Por Juan José Castillo, Resumen Latinoamericano, 21 de Diciembre, 2021.
Escéptico con el próximo Presidente se manifestó Gabriel Salazar. Para el Premio Nacional de Historia 2006, el electo Gabriel Boric deberá alinearse con la Convención Constitucional. En caso contrario, podría irle “muy mal”.
Para el académico, el triunfo del candidato de Apruebo Dignidad era “obvio”, aunque admitió que no esperaba la holgura de la victoria. “Votó una gran cantidad de gente que no había votado antes, seguramente de sectores populares y juventud (…) De manera automática, eso aumentó la diferencia”, planteó.
Para el autor de “Historia de la acumulación capitalista en Chile”, la mayoría absoluta reúne a la ciudadanía contraria a “sistemas y políticos reaccionarios”, como el que planteaban la derecha y José Antonio Kast. https://www.theclinic.cl/2021/12/20/origen-votantes-boric-segunda-vuelta/embed/#?secret=LXXU8123JB
El domingo 19 de diciembre, señaló, “se sumó toda la gente de centroizquierda o que está en contra de un régimen que podría ser más extremista que el modelo neoliberal”.
Revelando que en el balotaje le dio su voto al diputado por Magallanes —“el mal menor”, según lo tildó — , Gabriel Salazar fue crítico de las primeras palabras de Boric tras resultar electo. “Fue un discurso como que él va a responder a todas las esperanzas de Chile, que su gobierno va a resolver los problemas de arrastre que tiene este país desde el siglo XVII en adelante”.
Gobierno limitado
“Pero uno tiene que considerar que este (próximo) gobierno es limitado, con suerte dura cuatro años. Si la Convención Constitucional hace valer su condición de soberanía, dura un año y medio o dos. Entonces, no está en condiciones de poder resolver los problemas profundos de Chile”, explicó.
Según previó, el futuro mandatario “no va a poder resolver ninguno de los grandes problemas, porque esa es tarea de la Convención. Y si él pretende resolverlos, se ajusta a la Convención o se atiene a lo que la Convención diga”.
“Pese a que tiene un tremendo déficit de soberanía y legitimidad, la Convención Constitucional está por encima del Congreso Nacional, la Constitución del 80 y esta elección”, fundamentó. Uno de los errores de campaña, en sus palabras, fue que ambos aspirantes parecieron ignorar la existencia de la instancia.
El del extimonel de la FECH será “un gobierno que está cerrando un ciclo, un período histórico que se cierra con la Constitución del 80, que es la que queremos cambiar. Esta elección está regida por la Constitución del 80. Por tanto, es hombre muerto caminando”.
—¿Boric?
—No, todo lo que esta nueva Constitución determina, entre esas cosas esta elección, está condenado a muerte, porque la vamos a cambiar. Su gobierno tendrá que adaptarse y favorecer al proceso que siga la Convención —y lo aplaudimos — . Pero si pretende emanciparse y hacer las cosas él por sí mismo, en paralelo o contra la Convención, le va a ir mal, muy mal. Yo creo que, oportunistamente, se va a adaptar a la Convención, santo y bueno. Eso es lo lógico.
Victoria de Kast “habría sido terrible”
Gabriel Salazar es todavía más pesimista sobre el rol de los partidos que respaldaron la opción de Boric, desde la Democracia Cristiana (DC) hasta el Partido Comunista (PC), y que podrían desembarcar en el aparato público desde marzo.
“Tienen vocación de partido, no tienen vocación de pueblo. Trabajan para sí mismos como partidos, dentro del Estado. Por tanto, para el Estado. Y no lo hacen en favor del pueblo propiamente tal. Todos esos partidos —toda su historia lo deja clarito— trabajan para engordar ellos mismos. No trabajan para el pueblo, de una vez por todas, resuelva el problema. Incluso el PC. Aunque no les guste —yo sé que me odian por decir eso — , esa la verdad histórica”, lanzó.
De todos modos, calificó como “fantástico” el triunfo de Boric. Una victoria del ultraderechista, en cambio, “habría sido terrible”. “Kast iba a tener una oposición popular en contra tan grande como el 18 de octubre. Y eso iba a generar, por cierto, violencia de todo tipo y mayor incertidumbre todavía”, en su opinión.
En opinión de Gabriel Salazar, “es bueno que haya ganado Boric: él le va a hacer un daño menor al proceso constituyente, pero no es seguro que lo vaya a favorecer para que se radicalice. Lo ideal es que se radicalice, porque adentro de la Convención están ‘fifty-fifty’”.
“Si se radicalizara hacia el pueblo, como debiera ser, el gobierno de Boric debiera apoyar esa radicalización. Pero lo dudo, por los partidos que tiene adentro. Y luego no tiene mayoría en el parlamento. Y no teniendo mayoría allí, no puede hacer ninguna reforma vía legal. Entonces, yo no me emociono mucho con el triunfo de Boric”, reforzó.
