El Sal­va­dor. Dere­chos de las víc­ti­mas no son prio­ri­dad en casos de desaparición

Por Lau­ra Jor­dan, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 30 de noviem­bre de 2021. 

Un estu­dio del Comi­té Inter­na­cio­nal de la Cruz Roja evi­den­cia que los meca­nis­mos y aten­ción en el país deben prio­ri­zar a las víctimas.

Un estu­dio com­pa­ra­ti­vo entre la legis­la­ción sal­va­do­re­ña y la inter­na­cio­nal sobre las des­apa­ri­cio­nes y la repa­ra­ción a los fami­lia­res y víc­ti­mas reve­la que en El Sal­va­dor las leyes y los meca­nis­mos de bús­que­da no fun­cio­nan en cum­pli­mien­to de los dere­chos de los afec­ta­dos por el delito.

El Comi­té Inter­na­cio­nal de la Cruz Roja (CICR) publi­có recien­te­men­te esta inves­ti­ga­ción que ana­li­za que los prin­ci­pios rec­to­res de con­ve­nios inter­na­cio­na­les prio­ri­zan a las víc­ti­mas de des­apa­ri­ción y a sus fami­lia­res. Estos inclu­yen el dere­cho a la ver­dad, jus­ti­cia, a saber, a la inte­gri­dad psí­qui­ca y moral, a no sufrir tra­tos crue­les y degradantes.

Los prin­ci­pios rec­to­res tam­bién reco­no­cen como dere­chos de los fami­lia­res no ser obje­to de estig­ma­ti­za­ción, y otros malos tra­tos mora­les y difa­ma­cio­nes que lesio­nen su dig­ni­dad y repu­tación. Sin embar­go, tam­bién evi­den­cia que la legis­la­ción sal­va­do­re­ña debe prio­ri­zar más a las per­so­nas afectadas.

El exen­car­ga­do del pro­gra­ma de Per­so­nas Des­apa­re­ci­das del CICR, Álva­ro Ber­mú­dez Valle, expli­ca que aun­que hay algu­nos pun­tos impor­tan­tes en cuan­to a la bús­que­da de per­so­nas des­apa­re­ci­das como la refor­ma al artícu­lo 148 del Códi­go Penal ‑que inclu­ye la tipi­fi­ca­ción del deli­to de des­apa­ri­ción- y el Pro­to­co­lo de Acción Urgen­te (PAU), el país debe enfo­car­se más en las víctimas.

«Se nece­si­tan meca­nis­mos de bús­que­da que no bus­quen muer­tos, que bus­quen per­so­nas sin impor­tar el tiem­po que pase», enfa­ti­za, pues el mis­mo PAU esta­ble­ce que son 31 días el perio­do de bús­que­da de este mecanismo.

Expli­ca que es impor­tan­te pri­mar la bús­que­da de las per­so­nas des­apa­re­ci­das y no super­po­ner la res­pon­sa­bi­li­dad judi­cial del per­pe­tra­dor, por­que sí es impor­tan­te, pero en una situa­ción como la que vive El Sal­va­dor no ten­dría que abor­dar­se de esa forma.

Valle ana­li­za las esti­ma­cio­nes de des­apa­re­ci­dos de la últi­ma déca­da que son apro­xi­ma­da­men­te 22,000 denun­cias. De estas, la Poli­cía ha sos­te­ni­do en oca­sio­nes ante­rio­res que el 5% apa­re­cen falle­ci­das, el otro 45% son per­so­nas que ha encon­tra­do, pero la otra mitad indi­can que está en inves­ti­ga­ción o no se sabe nada.

«Si hace­mos la mis­ma infe­ren­cia de la Poli­cía, sig­ni­fi­ca que hay al menos 10,000 des­apa­re­ci­dos en la últi­ma déca­da y que la Poli­cía no sabe dón­de están», dedu­ce, mien­tras aña­de que esto repre­sen­ta, en 10 años, al doble de los des­apa­re­ci­dos del con­flic­to arma­do, que son 5,000 oficialmente.

Final­men­te, aña­de que los meca­nis­mos de bús­que­da tie­nen que ser inde­pen­dien­tes pues la Fis­ca­lía «sue­le bus­car cuan­do tie­ne la posi­bi­li­dad de judi­cia­li­zar» y res­pon­sa­bi­li­zar a una per­so­na de esas des­apa­ri­cio­nes. A esto suma que muchas veces la bús­que­da de las ins­ti­tu­cio­nes no es por aten­der el dere­cho de las fami­lias a la ver­dad, ni de cono­cer el des­tino de su ser querido.

Entre el 1.º de enero y el 30 de sep­tiem­bre de 2021, hubo 1,902 denun­cias de per­so­nas des­apa­re­ci­das y pri­va­das de liber­tad, de acuer­do a esta­dís­ti­cas del Obser­va­to­rio de Vio­len­cia Con­tra la Mujer de Ormu­sa con datos de la Fis­ca­lía General.

Fuen­te: Pren­sa gráfica

Itu­rria /​Fuen­te

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