Ecología Social. Bolsonaro, el depredador de Brasil y del mundo

Eco­lo­gía Social. Bol­so­na­ro, el depre­da­dor de Bra­sil y del mundo

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Por Hedel­ber­to López Blanch, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 16 de noviem­bre de 2021.

A Emir Sader, el reco­no­ci­do soció­lo­go y poli­tó­lo­go bra­si­le­ño le sobran razo­nes para decir que su país “tie­ne el pre­si­den­te (Jair Bol­so­na­ro) más ridi­cu­li­za­do, la víc­ti­ma más bur­la­da en los medios de comu­ni­ca­ción del mun­do… son los peo­res mil días que hemos teni­do en nues­tras vidas”.

Las decla­ra­cio­nes de Sader se reafir­ma­ron cuan­do en la recien­te Cum­bre del G‑20, el ultra­de­re­chis­ta mag­na­te resul­tó sis­te­má­ti­ca­men­te igno­ra­do por los demás jefes de Estado.

Los medios de comu­ni­ca­ción seña­la­ron que fue tra­ta­do como un agua­fies­tas y duran­te la mayor par­te del tiem­po solo pudo hablar con sus pro­pios ase­so­res o con los cama­re­ros del even­to. Final­men­te aca­bó sen­ta­do en uno de los ban­cos del fon­do de la sala sin tener a nadie con quien interactuar.

Con los des­ai­res reci­bi­dos en la Cum­bre del G‑20 y los ante­ce­den­tes de ser el mayor depre­da­dor de la Ama­zo­nía, cata­lo­ga­da como el pul­món natu­ral del mun­do, Bol­so­na­ro desis­tió de par­ti­ci­par en la Cop-26 sobre cam­bio cli­má­ti­co pues sería el haz­me reír de todos los participantes.

Bajo el régi­men de Bol­so­na­ro, solo de agos­to de 2019 a julio de 2020, la pér­di­da de bos­que en esa región fue de 9,5 %, según datos del Ins­ti­tu­to Nacio­nal de Pes­qui­sas Espa­cia­les (Inpe). La eli­mi­na­ción de cober­tu­ra vege­tal ascen­dió a los 11 088 kiló­me­tros cua­dra­dos. En 2020 resul­ta­ron arra­sa­das 21 000 kiló­me­tros cua­dra­dos, o sea, simi­lar super­fi­cie a El Sal­va­dor en Centroamericana.

Des­de su lle­ga­da al poder en 2019 ha eli­mi­na­do las regu­la­cio­nes de pro­tec­ción ambien­tal y amplia­do el des­alo­jo de los pue­blos indí­ge­nas, a la par que esti­mu­ló el arri­bo de inva­so­res de tie­rras, mine­ros, made­re­ros ile­ga­les, lo cual ha impul­sa­do el ase­si­na­to de nume­ro­sos pobla­do­res nativos.

El Inpe infor­mó de que en 2019 se regis­tra­ron 99 586 incen­dios en la Ama­zo­nía bra­si­le­ña y solo en mes de agos­to de 2021 ocu­rrie­ron 2 308, la peor cifra regis­tra­da des­de 2007.

Este desas­tre medioam­bien­tal moti­vó a la ONG All­Ri­se pre­sen­tar una denun­cia ante la fis­ca­lía de la Cor­te Penal Inter­na­cio­nal con­tra el pre­si­den­te bra­si­le­ño por «cri­men con­tra la huma­ni­dad» debi­do a su impli­ca­ción en la defo­res­ta­ción del exten­so territorio.

Asi­mis­mo, el equi­po de exper­tos de esa ONG esti­ma que las emi­sio­nes que se pue­den vin­cu­lar con las deci­sio­nes del Gobierno en mate­ria de defo­res­ta­ción pro­vo­ca­rán 180 000 muer­tes adi­cio­na­les este siglo, debi­do al aumen­to de las tem­pe­ra­tu­ras en el mundo.

Si funes­to ha sido su desem­pe­ño en rela­ción con la Ama­zo­nía, lo mis­mo ha ocu­rri­do con las absur­das res­pues­tas que ha dado sobre la pan­de­mia de Covid-19.

