­ños pro­duc­to­res de esta loca­li­dad. Se cono­ce por la masi­vi­dad de afec­ta­cio­nes, y por­que se pro­du­cen los daños en la zona periur­ba­na y urba­na de Roca. Es un hecho más de los que duran­te años ha come­ti­do esta empre­sa. Tras­cien­de por la masi­vi­dad de las per­so­nas afec­ta­das tan­to en la salud como en sus cha­cras. Actúa nue­va­men­te la Sub­se­cre­ta­ría de Ambien­te de Cha­co. Debe­ría­mos ver cuál es el rol del muni­ci­pio local, por­que es la pri­mer auto­ri­dad cons­ti­tui­da cons­ti­tu­cio­nal­men­te, que debe­ría res­guar­dar los dere­chos al ambien­te y a la salud de quie­nes viven allí». Asi­mis­mo, agre­ga con res­pec­to al rele­va­mien­to de las per­so­nas afec­ta­das: «espe­ra­mos tam­bién que ade­más de los rele­va­mien­tos a los daños a los cul­ti­vos que se infor­ma­ron que se están hacien­do, se reali­cen los con­tro­les del esta­do de salud de la pobla­ción, pero no al momen­to, por­que sabe­mos que los agro­tó­xi­cos pro­du­cen con­se­cuen­cias en la salud que se mani­fies­tan tam­bién a mediano y lar­go pla­zo. Enton­ces, se debe hacer un con­trol y segui­mien­to epi­de­mio­ló­gi­co de las per­so­nas afec­ta­das. Has­ta la fecha, la can­ti­dad que ha tras­cen­di­do es de los infor­mes extra­ofi­cia­les – por­que no hay nin­gún infor­me ofi­cial del Minis­te­rio de Salud Públi­ca -, que da cuen­ta de per­so­nas que asis­tie­ron al hos­pi­tal de Pre­si­den­cia Roca. Por otra par­te, muchas per­so­nas que pue­den ser afec­ta­das, no nece­sa­ria­men­te van has­ta el cen­tro asis­ten­cial. Los con­tro­les deben hacer­se en el terri­to­rio y pla­ni­fi­car­se para poder rele­var la mayor can­ti­dad de datos posi­bles», señala.

«Son pobla­cio­nes que están com­ple­ta­men­te vul­ne­ra­das a las que el agro­ne­go­cio impac­ta dia­ria­men­te en su vida»

En tan­to, tam­bién con­sul­ta­da por ANRed, la antro­pó­lo­ga cha­que­ña Male­na Cas­ti­lla, amplía sobre la empre­sa fumi­ga­do­ra serial: «la empre­sa Uni­tec Agro está radi­ca­da en la zona des­de los 90′ y a par­tir de 2010 comen­zó un pro­ce­so de denun­cias, sobre todo enca­be­za­dos por la fami­lia Peña­lo­za, que está al lado de Don Panos, don­de se denun­cia­ron las fumi­ga­cio­nes aéreas, y jun­to con estas denun­cias, el Hos­pi­tal de Pam­pa del Indio denun­ció una gran can­ti­dad de casos de abor­tos espon­tá­neos y enfer­me­da­des res­pi­ra­to­riasHabi­tan­tes de la loca­li­dad decían tam­bién que había muchos niños con man­chas en la piel y erup­cio­nes pro­duc­to de las fumi­ga­cio­nes. Tam­bién más ade­lan­te se orga­ni­zó un estu­dio del agua a car­go de un equi­po de exten­sión de Cien­cias Exac­tas, que detec­ta­ron pre­sen­cia de gli­fo­sa­to en cani­llas comu­ni­ta­rias, en agua de algu­nas salas de salud, alji­bes y pozos cis­ter­na, con lo cual las fumi­ga­cio­nes alcan­za­ron al agua que con­su­me esta pobla­ción. La Ley de Bio­ci­das de Cha­co esta­ble­ce que las fumi­ga­cio­nes aéreas deben ser a 1500 metros, cuan­do hay pobla­ción cer­ca­na, y a 500 metros por vía terres­tre. Esto se fue vio­lan­do sis­te­má­ti­ca­men­te. Des­de el 2002 has­ta la actua­li­dad se vio­la­ron. En el últi­mo perio­do, se rea­li­za­ron una serie de fumi­ga­cio­nes que fue­ron cada vez más bru­ta­les, que da como con­se­cuen­cia el esce­na­rio que aho­ra se está visi­bi­li­zan­do», destacó.

