Marcelo Valko[1], Resumen Latinoamericano, 4 de diciembre de 2021.
Nuevamente la intendencia de Bariloche resuelve colocar el “arbolito navideño” sobre la estatua ecuestre de Roca como se puede observar por la abertura de la foto. Y no es la primera vez, ahora hicieron un árbol blanco, pero ya habían hecho en años anteriores otras versiones como vemos en la otra foto.
Todos los que conocemos el Centro Cívico, sabemos que hay espacio de sobra para poner el arbolito. Resulta más que evidente que el general se ha convertido en un evidente problema para las autoridades municipales que si bien no se animan a quitarlo de plano deciden esconderlo durante casi un mes o más durante las fiestas. Cada vez es más claro para todos que nada es más peligroso que una estatua en su aparente inmovilidad tal como planteo en la hipótesis de “Pedestales y Prontuarios”. Aunque sea de bronce, está herido de muerte y va a caer junto con la historia oficial, esa obra maestra de la oligarquía.
Quienes merecen prontuarios no deben estar en altos pedestales. Encima existe un agravante, ya que se encuentra en una región donde la geografía ancestral se convirtió de la noche a la mañana en tierras fiscales (léase Construcción del Desierto) para luego ser malvendidas por el Estado a particulares sabiendo claramente que dichos espacios estaban en conflicto, esa estatua ecuestre tergiversa la historia, ofende la memoria, perturba a la sociedad al punto que terminan ocultándola dentro del árbol navideño. Aunque sea de bronce, está herido de muerte y va a caer junto con la historia oficial. No cabe duda que es lento pero viene…
[1] Autor de numerosos textos como Esclavitud y Afrodescendientes, Pedestales y Prontuarios, Cazadores de Poder y Pedagogía de la Desmemoria http://marcelovalko.com .