Gabriel Salazar: Boric es un “típico ejemplar”
—¿No había ningún candidato en todo el espectro político por quién votar?
—Ninguno. No hay ningún político en Chile que tenga altura de estadista, entendiendo por estadista al que está por encima de sus ambiciones políticas para que la ciudadanía ejerza su voluntad soberana, dictando su nueva constitución. Entonces, él se adapta y protege eso. Fue lo que hizo, ejemplarmente en el siglo XIX, Ramón Freire. Fue lo que intentaron hacer en los años 20 del siglo XX, de alguna manera, los oficiales jóvenes del Ejército. (El Presidente Arturo) Alessandri no, (porque) jugó para la clase política y traicionó al movimiento revolucionario. Yo no veo ningún político con esa altura, (capaz) de actuar históricamente y no por intereses políticos de corto y mediano plazo. Y Boric, no, tampoco.
—¿Cuál es su visión de Boric, más allá de la coyuntura?
—Es un típico ejemplar de la generación pingüina de 2006 y 2011, la de Camila Vallejo y (Giorgio) Jackson, toda esa gente. La generación pingüina se dividió alrededor de 2015, con la segunda candidatura de Bachelet, cuando se politizó y entró a la carrera política, aceptando el aparato legal, constitucional.
Cadetes de la política
De acuerdo con su análisis, el ala que hoy integra el Frente Amplio terminó aceptando la Constitución del 80 y jugándose “su desarrollo profesional y político” bajos esas reglas. “El otro sector, en cambio, siguió criticando los partidos políticos y a todo lo que sonara a político, y se sumió a estos cabildos abiertos y asambleas locales que hay por miles en todo Chile en este momento”. Esa gente, para Salazar, integra el germen del 18 de octubre.
“Siempre pensé que todos los grupos del Frente Amplio —y los llamo así irónicamente— son la sección ‘cadete’ de la clase política, el grupo joven de reemplazo, la ‘juvenil’, como le llamaban en los clubes deportivos de los barrios. Y lo han demostrado en cierto modo”, agregó.
Gabriel Salazar aseguró que “por eso Boric tiene esta ambivalencia: es revolucionario, por un lado, pero quedó amarrado dentro de todos los parámetros que rigen la carrera política. Y el discurso del domingo (21 de diciembre) lo dejó en evidencia. Fue un discurso que pudo haber dicho cualquier candidato a la Presidencia de la República de centroizquierda desde 1990 en adelante. Si los revisas, son todos más o menos iguales”.
Una derecha “derrotada”
—¿Cómo ve la irrupción de esta derecha sin complejos, abiertamente pinochetista? ¿Es equiparable a la de Estados Unidos o Brasil?
—Hay fenómenos modernos de ese tipo. El fenómeno político liberal, de las democracias liberales individualistas y electoralistas, está enfermo hace tiempo, viene haciendo crisis estructural (…) desde hace más o menos unos 30 o 40 años. (Pero) no hay por el momento con qué reemplazarla. La alternativa está madurando, pero es muy lenta.
A su juicio, “la alternativa lleva a un cambio radical profundo: el paso de la democracia liberal electoralista que todos conocemos —y que algunos creen que es ‘la’ democracia— a la democracia que, desde tiempos inmemoriales, se llama “republicana”. (En ella) es la misma comunidad la que ejerce la soberanía y controla todo directamente, no a través de representantes. Entonces, el voto no es individual, sino que colectivo”.
“Esta tradición republicana típica viene de la época de los griegos y la república romana, como de la aparición de los pueblos germanos, que se liberan del imperio y los reyes absolutos. Esta tradición fue, de alguna manera, reducida y derrotada por los reyes, la monarquía absoluta y la democracia liberal individualista norteamericana, que es la que hoy está haciendo crisis”, agregó.
El autor de “Ser niño ‘huacho’ en la historia de Chile (siglo XIX)” dijo que ello explica la reaparición de “la democracia republicana, con deliberación y voto colectivos, asamblea de base, lentamente en todas partes”.
“Frente a eso, la derecha está derrotada. En Chile, ya fue derrotada. De ahí que surgen sectores desesperados que tratan de radicalizar volviendo a su esencia. La ideología de derecha es muy breve, muy simplista, muy tonta, porque está centrada en la idea de libertad de comercio, no la libertad integral del ser humano. Por eso, no puede generar una gran teoría o una gran propuesta”, fundamentó.
Traje de torero
A su parecer, “eso está en marcha en todo el mundo, pero Chile va un poco anticipado, porque el golpe militar neoliberal fue el 73, (mientras) que en el resto del mundo fue después del 80″.
—¿Entonces es, en último caso, la Constitución la camisa de fuerza que impide los cambios urgentes?
—Es una constitución absolutamente hecha, como traje de torero, para el modelo neoliberal, sobre todo lo que tiene que ver con el sistema laboral.