Ecología Social. Fumigaciones en Exaltación de la Cruz: agro y salud no van de la mano

Eco­lo­gía Social. Fumi­ga­cio­nes en Exal­ta­ción de la Cruz: agro y salud no van de la mano

Por Noe­lia Gue­va­ra Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 29 noviem­bre 2021. 

La loca­li­dad bonae­ren­se de Exal­ta­ción de la Cruz pade­ce las fumi­ga­cio­nes con agro­tó­xi­cos. Sobre 280 vivien­das, se rele­va­ron 50 casos de cán­cer. A pesar de las prue­bas exis­ten­tes sobre la con­ta­mi­na­ción y afec­ta­cio­nes a la salud, con­ti­núan las pul­ve­ri­za­cio­nes en zonas de casas y escue­las rura­les. Vai­ve­nes lega­les y polí­ti­cos que bene­fi­cian al agronegocio.

“Exal­ta­ción Salud” es un gru­po de veci­nas y veci­nos que se unie­ron para denun­ciar y luchar con­tra las fumi­ga­cio­nes con agro­tó­xi­cos que lle­ga has­ta las casas, escue­las y cur­sos de agua. El colec­ti­vo nació en 2012 por ini­cia­ti­va de dos muje­res, en la loca­li­dad de Exal­ta­ción de la Cruz, a 80 kiló­me­tros al nor­te de la Ciu­dad de Bue­nos Aires. Logra­ron visi­bi­li­zar la pro­ble­má­ti­ca del agro­ne­go­cio y sus con­se­cuen­cias en la salud y el ambien­te. La orga­ni­za­ción para que se cum­ple un fallo judi­cial y que se prio­ri­ce la salud por sobre el agronegocio.

Escue­las fumi­ga­das y enfermedades

El 11 de mar­zo de 2019 fumi­ga­ron sobre las escue­las de Edu­ca­ción Pri­ma­ria 4 y la de Edu­ca­ción Secun­da­ria Téc­ni­ca 1, ambas de Para­da Robles (kiló­me­tro 78 de la ruta 8). La avio­ne­ta arro­jó vene­nos inclu­so en hora­rio esco­lar. Docen­tes y alum­nos debie­ron reque­rir asis­ten­cia médi­ca y se sus­pen­die­ron las cla­ses por dos días.

El hecho deri­vó en una orde­nan­za que prohi­bió las fumi­ga­cio­nes aéreas.

Gabrie­la San­des es una de las veci­nas de Exal­ta­ción y mamá de Ana, que a dos días de cum­plir sus 14 años falle­ció por cán­cer de ova­rio. Gabrie­la lo atri­bu­ye, sin dudar, a la into­xi­ca­ción cró­ni­ca con gli­fo­sa­to. Rela­ta con lágri­mas en los ojos cómo en su momen­to no era cons­cien­te del daño que podían lle­gar a oca­sio­nar las fumi­ga­cio­nes cer­ca­nas a su casa. Cuen­ta que, jun­to a Ana, iban a ver cómo sobre­vo­la­ban las avio­ne­tas por­que “lo veía­mos como algo lin­do”. Ella tam­bién es una de las veci­nas que lucha des­de hace años por visi­bi­li­zar y cam­biar la reali­dad en la que viven.

Gabrie­la recuer­da que lue­go de la muer­te de su hija, y pese al dolor, deci­dió con­tar su his­to­ria para con­cien­ti­zar a otros sobre la peli­gro­si­dad de las pul­ve­ri­za­cio­nes con pla­gui­ci­das y las con­se­cuen­cias en el salud y el ambiente.

Agrotóxicos en Exaltación de la Cruz
Foto: Noe­lia Gue­va­ra /​Anc­com

Núme­ros que hablan de Exal­ta­ción de la Cruz

Dos meses des­pués de las fumi­ga­cio­nes áreas sobre las escue­las, veci­nas inte­gran­tes de la asam­blea “Exal­ta­ción Salud” rea­li­za­ron una encues­ta en los barrios de San José y Espe­ran­za. Con­fir­ma­ron pro­ble­mas de salud rela­cio­na­dos al uso del her­bi­ci­da gli­fo­sa­to. En sólo estos dos barrios de 30 man­za­nas (280 vivien­das) se encon­tra­ron 50 casos de cán­cer. De un año a otro, 31 de las per­so­nas enfer­mas falle­cie­ron. Tam­bién des­cu­brie­ron que en 94 de esos hoga­res las per­so­nas pre­sen­tan otras enfer­me­da­des rela­cio­na­das a las fumi­ga­cio­nes, como pro­ble­mas res­pi­ra­to­rios, de piel, dia­be­tes e hipotiroidismo.

