Andrea Morales /Resumen Latinoamericano, 15 de noviembre de 2021
Más de 50 mil habitantes de distritos aledaños a la cuenca Coata, uno de los ríos que desemboca en el lago Titicaca, sufre las consecuencias de la contaminación por aguas servidas y metales pesados desde el 2015. Tras varios intentos fallidos de diálogo, este lunes 15 de noviembre reiniciaron una huelga indefinida para exigir remediación y recuperación ambiental, luego de dos protestas realizadas a fines del 2020 y junio de este año.
“Exigimos la ejecución de proyectos de saneamiento básico, descontaminación y recuperación ambiental de los ríos Coata, Torococha y del lago Titicaca. Las autoridades tienen la obligación de proteger la salud humana”, reclamó Félix Suasaca, presidente del Frente de Defensa Unificado Contra la Contaminación de la Cuenca Coata y el Lago Titicaca.
La medida de lucha comenzó la medianoche de este lunes 15 de noviembre, donde comuneros y dirigentes se ubicaron en diferentes puntos de la carretera Puno a Juliaca para bloquear el paso, luego de que se frustrara la inauguración de una mesa de diálogo con la PCM el pasado viernes 12 de noviembre.
Suasaca advirtió que la población seguirá en huelga hasta que el mismo presidente, Pedro Castillo, vaya a la cuenca Coata, vea la contaminación de primera mano y asuma así compromisos concretos con cronograma y presupuesto para dar fin a la contaminación medioambiental que afecta la cuenca Coata y el lago Titicaca.
Pese a que Juliaca es una de las ciudades más grandes en Puno con más 300 mil habitantes, no cuenta con una planta de tratamiento de aguas servidas, por lo que estas aguas residuales son vertidas al río Torococha y esta a su vez confluye al río Coata, a su paso también arrastra residuos sólidos que fluyen del botadero ubicado cerca de este río. Por ello, en su primer día de paro indefinido, un grupo de ciudadanos afectados llegaron hasta la avenida Circunvalación en la ciudad de Juliaca, para cerrar con piedras y tierra el río Torococha y así evitar la contaminación del río Coata y del lago Titicaca.
Entre los reclamos de las y los que viven alrededor del contaminado río Coata, están la inmediata atención en salud de los más de 50 mil ciudadanos expuestos a metales tóxicos, la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales de la ciudad de Juliaca, el cierre del río Torococha, la ejecución del mejoramiento del sistema de agua potable, entre otros.
En espera de diálogo
El pasado viernes 12 de noviembre miembros del Frente de Defensa Unificado Contra la Contaminación de la Cuenca Coata y el Lago Titicaca esperarón en el puente del río Coata con la expectativa de reunirse con la presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez.
No obstante, el compromiso asumido el 28 de octubre, implicaba solo la instalación de una comisión de Alto Nivel de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para retomar el diálogo, frustrado por otros gobiernos anteriores.
Ante el malentendido, la premier envió un mensaje de audio. “Se está enviando un equipo de alto nivel para que podamos retomar algunos compromisos que históricamente en esta zona se han retrasado. Como gobierno, estamos dispuestos, en este periodo, a plantear una forma diferente de abordar este tema”, afirmó.
La comisión de Alto Nivel de la PCM estuvo integrada por la Secretaría de Gestión Social de la PCM, el viceministro de Vivienda, Rodolfo Santa María, y otros funcionarios. Sin embargo, la presencia de este equipo no fue suficiente para la atención de las demandas de las y los afectados por la contaminación del río Coata, por lo que decidieron iniciar una huelga este lunes 15 de noviembre.
Promesas incumplidas
El 15 de diciembre, autoridades del gobierno de transición de Francisco Sagasti firmaron un acta con 12 acuerdos, donde se comprometían, entre otros acuerdos, a la conformación de una mesa de diálogo denominada “Articulación de las acciones gubernamentales a nivel nacional, regional y local para la atención de la problemática de la cuenca del río Coata, a favor de los distritos de Capachica, Coata, Huata y Caracoto”, con la finalidad de elaborar un Plan de Acción Integral, pero las reuniones de trabajo para realizar las coordinaciones se caracterizaron por la ausencia de las autoridades reiteradas veces.
La vigencia de la mesa de diálogo para dar solución a las consecuencias de la contaminación del río Coata venció el 15 de julio de este año y, hasta ahora, once meses después de firmar el acta inicial, no se ha cumplido con los compromisos asumidos por los ministerios del Ambiente, Salud, Vivienda, el Gobierno Regional de Puno, y la Municipalidad Provincial de San Román.
Por ello, en su mensaje a las comunidades afectadas, la premier Mirtha Vásquez aseveró: “Por muchos años, se han prometido cosas a esta zona, proyectos que no se han podido completar. Tenemos toda la voluntad política de hacerlo en este momento. Estamos conscientes que una de las principales preocupaciones es cómo viven estas poblaciones alrededor de una zona contaminada, con algunas personas que tienen metales pesados en la sangre, que evidencia una situación de salud de mucho riesgo. También sabemos que hay otros proyectos pendientes como de abastecimiento de agua y saneamiento, que sin duda tenemos que empezar a tratar”.
Grave contaminación
Las evidencias de la contaminación de la cuenca del río Coata han sido corroboradas por tres entidades estatales: la Autoridad Nacional del Agua (ANA),el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y la Dirección Regional de Salud Puno (DIRESA Puno).
Con 19 puntos de monitoreo ubicados en la cuenca Coata, se ha evidenciado que los niveles de presencia de sustancias contaminantes en el río superan los Límites Máximos Permisibles (LMP) y los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para el agua. Las sustancias encontradas en niveles elevados son el boro, hierro, manganeso, sodio, arsénico, plomo, coliformes termotolerantes Escherichia Coli, bicarbonatos, cloruros, aceites y grasas.
En el 2019, el ANA evidenció que las fuentes de contaminación de la cuenca del río Coata provienen de 21 vertimientos: 8 municipales, 4 industriales, 7 botaderos de residuos sólidos y 3 descargas in situ.
Por otro lado, 34 personas presentaron altos niveles de arsénico en sangre y orina, 2 de arsénico y mercurio, entre ellas dos menores de 5 años y dos adultos mayores, según unos análisis de sangre y orina realizados a 55 personas por el Centro Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Medio Ambiente del Instituto Nacional de Salud (CENSOPAS). Además, en un segundo estudio llevado a cabo en enero del 2021, se muestra que 223 personas habrían superado las concentraciones de arsénico en orina.
Como consecuencia de las concentraciones de metales tóxicos y microorganismos contaminantes en el agua, los distritos de Coata, Huata, Capachica, Caracoto y Juliaca se han declarado reiteradas veces en estado de emergencia por peligro inminente desde el 2019. Igualmente, Indeci considera a estos distritos como de Muy Alto Riesgo desde este año, y al no existir pronósticos de mejora, se ha prorrogado la declaratoria de estado de emergencia en los cuatro distritos.
Exigen soluciones
Los ciudadanos de los distritos afectados por la contaminación de la cuenca del río Coata exigen acciones inmediatas para el respeto y no afectación de sus derechos a la vida, la salud y el derecho a un medioambiente saludable, por lo que piden la sustitución de la fuente de agua para consumo humano y la remediación integral de la cuenca del río Coata. También demandan la presencia de médicos especializados para atender a las personas que tienen metales tóxicos en sus organismos, como la creación de proyectos de saneamiento básico y de descontaminación; además de una indemnización a las y los ciudadanos perjudicados.
FUENTE: Wayka.pe