Por Juan Carlos Ramírez Figueroa, Resumen latinoamericano, 21 de diciembre de 2021
El electo presidente de Chile almorzó con Piñera en La Moneda
El joven dirigente ingresó por primera vez al lugar donde espera conducir los cambios sociales y económicos que reclaman los chilenos. El presidente saliente ofreció “colaborar”.
Aunque Gabriel Boric (35) hizo historia al aplastar a la ultraderecha y el oficialismo, encarnado en José Antonio Kast por 55,87% versus 44,13%, convirtiéndose en el presidente más joven y más votado de la historia de Chile, en menos de doce horas tuvo que conectarse con la realidad de la intensa —y calurosa— jornada post electoral chilena.
En plena ola de calor, el triunfante representante de Apruebo Dignidad (coalición que integra el Frente Amplio, surgido de las protestas estudiantiles de 2011 y el Partido Comunista) tuvo que, primero aceptar el despliegue de seguridad propio de su cargo. Esto debido a las muestras de afecto de los transeúntes del centro de Santiago, una adhesión sólo comparable a la de la expresidenta Michelle Bachelet o, si se quiere viajar más atrás, a Salvador Allende.
Lo segundo fueron los gestos del presidente Piñera que ayer ya había tenido una conexión telefónica —televisada para todo Chile— donde lo felicitaba y, de paso, recordaba que ser presidente es un cargo complicado. Hoy lo invitó a La Moneda a almorzar, en una puesta en escena “republicana” y donde ambos se sometieron a los protocolos de este tipo de eventos.
Pero Boric no estaba solo, lo acompañaban su núcleo duro de asesores: Giorgio Jackson, coordinador político y compañero de luchas estudiantiles por más de una década e Izkia Siches, la carismática ex presidenta del Colegio Médico que asumió en el tramo final como jefa de campaña.
«Bienvenido a La Moneda»
“Oiga, bienvenido a La Moneda, que tenga una muy buena gestión por Chile y los chilenos”, dijo Piñera ante las cámaras, para luego hacerle un tour por un inmueble que se convertirá en su centro de operaciones desde que asuma el 11 de marzo de 2022. “Gobernar es una gran responsabilidad, pero yo creo que va a contar con el apoyo constructivo de todos”, le aseguró.
La actitud, totalmente opuesta a la del oficialismo en estos meses de campaña, donde se criticó desde el estilo de vestir (sin corbata) hasta su proyecto económico, pasando por su alianza con el Partido Comunista o su pasado como dirigente estudiantil de izquierda, prácticamente todos los líderes se han ofrecido a ayudar en este proceso que, sin duda, marcará el comienzo de un ciclo histórico en Chile.
Gabinete antes del 22 de enero
Tras dos horas de almuerzo, donde estuvo participando el ministro del interior Rodrigo Delgado, el secretario general de gobierno, Jaime Bellolio y el secretario de la presidencia, Juan José Ossa el nuevo presidente relató ante la prensa lo conversado:
“Hablamos de diferentes temas, materias internacionales, donde es importante tener una política de continuidad en las relaciones internacionales, materias también relativas a la pandemia, la importancia de la reactivación económica, cuestiones presupuestarias y la preocupación que tenemos de que no se instale en Chile la impunidad en cuanto a violación de DD.HH”.
Además señaló que fue una reunión “con altura de miras” y un gesto democrático que hace bien al país. “Me voy tranquilo porque tendremos un traspaso de mando ordenado e institucional, donde el aparato del Estado se pone a disposición de que la democracia funcione, y eso es una buena noticia para Chile porque es algo que quizás uno no sabe apreciar hasta que se pierde, y debemos valorarlo y profundizarlo”.