En las últi­mas dos déca­das, el 80 por cien­to de ese terri­to­rio cul­ti­va­ble de Exal­ta­ción de la Cruz fue ocu­pa­do por la soja trans­gé­ni­ca. No exis­ten esta­dís­ti­cas ofi­cia­les del uso de agro­tó­xi­cos en el país, pero según los datos de la Cáma­ra de Sani­dad Agro­pe­cua­ria y Fer­ti­li­zan­tes (Casa­fe), entre 2003 y 2012 el con­su­mo de agro­tó­xi­cos aumen­tó 850 por cien­to. Según datos de las pro­pias empre­sas, en el país se apli­can de 12 a 15 litros de gli­fo­sa­to por hec­tá­rea, mien­tras que ‑por ejem­plo- en Esta­dos Uni­dos se emplea la mitad. En Argen­ti­na se fumi­ga en pro­me­dio 7,6 litros de her­bi­ci­da por habi­tan­te. Es el país que, en pro­me­dio, más gli­fo­sa­to uti­li­za por per­so­na en todo el mundo.

Orde­nan­za que no se cum­ple y enfer­me­da­des que aumentan

Ana­bel Pomar, perio­dis­ta y veci­na de Exal­ta­ción de la Cruz, cuen­ta que en 2012 el Con­ce­jo Deli­be­ran­te de la ciu­dad apro­bó una orde­nan­za que prohi­bía fumi­gar a menos de 150 metros de las casas y a menos de 300 de las escue­las, pero la nor­ma no fue regla­men­ta­da en sie­te años. En 2015 murie­ron de cán­cer tres ado­les­cen­tes de entre 13 y 15 años, dos de ellas asis­tían a una de las escue­las fumi­ga­das y, la ter­ce­ra, vivía a una cua­dra del colegio .

Las fumi­ga­cio­nes nun­ca para­ron, pero mien­tras las pul­ve­ri­za­cio­nes cre­cían las denun­cias de los veci­nos tam­bién. Patri­cia Bení­tez, far­ma­céu­ti­ca y tam­bién inte­gran­te de Exal­ta­ción Salud, seña­la que cuan­do se mudó con su fami­lia a Car­da­les esta­ba en bus­ca de mayor segu­ri­dad y una vida más sana. Lue­go de un tiem­po, y vien­do a par­tir de su tra­ba­jo en la far­ma­cia cómo cre­cían las ven­tas de medi­ca­men­tos liga­dos a pro­ble­mas res­pi­ra­to­rios y cán­cer, fue que comen­zó a luchar para con­se­guir una regu­la­ción que prohi­bie­ra el uso de agro­tó­xi­cos en la zona.

“Nos lla­mó la aten­ción cuan­do lle­ga­mos, con mi mari­do, ver muchí­si­mos más pro­ble­mas de salud acá que en Capi­tal. Uno vie­ne pen­san­do ‘voy a un pue­blo tran­qui­lo, don­de todo es ver­de, es todo más sano’. Sin embar­go, acá los casos son gra­ves, espe­cial­men­te todo lo que es enfer­me­da­des res­pi­ra­to­rias, cosas que allá no veía­mos, y tam­bién los casos de cán­cer”, cuen­ta Patricia.

Agrotóxicos en Exaltación de la Cruz
Foto: Leo­nar­do Ren­do /​Anc­com

Ampa­ro judi­cial y más dis­tan­cias de protección

Gra­cias a Bení­tez y a un gru­po de veci­nos que se suma­ron a la cau­sa, en 2019 obtu­vie­ron un ampa­ro judi­cial, por par­te de la Cáma­ra de Ape­la­cio­nes en lo Civil y Comer­cial de Cam­pa­na, que prohí­be las fumi­ga­cio­nes a menos de 1000 metros de dis­tan­cia, inclu­yen­do las zonas urba­nas, rura­les y las escuelas.

