Argentina. Crisis 2001 en Argentina: La represión a las Madres

Argen­ti­na. Cri­sis 2001 en Argen­ti­na: La repre­sión a las Madres

Por Lucia­na Ber­toia, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 18 de diciem­bre de 2021

Como nun­ca en años demo­crá­ti­cos, las Madres de Pla­za de Mayo sufie­ron la repre­sión poli­cial en diciem­bre de 2001. Les tira­ron la mon­ta­da, a algu­nas los ani­ma­les las pisa­ron y les arran­ca­ron las uñas de los pies. Los poli­cías les dis­pa­ra­ban con per­di­go­nes de goma. Hay una cau­sa sin fecha de jui­cio aún. 

Las Madres fueron reprimidas con gases y se enfrentaron a la policía montada (Fuente: Télam)
Las Madres fue­ron repri­mi­das con gases y se enfren­ta­ron a la poli­cía mon­ta­da. Ima­gen: Télam

Una ima­gen de una chi­ca emba­ra­za­da, ves­ti­da de rojo, que era arras­tra­da en Pla­za de Mayo hizo sal­tar de sus asien­tos a todas las muje­res que ese jue­ves habían lle­ga­do tem­prano a la Casa de la Aso­cia­ción de Madres de Pla­za de Mayo y mira­ban la tele­vi­sión como si estu­vie­ran asis­tien­do a una pelí­cu­la de terror que ya habían vis­to. Con sus pañue­los blan­cos en las cabe­zas, se pusie­ron en mar­cha hacia la zona de la Casa Rosa­da. Hebe de Bona­fi­ni lle­gó a la Pla­za, el lugar que con sus com­pa­ñe­ras habi­ta­ba todos los jue­ves, y pidió hablar con el comi­sa­rio. “¿Dón­de está la piba, adón­de se la lle­va­ron? bra­mó la diri­gen­te de dere­chos huma­nos ante los poli­cías que esta­ban for­ma­dos en la zona. Ese 20 de diciem­bre, las Madres de Pla­za de Mayo –la Aso­cia­ción y la Línea Fun­da­do­ra– y otros refe­ren­tes de orga­nis­mos de dere­chos huma­nos fue­ron blan­co de la repre­sión que des­ple­ga­ba el gobierno en reti­ra­da de Fer­nan­do de la Rúa. Un capí­tu­lo iné­di­to en la his­to­ria de la demo­cra­cia argen­ti­na y que, 20 años des­pués, sigue sin castigo.

“El recuer­do que ten­go de ese día es nefas­to”, dice Taty Almei­da, de la Línea Fun­da­do­ra, que ese jue­ves esta­ba tam­bién la Pla­za con otros inte­gran­tes del movi­mien­to de dere­chos huma­nos como Lau­ra Con­te, fun­da­do­ra del Cen­tro de Estu­dios Lega­les y Socia­les (CELS), y Adol­fo Pérez Esqui­vel, el Pre­mio Nóbel de la Paz y diri­gen­te del Ser­vi­cio de Paz y Jus­ti­cia (Ser­paj). “Tam­bién nos tira­ron gases. En un gobierno cons­ti­tu­cio­nal deja­ron tan­tos muer­tos y ata­ca­ron a las Madres. Eso era ata­car a los 30.000 por­que noso­tras exis­ti­mos des­gra­cia­da­men­te por­que nos han arre­ba­ta­do lo más pre­cia­do que tie­ne una mujer que es un hijo”, dice.

Hebe de Bona­fi­ni había esta­do la noche ante­rior en las calles. Cuan­do De la Rúa decla­ró el Esta­do de sitio, en la Aso­cia­ción impro­vi­sa­ron un docu­men­to para jun­tar fir­mas para repu­diar esa medi­da. Car­men “Tota” Rami­ro de Gue­de lle­gó tem­prano el 20 de diciem­bre a la Casa de las Madres. Tenía 66 años y venía de tra­ba­jar des­de San Mar­tín. Deci­die­ron ir todas jun­tas, con una mesi­ta de plás­ti­co, unas sillas y lle­var el docu­men­to para jun­tar adhe­sio­nes. “La gen­te nos empe­zó a decir que nos fué­ra­mos por­que iba a haber repre­sión. Noso­tras pusi­mos la mesa y nos que­da­mos espe­ran­do que vinie­ra el res­to de las Madres”, cuen­ta “Tota”.

