Resumen Latinoamericano, 17 de diciembre de 2021.
Un informe de la provincia de Buenos Aires, basado en los llamados realizados a la línea 144 entre junio de 2020 y junio de 2021, indica que en el 99% de los casos, las personas que ejercieron las agresiones fueron varones.
La línea 144 atendió en la provincia de Buenos Aires, desde junio de 2020 a junio de 2021, a unas 444 mujeres y LGTBI+ que habían sufrido al menos un intento de femicidio, en su mayoría por parte de exparejas y en un 54% de esos casos las víctimas habían radicado previamente denuncias por violencia de género, y en un 30% de esos casos, los intentos de femicidio se dieron cuando había una medida de restricción perimetral.
Así lo reveló el Segundo Informe del período 2020 – 2021 sobre intentos de femicidios identificados en la Línea 144, que presentó esta tarde la ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, en base a las llamadas recepcionadas.
Según se dio a conocer hoy, durante el período junio 2020-junio 2021 se atendieron 12.266 mujeres y LGTBI+ en situación de violencia por razones de género y de ese total unas 444 (3.6%) manifestaron haber sufrido, al menos, un intento de femicidio.
El 99 % de los casos analizados fueron intentos de femicidios sufridos por mujeres y el 1 % restante se trató de intentos de transfemicidios.
En el 99% de los casos, las personas que ejercieron las agresiones fueron varones.
En relación a los tipos de violencia referenciados en las situaciones registradas se observa que en la mayoría se ejerció violencia psicológica y física, alcanzando ambos tipos el 98%, mientras que, en un 80% fue de tipo simbólica.
Si bien la frecuencia es menor, sigue siendo considerable la presencia de violencia económica y patrimonial (54%) así como la violencia sexual, ya que se registró en una de cada 3 situaciones registradas
El principal intento de femicidio se dio a través de la asfixia (44 casos), principalmente el ahorcamiento con la fuerza de las manos, o con otros elementos como mangueras, cables o uso de almohadas; golpizas (37 casos); el uso de arma de fuego (26); uso de vehículos (12 casos), entre otras.
En el 54% de los casos analizados, las mujeres y LGTBI+ habían realizado denuncias por violencia de género previas al intento de femicidio.
En 85 relatos hay registro de las lesiones derivadas del intento de femicidios, que se extienden desde raspones y moretones a accidentes cerebro vasculares (ACV) hasta llegar incluso a la muerte cerebral.
En los grupos etarios de entre 17 y 54 años, se observó que los intentos de femicidio fueron perpetrados por sus ex parejas (el porcentaje oscila entre el 44% y el 67%) y parejas (variando entre el 32% y 50% en los diferentes rangos etarios).
Casi la totalidad de los casos en los que se registró al menos un intento de femicidio se dieron en el marco de situaciones de violencia doméstica (80%).
En 164 casos, las personas en situación de violencia tenían hijas/os a cargo de parejas anteriores y en común con la persona que ejerce la agresión, en la mayoría de los casos menores de edad, en dos casos eran nietas/os a cargo y en ese sentido el informe precisa que «las niñas y niños testigos de la violencia que sufre su cuidadora son igual de víctimas que ella».
«El primer Informe contribuyó a lo que ya es un instrumento importante que es la Matriz Única de Caracterización de Riesgo, un instrumento construido en conjunto por nuestro ministerio, el ministerio de Justicia y el de Seguridad y que rige para todo organismo que atiende violencias por razones de género», explicó la ministra Estela Díaz.
Remarcó que este segundo informe, basado en las tentativas de femicidio, permite conocer que «es alto el nivel de crueldad y de violencia».
Consideró que «hay que producir cambios culturales profundos, el patrón del patriarcado, como un sistema de dominio y control del cuerpo de las mujeres, está en la base de esta violencia machista».
Tras la exposición de este informe por el canal de YouTube se dio la palabra a una serie de periodistas especializadas en género, una de ellas la editora de Género de la agencia de noticias Télam, Silvina Molina, quien invitó a pensar «qué pasa como sociedad que son las mismas personas las que llaman para contar que estuvieron a punto de ser asesinadas, qué pasa con nuestro compromiso como sociedad».
«El informe también nos interpela como comunicadoras, tenemos que cuidar la manera de comunicar. Los violentos usan los argumentos que escuchan en los medios para amenazar a las mujeres, les dicen “te voy a quemar como a tal“, “te voy a ahorcar como“, dando nombre de víctimas de femicidio. Por eso como comunicadoras no divulguemos los detalles de la violencia y crueldad«, finalizó.