Manuel Robles Sosa /Resumen Latinoamericano, 26 de noviembre de 2021
Un clima tenso vive hoy Perú, tras fijarse para el 7 de diciembre el debate preliminar parlamentario de la moción de extrema derecha para vacar (destituir) al presidente Pedro Castillo, con escasas posibilidades de éxito.
Ese es el día determinado anoche por el pleno del Congreso de la República para la discusión sobre la admisión a debate de la moción, lo cual requiere 52 votos, casi el doble de las 28 firmas recogidas para presentar la iniciativa.
Los cálculos de fuentes parlamentarias y medios de prensa indican que el tema no pasaría ese filtro si se mantiene el aislamiento de las tres bancadas impulsoras de la vacancia.
Solo legisladores de Fuerza Popular (FP), Renovación Popular (FP) y Avanza País, suscribieron la moción y suman 43 escaños, a los que agregarían dos legisladores de centro-derecha, según estimados no oficiales.
El diario conservador El Comercio especula con las diferencias que registra la bancada del partido gobernante, Perú Libre (PL), para señalar que el sector crítico del presidente podría dar los votos necesarios para que la moción pase al debate de fondo.
El periódico plantea que la admisión de la propuesta depende del apoyo de los 16 congresistas de PL que el 6 de octubre último votaron contra la confianza congresional ratificatoria al nuevo gabinete ministerial, a la postre otorgada a la primera ministra, Mirtha Vásquez.
Tras aquella votación, sin embargo, los discrepantes dijeron que no están de acuerdo con la designación de Vásquez y otros ministros, pero tal discrepancia no altera su respaldo al jefe de Estado.
De aprobarse el pase al debate de fondo de la moción de vacancia, el procedimiento constitucional establece que el presidente deberá presentarse ante el pleno parlamentario y ejercer su defensa y tiene la opción de que un abogado desarrolle la misma.
Para que el parlamento unicameral pueda cesar al mandatario se necesitan dos tercios de los 130 legisladores ‑87 votos‑, y los 42 votos de la izquierda, más el apoyo del pequeño Partido Morado, bastarían para que los promoventes no sumen la cifra requerida.
Entretanto, los promotores de la destitución de Castillo, que lo acusan de incapacidad moral, causa constitucional imprecisa, tratan de convencer a legisladores de centro-derecha para su causa y de crear condiciones para el efecto.
En función de ello mañana sábado harán una marcha contra el presidente, mientras la izquierda plantea luchar contra la vacancia en las calles y ayer el partido gobernante, Perú Libre, realizó una concurrida movilización hasta el parlamento con ese contenido.
El empeño derechista cuenta con el apoyo de la mayoría de los medios de prensa, con una campaña de denuncias y acusaciones diversas contra miembros del Gobierno que magnifica sus errores, lo que sirve al objetivo de presentar la vacancia como si fuera un simple acto administrativo, según la líder progresista Verónika Mendoza.
A ello se añade la intensificación de la actividad de grupos violentos afines a los partidos promotores de la destitución, que en los últimos días agredieron al excandidato presidencial Yonhy Lescano y asediaron la casa del dirigente centro-derechista César Acuña, por ser ambos contrarios a la acción contra Castillo.
Esos grupos de choque actúan impunemente y están asociados a organizaciones de exmilitares de extrema derecha, que suelen insinuar que están dispuestos a usar las armas “contra el comunismo” supuestamente en el Gobierno.
A ello se suman acciones de agitación, como la revelada por un vídeo en el que la congresista Martha Moyano, de Fuerza Popular, de Keiko Fujimori, incita a gremios de transportistas a bloquear controles de peaje y carreteras para crear “el caos de la historia”, según dijo.
FUENTE: Prensa Latina