Resumen Medio Oriente, 16 de noviembre de 2021.
En una publicación en su cuenta de Twitter el lunes, la agencia de la ONU responsable de la salud pública internacional advirtió que tres de cada cuatro niños en Yemen están «crónicamente desnutridos.»
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó de que el 75 por ciento de los niños yemenitas sufren desnutrición aguda, mientras Arabia Saudita sigue bombardeando al empobrecido vecino del sur, desafiando los llamamientos internacionales para que ponga fin a su sangrienta guerra.
En una publicación en su cuenta de Twitter el lunes, la agencia de la ONU responsable de la salud pública internacional advirtió que tres de cada cuatro niños en Yemen están «crónicamente desnutridos.»
También estimó que 16,2 millones de yemenitas ‑más de la mitad de la población del país, de 30 millones de habitantes- sufren inseguridad alimentaria.
La desnutrición aguda es responsable de casi un tercio de todas las muertes de niños menores de cinco años. Deteriora el desarrollo físico del menor y provoca deficiencias intelectuales o cognitivas entre los que sobreviven. La desnutrición es en gran medida irreversible, perpetuando la enfermedad, la pobreza y la desigualdad.
Ya en febrero, cuatro agencias de la ONU, entre ellas la OMS, advirtieron que la desnutrición aguda y la desnutrición aguda severa han aumentado un 16 y un 22 por ciento, respectivamente, entre los niños yemenitas menores de cinco años desde 2020.
Las cifras se encuentran entre los niveles más altos de desnutrición registrados en el país desde que comenzó la guerra saudí en 2015, añadieron.
«El creciente número de niños que pasan hambre en Yemen debería conmocionarnos a todos para que actuemos», dijo entonces la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. «Más niños morirán con cada día que pase sin actuar. Las organizaciones humanitarias necesitan recursos urgentes y predecibles y un acceso sin obstáculos a las comunidades sobre el terreno para poder salvar vidas.»
En la actualidad, Yemen es uno de los lugares más peligrosos del mundo para que los niños crezcan, con altas tasas de enfermedades transmisibles, acceso limitado a los servicios sanitarios y sistemas inadecuados de saneamiento e higiene.
El mes pasado, el Consejo de Seguridad de la ONU expresó «su profunda preocupación por la grave situación humanitaria en Yemen, que incluye la prolongada inanición y el creciente riesgo de hambruna a gran escala, que se ve agravada por la grave situación económica».
Arabia Saudita, apoyada por sus aliados regionales y occidentales, lanzó la devastadora agresión militar contra su vecino del sur en marzo de 2015 en colaboración con varios de sus Estados aliados y con el apoyo armamentístico y logístico de Estados Unidos y varios Estados occidentales.
El objetivo era devolver al poder al antiguo régimen respaldado por Riad y aplastar al movimiento popular Ansar Allah, que ha estado dirigiendo los asuntos del Estado en ausencia de un gobierno efectivo en Yemen.
La guerra se ha detenido muy lejos de todos sus objetivos, a pesar de haber matado a decenas de miles de yemenitas y de haber convertido a todo Yemen en el escenario de la peor crisis humanitaria del mundo.
Mientras tanto, las fuerzas yemenitas han ido en los últimos meses viento en popa contra los invasores liderados por Arabia Saudita y han dejado a Riad y sus aliados empantanados en Yemen.
A pesar de su promesa de febrero de poner fin a «todo el apoyo estadounidense a las operaciones ofensivas en la guerra de Yemen, incluidas las correspondientes ventas de armas», el presidente estadounidense Joe Biden ha aprobado recientemente la compra de armas a Arabia Saudí por valor de 650 millones de dólares.
Fuente: AlMayadeen