Resumen Latinoamericano, 27 de diciembre de 2021.
Franco Darío Centurión, de 29 años, trasplantado de médula ósea, fue víctima de torturas en la comisaría 45 de Tartagal. Allí estuvo detenido 15 días. Se encuentra en esta grave en el hospital San Bernardo de la capital de Salta.
El 11 de noviembre pasado Franco Centurión fue detenido por un operativo policial en la zona de Tartagal, el norte de Salta. Mientras juntaban algarroba encontraron una pistola vieja que llevaban en una mochila. Según cuenta su padre Santos Nolasco Centurión, «a las siete y media cuando entraban a Tartagal los paró la (Policía) motorizada. Los requisaron, vieron la pistola vieja y los detuvieron».
Lo que siguió fue una pesadilla. Cuando su padre se acercó a la comisaría intentó explicarle a los policías que Franco nunca había portado un arma pero además era trasplantado de médula a los 11 años.
Desde la primera noche comenzaron los golpes. En total estuvo preso 15 días. Cuando llegó a su casa le pidió a sus padres recostarse: “estoy cansado”. Según contó el padre a El Tribuno y otros medios salteños, “al rato entró al baño y me llamó: había orinado sangre».
Un médico amigo de la familia dijo que Franco estaba grave y ordenó internarlo en el hospital de Tartagal.
Cuenta Santos que «mi hijo, además, tiene una herida grandísima en la pierna izquierda, desde el tobillo hacia arriba y los médicos quisieron cortársela en Tartagal, pero yo me opuse. Además, no le funciona el pulmón, el hígado está deteriorado y la úlcera de la pierna cada vez peor». Contó que hay un testigo de los apremios y torturas.
Franco actualmente está internado en el Hospital San Bernardo, intubado y dormido. El joven sufrió leucemia cuando tenía 11 años y lo trasplantaron de médula ósea en el hospital Garrahan.
Su padre pide justicia y quiere que lo reciba el ministro de Seguridad, Abel Cornejo.
La policía salteña tiene las manos manchadas de sangre de pibes de los barrios populares, como en todo el país. En la «Marcha de la gorra» realizada este año en la provincia, familiares denunciaron los casos de muchos jóvenes asesinados en casos de gatillo fácil, en opertivos y cárceles. Entre ellos El reclamo es también por Martín Carreras, David Alfonzo, Cristian Gallardo, Gury Farfán, quienes murieron en operativos de la policía salteña en 2019, Nahuel Salvatierra, quien fue asesinado en 2018 por policías. Los últimos casos fueron los de Estéfano Barrios en Salvador Mazza y Matías Ruíz. Aldo Cástulo Fernández, padre del joven Jonatan Nicolás, de 26 años, denunció en enero de 2020 que su hijo fue torturado en la Comisaría 42 de la ciudad de Tartagal. La lista es lamentablemente extensa e incompleta: la violencia policial sigue gozando de toda la impunidad del poder político.
Fuente: Izquierda Diario