Boric también entregó sus primeras definiciones. Uno, delinear su gabinete antes del 22 de marzo sin retroceder el criterio paritario, dándole protagonismo a las mujeres. Dos: encontrar una solución a quienes, durante el estallido social, han sido querellados por el gobierno debido a la Ley de Seguridad Interior del Estado. Sobre este tema, reconoció que “en Chile desgraciadamente y pese a esfuerzos que se hicieron todavía hay impunidad tanto de crímenes en dictadura como hoy a propósito de las graves violaciones a DD.HH. por el estallido (…) Una de las prioridades de nuestro gobierno es que haya verdad, justicia y reparación y no repetición”, aseguró.
Sobre el gabinete con que la izquierda recuperará el poder en Chile explicó: “Hoy revisábamos que el Presidente Piñera nombró a su gabinete para el segundo mandato el 22 de enero, espero no superar ese plazo. Pero también es importante dar certezas de lo que viene, por lo tanto debemos actuar en función de aquello (…) no tenemos nombres, porque creo que sería de mal gusto haber tenido esas conversaciones antes de consolidada la victoria de ayer, pero haremos todo lo posible para que los procesos sean rápidos y llevar adelante un proceso de chequeo y contra chequeo, es importante no equivocarse porque la confianza y la visión de Chile hacia el mundo están en juego. Haremos los esfuerzos por hacerlo lo antes posible (….) Vamos a incorporar a los mejores, los más capacitados y habrá independientes. Y me gustaría también contar con gente de regiones que entienda la diversidad y heterogeneidad del nuestro país. En primera vuelta vimos una realidad geográfica muy distinta y es importante que eso también se integre en los criterios”.
El mercado, implacable con la izquierda
Los mercados, por supuesto, fueron implacables con el triunfo del joven candidato. El dólar registró un alza de $35 (pesos chilenos), llegando a los $868,50 de marzo de 2020 cuando comenzaron los primeros casos del covid-19 en el país. Es que los inversionistas estaban mucho más cómodos con el programa de Kast que prometía achicar el Estado y bajarles aún más los impuestos a las grandes fortunas (y por ende a sus empresas).
Sin embargo, el equipo de economistas que ha asesorado a Boric, cuenta con la experiencia suficiente para avanzar con su programa de forma escalonada y razonable. Incluso con un nuevo Congreso donde ni la derecha ni la izquierda son mayoría, por ende, habrá que dialogar y negociar. Entre los asesores, destaca Andrea Repetto, Eduardo Engel, Stepbhany Griffit-Jones, Roberto Zahler y Ricardo French-Davis, todos ellos con una visión de centroizquierda y gran experiencia en centros de estudios y los gobiernos anteriores.
“Me parece que las decisiones democráticas del pueblo de Chile no deberían estar sujetas a presiones que van por carriles distintos a los democráticos, pero también tenemos clara la labor de las calificadoras de riesgo, y cómo Chile mantuvo su clasificación pese a todas las dificultades producto de una tradición de seriedad y que nosotros como candidatura tengamos un compromiso con la convergencia fiscal”, reconoció al respecto esta tarde el nuevo presidente de Chile.
“Vamos a trabajar el tema de las pensiones para que los trabajadores y trabajadoras nunca más deban recurrir a sus ahorros en crisis tan profundas como lo fue la pandemia. Se necesita una reforma estructural en materia de pensiones. Y ahí estará nuestra prioridad, no es seguir desfondando, si no en fortalecerlas”, dijo.
Es que el programa de Boric, por lo que la gente copó las plazas de Chile en un ambiente de jolgorio poco visto en los últimos años, es un golpe de timón que busca conducir a Chile hacia un modelo de desarrollo similar a la de los países nórdicos, con sistema de salud y educación universal, avanzar hacia las energías renovables, aumentar la carga impositiva a las grandes empresas y terminar con las AFP. Estos últimos son los polémicos fondos de pensión que son administrados por privados y que son invertidos en el extranjero sin que los ciudadanos —obligados a cotizar un porcentaje de sus sueldos— reciban ganancia alguna, uno de los bastiones de la Constitución de 1980 que está reescribiéndose en estos días y que durante el primer semestre de 2022 deberá votarse en un plebiscito de salida. Otro hito para el nuevo presidente de Chile.