El portavoz oficial del Partido Comunista de Sudán, Fathi Al-Fadl, ha considerado a través de un comunicado que “los intentos de mediación local, regional e internacional son una expresión positiva del rechazo al golpe militar y el apoyo en general a la democracia civil” sin embargo “considera sobre el nuevo acuerdo entre los militares y Hamdok que “este acuerdo es una traición al pueblo sudanés y sus justas demandas”.
Al-Fadl destaca que “La posición del Partido Comunista es la condena total del golpe militar, la necesidad de responsabilizar y enjuiciar a todos los que participaron en el golpe, y la condena total del acuerdo de traición”. Además apunta a la movilización popular puesto que “Sin regateo, sin negociación, las masas a través de sus movilizaciones están en el camino de derrocar a toda la fuerza del régimen y alcanzar el establecimiento de una autoridad civil democrática plena”.
Concluye el comunicado ‑reproducido en el sitio web de Vía Democr´ática marroquí- que “No hay retroceso, sino un camino de la lucha persistente, por la unidad de las fuerzas del cambio radical mediante el establecimiento de un centro unificado y organizado para el movimiento de las amplias masas y la huelga política, hasta la desobediencia civil. Hasta la derrota completa de los planes de los enemigos de la revolución y el establecimiento de un gobierno civil democrático”.
La policía disuelve las manifestaciones que piden un gobierno civil
Según testigos presenciales y vídeos difundidos en las plataformas de las redes sociales, las fuerzas policiales sudanesas disolvieron el viernes las manifestaciones celebradas en Jartum, la capital de Sudán, en las que se pedía el regreso del gobierno civil según informa Monitor de Oriente.
Testigos presenciales dijeron a la Agencia Anadolu que las fuerzas policiales utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes en la zona de Al-Diyum, en el centro de Jartum.
Los testigos dijeron que las fuerzas policiales intentaban retirar las barricadas levantadas por los manifestantes en una calle principal de la zona.
Las imágenes de vídeo difundidas en las redes sociales mostraban a la policía utilizando gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes, con operaciones de atropello entre la policía y los manifestantes en los barrios de la capital.
Los manifestantes levantaron barricadas para impedir que la policía los persiguiera en algunos barrios y prendieron fuego a los neumáticos.
A primera hora del día, cientos de manifestantes salieron a la calle en Jartum después de las oraciones del viernes para exigir el regreso del gobierno civil y denunciar las decisiones tomadas por el líder sudanés Abdel Fattah Al-Burhan.
Tras realizar las oraciones del viernes, los manifestantes corearon: “Revolucionarios libres, continuaremos el camino”, “El pueblo es un pueblo más fuerte y la apostasía es imposible” y “Este país es nuestro derecho y la civilidad de nuestro gobierno”.
El 25 de octubre, el ejército declaró el estado de emergencia, disolvió el Consejo de Soberanía y los ministros de la transición, destituyó a los gobernadores y detuvo a los líderes del partido, a los ministros y a los funcionarios, como respuesta a las continuas protestas populares y a las amplias críticas internacionales que pedían el regreso del gobierno de transición.
Antes del anuncio de las decisiones del ejército, Sudán vive desde agosto de 2019 un periodo de transición de 53 meses que terminará con la celebración de elecciones a principios de 2024.
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