Ese mis­mo año, la enton­ces gober­na­do­ra María Euge­nia Vidal esta­ble­ció, a tra­vés del Minis­te­rio de Agro­in­dus­tria, la reso­lu­ción 246 que per­mi­te el uso irres­tric­to del gli­fo­sa­to y otros agro­tó­xi­cos cer­ca de zonas habi­ta­das y escuelas.

Pero la modi­fi­ca­ción de la ley se fre­nó por el fuer­te recha­zo de colec­ti­vos socio­am­bien­ta­les de pue­blos fumi­ga­dos. Con el cam­bio de gobierno, Axel Kici­llof sus­pen­dió la entra­da en vigen­cia de la reso­lu­ción ‚y en mayo de 2021, pro­lon­gó el veto vigen­te a dicha norma.

Mien­tras las orga­ni­za­cio­nes socio­am­bien­ta­les exi­gen su dero­ga­ción defi­ni­ti­va, Patri­cia Bení­tez, como tan­tos otros veci­nos de pue­blos fumi­ga­dos, sigue en lucha: “Hace nue­ve años, cuan­do toma­mos con­cien­cia de que en el par­ti­do no había legis­la­ción, comen­za­mos con los veci­nos a ase­so­rar­nos a pedir ayu­da de exper­tos, para pre­sen­tar una orde­nan­za. Lo hici­mos en 2012 con un biblio­ra­to con mucha infor­ma­ción que obtu­vi­mos de médi­cos de pue­blos fumi­ga­dos, de uni­ver­si­da­des. Bus­cá­ba­mos con­tar con una legis­la­ción que ale­ja­ra los trans­gé­ni­cos y las fumi­ga­cio­nes de la población”.

Por otra par­te, expli­ca, no exis­te una ley nacio­nal que regu­le el uso de agro­tó­xi­cos: cada pro­vin­cia debe tener su pro­pia nor­ma y cada muni­ci­pio su pro­pia ordenanza.

Agrotóxicos en Exaltación de la Cruz
Foto. Leo­nar­do Ren­do /​Anc­com

Con­fir­ma­do: agro­tó­xi­cos en sue­lo y agua

El lunes 23 de agos­to, inte­gran­tes del colec­ti­vo Exal­ta­ción Salud reci­bie­ron el resul­ta­do del aná­li­sis del agua que habían envia­do a la Uni­ver­si­dad Nacio­nal de La Pla­ta (UNLP). Con­fir­ma­ron que el agua de red de Car­da­les y Capi­lla del Señor con­tie­ne agro­tó­xi­cos peli­gro­sos para la salud: clor­pi­ri­fos (insec­ti­ci­da prohi­bi­do recien­te­men­te por Sena­sa por su peli­gro­si­dad), atra­zi­na (dis­rup­tor endó­crino), meto­la­clo­ro (posi­ble can­ce­rí­geno), epo­xi­co­na­zol (pro­ba­ble can­ce­rí­geno), tebu­co­na­zol (posi­ble can­ce­rí­geno, dis­rup­tor endo­crino, teta­ro­ge­ni­co) e ima­ze­ta­pir. Tam­bién se detec­tó la pre­sen­cia de pla­gui­ci­das en el agua de pozo del barrio San José y en mues­tras de la napa freá­ti­ca de los alre­de­do­res de Capi­lla del Señor, en cer­ca­nías del Peque­ño Hogar Exal­ta­ción ‑una orga­ni­za­ción que alber­ga a niños en situa­ción de ries­go- y a menos de un kiló­me­tro el Arro­yo de la Cruz.

Veró­ni­ca Garri, una de las inte­gran­tes de la orga­ni­za­ción, expli­có que (a pesar de acce­der al pro­gra­ma de Exten­sión de la Facul­tad de Exac­tas de la UNLP y pese a que los mues­treos no tuvie­ron prác­ti­ca­men­te cos­to) les impli­có un esfuer­zo eco­nó­mi­co inmen­so para las tomas, logís­ti­ca y via­je de las muestras.