Alre­de­dor de las 10.30 se escu­chó por alto­par­lan­te un anun­cio: en quin­ce minu­tos había que des­alo­jar la Pla­za. La gen­te desa­fío la orden. Empe­za­ron los can­tos y los aplau­sos. Por la esqui­na de Riva­da­via y Recon­quis­ta avanzaban,mientras tan­to, los dis­tin­tos cuer­pos de la Poli­cía Mon­ta­da que ese día esta­ban a car­go del sub­co­mi­sa­rio Ernes­to Ser­gio Weber –hijo del repre­sor Ernes­to Fri­mon Weber, que actuó en la Escue­la de Mecá­ni­ca de la Arma­da (ESMA),donde se ganó el apo­do de “220” por su des­tre­za para empu­ñar la picana – .

El cor­dón de las Madres de Pla­za de Mayo

Las Madres se aga­rra­ron de las manos para hacer un cor­dón humano que impi­die­ra el paso de los poli­cías con sus caba­llos. Los ani­ma­les las ter­mi­na­ron gol­pean­do, a algu­nas las pisa­ron y les arran­ca­ron las uñas de los pies. Los poli­cías les dis­pa­ra­ban con per­di­go­nes de goma. Una Madre, de las más mayo­res, que­dó ten­di­da en el suelo.”Tota” y otras com­pa­ñe­ras se deba­tían si levan­tar­la o no. Unos pibes con pelos lar­gos vinie­ron a soco­rrer­las. “Yo les gri­té que la deja­ran por­que pen­sa­ba que eran poli­cías de civil pero me dije­ron que eran de la radio La Tri­bu, que tenían una camio­ne­ta ahí para que nos subiéramos”.

El fotó­gra­fo de Página/​12 Gon­za­lo Mar­tí­nez soco­rrien­do a una Madre en Pla­za de Mayo.

La con­tra­ca­ra de la repre­sión des­me­di­da fue la soli­da­ri­dad. Hay imá­ge­nes de ese día emble­má­ti­cas, como las que se ve al fotó­gra­fo de Página/​12 Gon­za­lo Mar­tí­nez ayu­dan­do a salir a una Madre mien­tras una nube de gases nubla­ba todo el entorno. “Yo esta­ba en la Legis­la­tu­ra por­que era la direc­to­ra de Dere­chos Huma­nos. Cuan­do vimos que empe­za­ban a repri­mir y esta­ba la gen­te de los orga­nis­mos en la Pla­za, pedi­mos que abrie­ran las puer­tas para que se pudie­ran refu­giar”, recuer­da Gra­cie­la Lois, refe­ren­te de Fami­lia­res de Des­apa­re­ci­dos y Dete­ni­dos por Razo­nes Polí­ti­cas. Una de las Madres que lle­gó a gua­re­cer­se ahí fue Mar­ta Vásquez.

Una cau­sa que espe­ra el juicio

La repre­sión a las Madres –uno de los capí­tu­los más dolo­ro­sos de la demo­cra­cia– jamás se juz­gó. El fis­cal Fran­co Picar­di le encar­gó a la Direc­ción Gene­ral de Inves­ti­ga­cio­nes y Apo­yo Tec­no­ló­gi­co a la Inves­ti­ga­ción Penal (DATIP) que iden­ti­fi­ca­ra a los poli­cías que habían avan­za­do con­tra sie­te inte­gran­tes de la Aso­cia­ción Madres de Pla­za de Mayo y con­tra un gru­po de manifestantes.

Con ese tra­ba­jo, Picar­di impu­tó a Weber, a Fer­nan­do Héc­tor Ville­gas –que enton­ces era prin­ci­pal y se lo ve en las imá­ge­nes pegán­do­les con un reben­que a las muje­res de pañue­lo blan­co– y a Luis Oscar Rodrí­guez, un cabo que era par­te de uno de los gru­pos de com­ba­te de la Mon­ta­da de la Poli­cía Fede­ral. Pese a que Clau­dio Bona­dio bus­có que la cau­sa pres­cri­bie­ra, el expe­dien­te está ele­va­do a jui­cio des­de el año pasa­do y en poder del Tri­bu­nal Oral Fede­ral (TOF) 6 que debe­rá avan­zar con la prue­ba y fijar fecha para el deba­te oral.

Muchas de las Madres, víc­ti­mas de esa repre­sión, falle­cie­ron en estos 20 años que pasa­ron. La jus­ti­cia lle­ga tar­de – esta vez tam­bién – . “Fue terri­ble esa repre­sión: con­tra las Madres, con­tra los jóve­nes, con tan­tos muer­tos y nadie se hace car­go”, dice “Tota” Gue­de. “¿Por qué la jus­ti­cia siem­pre es así de len­ta? –se pre­gun­ta– Siem­pre habla­mos noso­tras y los cul­pa­bles de la repre­sión no dicen nada”.

Itu­rria /​Fuen­te

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