Cas­ti­lla tam­bién des­ta­có, como par­te de esta pro­ble­má­ti­ca, la com­po­si­ción de la pobla­ción afec­ta­da de la región: «gran par­te de su pobla­ción es pobla­ción rural dis­per­sa, en zonas que bor­dean los cam­pos de los empre­sa­rios soje­ros que se esta­ble­cie­ron sobre terri­to­rios indí­ge­nas ances­tra­les y de peque­ños pro­duc­to­res del Cha­coPero tam­bién cer­ca del 50 por cien­to de la pobla­ción de estas loca­li­da­des es per­te­ne­cien­te a algún pue­blo indí­ge­na. En este caso, en Pam­pa del Indio, es el Pue­blo Qom. Y tie­ne otra par­ti­cu­la­ri­dad, que es que cer­ca del 50 por cien­to de la pobla­ción de esta zona está por deba­jo de la línea de pobre­za, con lo cual no lle­gan a cubrir sus nece­si­da­des bási­ca, entre ellas, la del agua. Y acá apa­re­ce otra pro­ble­má­ti­ca, que es que a pesar de estar rodea­dos de ríos impor­tan­tes de gran cau­dal, como el Río Ber­me­jo y el Río Guay­cu­rú, gran par­te de la pobla­ción no tie­ne acce­so al agua por­que, jus­ta­men­te, estos ríos están rodea­dos de cam­pos pri­va­dos a manos del agro­ne­go­cio, sobre todo en estos perío­dos de gran­des sequías y cri­sis hídri­ca. El agua a la que acce­den es a agua que alma­ce­nan en alji­bes y cis­ter­nas que está con­ta­mi­na­da pro­duc­to de las fumigaciones».

Asi­mis­mo, pone énfa­sis en que «estas fumi­ga­cio­nes tam­bién afec­ta­ron la pro­duc­ción fami­liar de huer­tas y ani­ma­les domés­ti­cos, con lo cual la sub­sis­ten­cia de esas pobla­cio­nes se ve com­ple­man­te en peli­gro, no sólo por el impac­to que tie­nen en su salud estos agro­tó­xi­cos, sino tam­bién por los ali­men­tos que pro­du­cen y el agua que con­su­men», sos­tie­ne. Por todo lo seña­la­do, con­si­de­ra que «son pobla­cio­nes que están com­ple­ta­men­te vul­ne­ra­das por lo men­cio­na­do, por­que el agro­ne­go­cio impac­ta dia­ria­men­te en su vida. Fun­da­men­tal­men­te, por esta cues­tión hídri­ca y la dispu­ta terri­to­rial, el agro­ne­go­cio va aca­pa­ran­do los terri­to­rios indí­ge­nas y de los peque­ños pro­duc­to­res de mane­ra con­tan­te a lo lar­go de los años, expul­sán­do­los y obli­gán­do­los a migrar a otras zonas en con­di­cio­nes de vul­ne­ra­bi­li­dad como son las gran­des ciu­da­des, entre ellas, la ciu­dad de Resis­ten­cia, don­de se asien­tan en luga­res con gran­des necesidades».

Final­men­te, la antro­pó­lo­ga tam­bién des­ta­ca que «los empre­sa­rios del agro están radi­ca­dos y están con la con­ni­ven­cia de orga­nis­mos del Esta­do, que acom­pa­ñan este tipo de prác­ti­cas o hacen la vis­ta gor­da ante este tipo de vio­la­ción de las res­tric­cio­nes«. Ade­más, recuer­da que «en los últi­mos años esta zona ha reci­bi­do un finan­cia­mien­to muy impor­tan­te del Ban­co Mun­dial, eje­cu­ta­do por el gobierno pro­vin­cial, y nacio­nal, con el que ha pavi­men­ta­do la Ruta Pro­vin­cial 3, que es por las que se acce­de a estas loca­li­da­des. y tam­bién se pavi­men­tó la que va des­de la Ruta 3 has­ta la puer­ta del esta­ble­ci­mein­to de Don Panos, jus­ta­men­te para aumen­tar la pro­duc­ti­vi­dad y comer­cia­li­za­ción de esta empre­sa. Tam­bién hicie­ron obras hídri­cas, entre ellas, acue­duc­tos que no alcan­zan a la pobla­ción indí­ge­na de la zona, por­que no están con­tem­pla­das en base a las nece­si­da­des de la pobla­ción de esta zona, pero que, según lo que dicen inte­gran­tes de las comu­ni­da­des, sí alcan­za a los empre­sa­rios del agro«. Por todo ellos, con­si­de­ra que «se tra­ta de polí­ti­cas orien­ta­das a satis­fa­cer a un sec­tor en detri­men­to de otro«.

Fuen­te: Pren­sa Latina

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