El epi­de­mió­lo­go Pedro Hallal quien par­ti­ci­pó en una inves­ti­ga­ción del Con­gre­so bra­si­le­ño sobre el mane­jo de la enfer­me­dad, denun­ció que “si el país hubie­ra logra­do dar una res­pues­ta media­na­men­te bue­na a la pan­de­mia, más de 400 000 per­so­nas segui­rían vivas”.

Has­ta fina­les de octu­bre habían muer­to por esa cau­sa en el gigan­te sud­ame­ri­cano 607 400 habi­tan­tes. El infor­me reco­mien­da que se acu­se al man­da­ta­rio, a sus tres hijos y a otros fun­cio­na­rios de alto nivel de nue­ve deli­tos, entre ellos: el uso irre­gu­lar de fon­dos públi­cos, vio­la­ción de los dere­chos civi­les, deli­tos con­tra la huma­ni­dad, abu­so de poder para hacer cir­cu­lar infor­ma­ción falsa.

Hace pocos días el Depar­ta­men­to de Comu­ni­ca­ción Social admi­tió que les pagó a influ­yen­tes en las redes socia­les para que elo­gia­ran medi­ca­men­tos inefi­ca­ces con­tra la Covid.

El docu­men­to del Con­gre­so que se con­for­mó duran­te seis meses, agre­ga que el Gobierno retra­só la com­pra de cien­tos de millo­nes de vacu­nas de fuen­tes apro­pia­das, mien­tras tra­ta­ba de nego­ciar con inter­me­dia­rios dudo­sos la obten­ción de una vacu­na no autorizada.

Todos los ana­lis­tas con­si­de­ran que será difí­cil apro­bar una medi­da con­tra el man­da­ta­rio pues el fis­cal gene­ral del país, Augus­to Aras, ami­go del pre­si­den­te y quien lo impu­so en ese car­go, no dará vía legal a nin­gu­na san­ción. Es la demo­cra­cia de la dere­cha capitalista.

Mien­tras esto ocu­rre, Bol­so­na­ro sigue con sus des­afor­tu­na­das decla­ra­cio­nes al mani­fes­tar que hizo lo correc­to des­de el pri­mer momen­to; des­es­ti­ma el uso de cubre­bo­cas, a la par que con­ti­núa pro­mo­vien­do medi­ca­men­tos inefi­ca­ces como la hidro­xi­clo­ro­qui­na y que “las per­so­nas que reci­bie­ron todas las dosis de la vacu­na son más vul­ne­ra­bles al VIH”.

El pano­ra­ma nacio­nal tam­bién es des­alen­ta­dor: 40,1 millo­nes en la mise­ria; 45 millo­nes en inse­gu­ri­dad ali­men­ta­ria; 15 % de des­em­pleo (duran­te el Gobierno de Igna­cio Lula da Sil­va solo era de 4,7 %); eli­mi­nó el pro­gra­ma Más Médi­cos para la aten­ción de los bra­si­le­ños y tam­bién el de Luz para Todos.

El poli­tó­lo­go Emir Sader ase­gu­ró que entre los para­dos y las per­so­nas que viven en con­di­cio­nes pre­ca­rias (for­mas inse­gu­ras de sobre­vi­vir, sin con­tra­to de tra­ba­jo, sin vaca­cio­nes paga­das, sub­si­dio por mater­ni­dad), están hoy la mayo­ría de los habitantes.

Por todas estas bar­ba­ri­da­des no es de extra­ñar que según una encues­ta de Data Poder el exca­pi­tán admi­ra­dor del dic­ta­dor chi­leno Augus­to Pino­chet tie­ne el recha­zo del 64 % de la pobla­ción. El depre­da­dor de Bra­sil y del mun­do está en baja y solo apun­ta­la­do por la ultra­de­re­cha bra­si­le­ña y el Gobierno de Esta­dos Unidos.

Hedel­ber­to López Blanch, perio­dis­ta, escri­tor e inves­ti­ga­dor cubano.

Rebe­lión ha publi­ca­do este artícu­lo con el per­mi­so del autor median­te una licen­cia de Crea­ti­ve Com­mons, res­pe­tan­do su liber­tad para publi­car­lo en otras fuentes.

Fuen­te: Rebelión.

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