De un total de doce mues­tras toma­das en abril, y que fue­ron ana­li­za­das por el inves­ti­ga­dor Damián Marino de la UNLP, se encon­tra­ron agro­tó­xi­cos en el 40 por cien­to de las mismas.

A pesar de que el mues­treo se reali­zó en una épo­ca cuan­do no se pul­ve­ri­za, y de encon­trar­se prohi­bi­das las fumi­ga­cio­nes aéreas des­de mar­zo de 2019, los aná­li­sis rea­li­za­dos son con­tun­den­tes y demues­tran lo que los veci­nos y veci­nas denun­cian hace tiem­po: viven en una zona con­ta­mi­na­da con agro­tó­xi­cos peli­gro­sos para la salud.

Agrotóxicos en Exaltación de la Cruz
Foto: Leo­nar­do Ren­do /​Anc­com

Vene­nos en el cuer­po e indi­fe­ren­cia política

Des­de sep­tiem­bre de 2019 exis­te una medi­da cau­te­lar que esta­ble­ce una dis­tan­cia míni­ma de 1000 metros para las fumi­ga­cio­nes terres­tres. Veró­ni­ca Garri denun­ció que esa medi­da nun­ca se cum­plió y expli­có que la inten­ción de los veci­nos y veci­nas es que esa dis­tan­cia se incor­po­re a la legis­la­ción local.

Pero, un día des­pués de reci­bir los estu­dios del agua con agro­tó­xi­cos, el Con­ce­jo Deli­be­ran­te de Exal­ta­ción de la Cruz recha­zó la modi­fi­ca­ción de la Orde­nan­za 10112 que regu­la la apli­ca­ción y uso de agro­tó­xi­cos. El pro­yec­to pro­po­nía incor­po­rar los 1000 metros de área de pro­tec­ción urba­na, fren­te a lo actual­men­te esta­ble­ci­do en la orde­nan­za (150 metros de dis­tan­cia para las vivien­das y 300 metros para las escuelas).

Veró­ni­ca Garri es mamá de Cori­na, una niña que pade­ce alo­pe­cia (pér­di­da anor­mal de cabe­llo), que la vin­cualn direc­ta­men­te a las fumi­ga­cio­nes. Cuan­do Cori­na tenía ape­nas diez meses se le empe­zó a caer el pelo, y lue­go de estu­dios y aná­li­sis médi­cos, Veró­ni­ca y su com­pa­ñe­ro se ente­ra­ron que ambos tie­nen un alto por­cen­ta­je de gli­fo­sa­to en san­gre: 2,5 micro­gra­mos él y 1,5 ella; mien­tras que un cuer­po pue­de con­tem­plar sólo 0,03, según expli­ca Veró­ni­ca. Ahí fue cuan­do des­cu­brie­ron que Cori­na posee una enfer­me­dad auto­in­mu­ne, de ori­gen gené­ti­co, que hace que su pro­pio orga­nis­mo recha­ce el pelo en todas las par­tes de su cuerpo.

Garri deta­lla que, de los 14 con­ce­ja­les, sólo dos vota­ran a favor de exten­der las dis­tan­cias de protección.

El colec­ti­vo Exal­ta­ción Salud con­vo­có, el 11 de noviem­bre, a una mani­fes­ta­ción con­tra las fumi­ga­cio­nes fren­te a la Muni­ci­pa­li­dad. La cara­va­na par­tió des­de Car­da­les. Los veci­nos y veci­nas se mani­fes­ta­ron fren­te al edi­fi­cio legis­la­ti­vo muni­ci­pal para exi­gir que se prio­ri­ce la salud. “La úni­ca res­pues­ta que tuvi­mos de prác­ti­ca­men­te todos es que tie­nen una pro­pues­ta supe­ra­do­ra y que supues­ta­men­te van a tra­ba­jar en eso, espe­re­mos que sea así pero cues­ta creer­les”, con­clu­ye Garri.

Fuen­te: Agen­cia Tie­rra viva

Itu­rria /​Fuen­te

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