Leonardo Del Grosso /Resumen Latinoamericano, 22 de noviembre de 2021
En la provincia de Neuquén crece la exigencia de que se suspenda definitivamente y se desmantele la base del Pentágono que, bajo la máscara de la “ayuda humanitaria”, se está construyendo en el éjido de la ciudad capital provincial.
El viernes 19 de noviembre pasado la Multisectorial No a la Base Yanki en Neuquén realizó un acto y una importante movilización por el centro de la ciudad para manifestar la oposición del pueblo de la región al intervencionismo estadounidense, intervencionismo que cuenta con la complicidad de las autoridades provinciales y nacionales, que no siguen una política nacionalista sino una política de claro perfil cipayo que, más allá de retóricas encendidas, en los hechos es entreguista de los recursos naturales y somete el territorio y el trabajo de los argentinos a la explotación de las grandes corporaciones, en su gran mayoría extranjeras.
Cientos de personas y la asistencia de organizaciones políticas y sociales que integran la Mulisectorial, se convocaron en el Monumento a nuestro General antiimperialista, el prócer nacional y nuestroamericano, don José de San Martín. Luego de transitar por las calles de Neuquén y habiendo pasado frente a la Gobernación, varias personalidades dirigieron su palabra a la multitud para explicar al pueblo las razones de esta lucha y enfatizar su especial importancia.
Es así que se expresaron Gerardo Avecilla, de Veteranos de Malvinas; César Parra, concejal electo por el Frente de Izquierda; Angélica Lagunas, secretaria general electa de la Seccional Capital de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén; y Nerea Monte, de la Asamblea por los Derechos Humanos de Neuquén. También estuvo presente y adhirió a la actividad el diputado provincial Mariano Mansilla.
En conjunto, los oradores destacaron el historial genocida del Ejército de los Estados Unidos, su histórica práctica intervencionista e impulsora de dictaduras antinacionales, la complicidad de Estados Unidos con la usurpación de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña, la relación entre el acuerdo con el FMI y la autorización (dada por todos los bloques del parlamento argentino a excepción del Frente de Izquierda) a la presencia de tropas extranjeras; y la construcción de esta base en Neuquén y los intentos de contruir otra base militar en Chaco.
No son casuales los lugares donde los militares estadounidenses descubren que se necesita una “ayuda humanitaria”. Sabemos los recursos naturales que existen en Neuquén y el conjunto de la Patagonia: gas y petróleo, abundante agua, bellezas naturales, minerales de todo tipo, el litoral del Mar Argentino en el Atlántico Sur…
Lo mismo ocurre en Chaco, otro lugar donde de repente la población necesita “ayuda humanitaria”: riquezas forestales, las aguas del acuífero Guaraní y de los grandes ríos que confluyen en la cuenca del Plata, etc., etc.
¿Qué actividades se desarrollarán en las instalaciones que el Pentágono está construyendo en Neuquén bajo la clásica hipócrita fachada bondadosa de las ayudas humanitarias?
¿Se instalará un laboratorio de guerra biológica, como los tantos que tiene Estados Unidos en todo el mundo?
¿Funcionarán allí cámaras de tortura?
¿Montarán sistemas de inteligencia y de guerra electromagnética?
¿Destacarán cuadros terroristas como los tantos que infiltran en los países para sembrar la confusión, el fratricidio y el miedo con masacres de bandera falsa?
Habrá de todo eso, menos esa mentirosa ayuda humanitaria con la que cínicamente pretenden encubrir su comportamiento criminal.
Lamentamblemente lo que hoy prevalece en la política nacional de las instituciones del Estado Argentino es la cobardía más crasa.
Algunas de estas reflexiones de este cronista, y muchas otras más, fueron expresadas por los que hablaron en el acto, en el que se hizo mucha referencia a la soberanía nacional, siendo que el 20 de noviembre se cumplió un nuevo aniversario de la heroica batalla de la Vuelta de Obligado. Precisamente la movilización se realizó teniendo en cuenta este glorioso aniversario.
Hace unas semanas atrás la Multisectorial había realizado una caravana para ir al lugar donde se pretende construir este centro de operaciones delictivas. El gobierno provincial no viene informando sobre esto, a pesar de que las Multisectorial No a la Base Yanki presentó un amparo que salió favorable. En función de esa sentencia, el gobierno provincial del Movimiento Popular Neuquino brindó “informaciones” que son una burla. El mismo viernes 19 de noviembre, por la mañana, varias de las organizaciones populares que integran la Multisectorial presentaron una petición para que se suspenda y se desmantele esta base que se pretende instalar.
La movilización viene creciendo. A medida que el pueblo toma conciencia y se informa debidamente de esta situación, va reaccionando. Pero faltan muchas organizaciones y dirigentes que brillan por su ausencia. ¿Estarán comprados? Da para pensar cualquier cosa, ya que para Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, la clásica trilogía del imperialismo occidental, la Patagonia es de importancia estratégica en sus ambiciones de opresión y dominio, y no escatiman plata para corromper y comprar dirigentes.
El General San Martín nos marca el camino. Nos indica claramente que hay que luchar contra el enemigo imperialista. Por algo donó su espada, lo más preciado para un guerrero eminente como él, al Brigadier Juan Manuel de Rosas, quien supo defender con sus ejércitos la soberanía nacional en la Vuelta de Obligado y en otras batallas y lides contra Gran Bretaña y Francia, los agresores militares en aquellos años de la década de 1840…
La historia pretende repetirse. Todo argentino de ley y todo pueblo que defienda su soberanía está convocado a la resistencia contra el colonialismo. Gritar los goles de la Selección de fútbol lo puede hacer cualquiera, y los cipayos, justamente, suelen camuflarse en escenificaciones que no implican ningún compromiso serio con la defensa de los intereses nacionales. Defender a la Patria es otra cosa… ¡No a la Base en Neuquén! ¡Fuera yankis ladrones!
FUENTE: CAPAC