Por Marco Velázquez Cristo, Resumen Latinoamericano 7 de noviembre de 2021
La desesperación comienza a hacer presa de los habitantes del archivergonzoso sitio desde donde se incita a la desobediencia civil, y al desconocimiento de la Constitución y las leyes, al convocar una marcha de demostrado carácter ilegal con la cual pretenden dar su aporte a los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos de tratar de forzar el cambio del socialismo por el capitalismo en Cuba. Así los encontramos redactando cartas al presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez y al pueblo cubano, en vano intento por amedrentar, confundir y ganar adeptos, a la vez que tratan de insuflar vida a su decadente show mediático.
Con sus cartas han escrito su epitafio político.
En sus esquelas dirigidas al pueblo con un lenguaje cargado de un sentimentalismo hipócrita sobreactuado, intentan infamemente manipular los sentimientos de este, para tratar de arrastrarlo a secundarlos en su cruzada contra la Revolución. De hecho, le están pidiendo que atente contra sí mismo, lo están invitando a suicidarse. Pero el nuestro es un pueblo culto, al que la Revolución no le dijo cree, sino lee, orgulloso de su historia, que desprecia a los vendepatrias y no se dejará manipular.
“…Que escriban lo que les dé la gana, porque este, que es un pueblo inteligente; este, que es un pueblo sabio; este, que es un pueblo despierto, sabe por dónde viene cada cual…”
Fidel.
El lenguaje suplicante que emplean para tratar de sumar seguidores dentro de los diversos sectores de la sociedad, desvela la desesperación que los embarga. Se saben sin la influencia necesaria para movilizar a las grandes masas, y están conscientes de la carencia de apoyo que tienen dentro de ellas. Conocen que los miles de like y de veces compartidas que aparecen como por arte de magia en sus publicaciones, son el resultado de la aplicación de herramientas informáticas dirigidas a crear el espejismo de unos Mesías seguidos por miles de personas, en su caso por miles de troles y robots. Con ello no estoy negando que tengan unos cuantos seguidores reales.
Ellos como quienes los mandan están claros de que, una cosa es crear mediáticamente una falsa imagen de la realidad cubana y otra es lograr enajenar a los que viven la real en el escenario físico para que acepten esa alucinación.
Y es que esos a los que pretenden confundir, conocen las causas que generan los problemas que los afectan y que están condicionando el complejo escenario interno que presenta Cuba, ven los esfuerzos que hace el gobierno para disminuir su impacto sobre sus vidas y para sacar adelante el país. Por eso el cínico desconocimiento de los Judas Iscariotes de los fuertes efectos negativos del bloqueo y la pandemia sobre la economía nacional, principales causas de su desfavorable desempeño, sobre la que también gravita la crisis provocada por la Covid-19 en la economía mundial, algo que también ignoran, termina por poner al descubierto su esencia traidora antes quienes pretenden embaucar.
«Un hombre puede ser comprado, nunca un pueblo».
Fidel.
En este escenario en una apócrifa carta abierta dirigida al presidente cubano se quitan el disfraz de patriotas y pacifistas, amenazando con lo que pudiera hacer su amo sino se les tolera su marcha provocación, amén de que es un homenaje al cantinfleo y al doblez político, los cito:
“Pero si como ha sido el caso, persigue, amedrenta y reprime a su propio pueblo, no espere ni que nosotros lo consintamos, ni que pase desapercibido por la Comunidad Internacional, de la cual para bien o para mal, Estados Unidos forma parte”.
Continúan hundiéndose en el lodo de su desvergonzada sumisión a los enemigos de su patria al afirmar, “Estados Unidos ha respondido que no tolerará ningún acto de represión y amenaza con sanciones. (…) El hecho es que las sanciones son un acto unilateral de parte de los Estados Unidos en respuesta a su amenaza. Ha sido su accionar, (…) el que ha servido al país en bandeja de plata a nuevas sanciones…”
En esos dos párrafos están contenidas innegables amenazas que descalifican su discurso “pacifista” y ponen al descubierto su degradante subordinación a EE.UU., al que llegan desvergonzadamente a justificarle el acto de genocidio que constituye el cruel bloqueo que mantiene contra el pueblo en el seno del cual nacieron y que dicen defender.
No osan ni siquiera calificarlo como bloqueo, para ellos, como para Estados Unidos es solo un embargo y de esa manera a él se refieren, dicen, “siempre se habla de las afectaciones del embargo norteamericano a Cuba…” Ese cambio de denominación tiene una gran significación en lo que representa ese acto genocida contra nuestro pueblo, pues si fuera un embargo solo se estaría hablando de acuerdo al significado de esa palabra de, confiscación, incautación, retención, decomiso, requisa, etc., mientras que lo que califica de manera precisa el cerco económico, comercial y financiero que han tendido los yanquis alrededor de Cuba, es la palabra bloqueo que es sinónimo de, asedio, cerco, sitio, cierre, acorralamiento, aislamiento, hostigamiento, acoso, coacción.
Son tan infames que presentan a quien agrede a su patria como Quijote que combate las “injusticias” y al gobierno que junto al pueblo lucha contra ese enemigo como culpable de lo que este hace. No tienen la dignidad, ni el coraje de llamar por su nombre al bloqueo, mucho menos de condenarlo públicamente.
Y hablando de sus cantinfleos, contradicciones y doblez político, voy a citar unos fragmentos de su esquela al presidente relacionados con el tema de los “cambios”, en que todo eso se pone de manifiesto, los cito:
“…No estemos de acuerdo con el orden establecido y queramos un cambio (…) cambios democráticos que Cuba necesita (…) cuales sean esos cambios no está en nuestra capacidad definirlos (…)”
Es un trabalenguas conscientemente absurdo, ¿Cómo van a decir que se necesitan cambios, sí, “no saben” definirlos?, pero eso es una mentira, con la que pretenden encubrir sus verdaderas intenciones que, quedan al desnudo cuando afirman, los cito, “El sistema económico y político ha pasado rápidamente de ser una peculiaridad a un anacronismo…”, más claro no puede ser, lo que desean cambiar es el socialismo al que consideran un sistema anacrónico, su vasallaje al imperio, los lleva a obviar que, el capitalismo con su esencia inhumana si resulta un anacronismo en pleno siglo XXI.