Por Fakun Aznarez. Resumen Latinoamericano, 26 de diciembre de 2021.
Militante internacionalista y ex presa política chilena, Sandra Trafilaf visitó Euskal Herria para dar a conocer la lucha de lxs presos políticxs y difundir el pedido de solidaridad con Mauricio Hernández Norambuena, el prisionero político más antiguo de la dictadura pinochetista.
-¿Cual es el motivo de tu visita a Euskal Herria, o con qué objetivos vienes? Es la primera vez? Con qué expectativas?
-La visita por Euskal Herria es parte de una gira que estamos haciendo por Europa, para hablar sobre la realidad que se vive en los territorios del Estado chileno. Contar que la dictadura permaneció intacta durante las últimas tres décadas. De allí viene la consigna instalada desde lxs estudiantes secundarixs, que no se trata de “30 pesos, sino 30 años” de injusticia, terrorismo de Estado, hambre, precariedad laboral. Tenemos un Estado terrorista, que convirtió los derechos en mercancía, cuyas pensiones hoy se transan en el mercado internacional, salvan Bancos de otros países, y financian campañas para gobiernos extranjeros. Cualquier atisbo de rebelión se aplaca con represión.
En Chile la prisión política ha sido una realidad que han invisibilizado los grandes medios de información masivos, que crean realidades paralelas para venderlas al exterior. Por ello, no es de extrañar, que luego de la revuelta de octubre de 2019, se dictaran tres nuevas leyes para reprimir la protesta social, y se decretara oficialmente el Estado de Emergencia en el Wallmapu (territorio mapuche) aprobado y prorrogado por el Parlamento en tres oportunidades.
Hablamos de Estado terrorista, porque no se trata sólo del presidente de la república de turno, sino de un poder judicial que encarcela y condena por largos periodos a luchadores sociales, anarquistas, al pueblo mapuche, y al Prisionero Político más antiguo de la dictadura, Mauricio Hernández Norambuena, el comandante Ramiro, quién es un verdadero rehén de la derecha más recalcitrante internacional, y ha sido sometido a un régimen carcelario de máxima seguridad, creado especialmente para él tanto en las cárceles de Brasil y Chile, cumpliendo en total, ya casi 20 años, sin poder tener contacto con otros seres humanos al interior de la cárcel, más que sus custodios, quienes se encargan de asediarlo constantemente.
-¿Cómo ves la realidad de los pueblos y comunidades del continente en general, y de Chile en particular?
-Una de las tantas máximas de las llamadas “democracias neoliberales”, es que son democracias que se desarrollan de forma pacífica y se sostienen bajo sistemas económicos exitosos. Lo que no dicen, es que la internacional empresarial nunca logra saciar su sed de ganancias. Lo que no dicen es que su modelo extractivista y agroforestal, basado en transformar a la clase trabajadora en consumidores, sólo deja a su paso genocidio. La muerte de la biodiversidad, la muerte de la tierra, la muerte de las fuentes laborales locales, la muerte de ñuke mapu, la muerte de las y los habitantes de los territorios.
El despojo y la usurpación de los grandes empresarios globales, solo es violencia y muerte. Y si alguien intenta rebelarse, entonces se les aplican las leyes que han perfeccionado para ello, la resistencia ante estos modelos siempre tendrá como consecuencia inmediata, la prisión política, las torturas, las ejecuciones, las desapariciones, montajes, y recientemente han añadido al manual de control del llamado “enemigx internx”, las mutilaciones (ojos, manos, rostro, piernas).
-¿Cuál es tu reflexión en este momento a poco más de dos años del grito de dignidad del pueblo en las calles?
-La rebelión de octubre dejó al descubierto que el modelo político, económico y cultural imperante desde la dictadura, no da respuesta a las necesidades de los pueblos, por el contrario solo deja violencia constante y muerte a su paso. En Chile todo fue privatizado, y no lo hizo Pinochet, fueron los gobiernos de la Concertación, de la Nueva Mayoría. Gobiernos catalogados como progresistas, incluso dos de ellos, bajo el mando de militantes socialistas.
Sin embargo, fue esta elite política la que se encargó de perfeccionar el modelo dejado por la dictadura, y cumplir a cabalidad sus compromisos con la dictadura. Blindar a los principales violadores de los derechos humanos (Pinochet y Jaime Gúzman) y no permitir que nada atentara contra el sistema implementado a sangre y fuego. Les abrió los ojos a quienes le hicieron buena propaganda al sistema capitalista denominado neoliberal. Dejó al descubierto la pobreza y la vidas precarias de la clase exprimida y precarizada.
No tenemos derecho a la educación, no tenemos derecho a la salud, a una vejez digna, a una vivienda digna, hemos perdido la posibilidad de tener vidas plenas, solo vivimos para trabajar, y si nos rebelamos, nos encarcelan, nos amordazan, nos torturan, nos mutilan, nos asesinan. Así ocurre con el pueblo mapuche que defiende la Ñuke Mapu, como sólo se puede defender a la madre cuando es vejada, atacada, violentada.
Pero también hay que aprender que se debe estar preparadxs para las rebeliones, porque sin duda, el poder no va a soltar su presa tan fácil. Hicieron gala de su pirotecnía política, implantaron su maquinaria de propaganda para lograr instalar nuevamente el espejismo del oasis neoliberal y calmar las aguas de una posible insurrección. Se han encargado de decirle al mundo que el triunfo de la revuelta de octubre fue seguir transitando la vía institucional.
Sin embargo, se olvidan que Allende fue el impulsor de la transición pacífica al socialismo y no se lo permitieron, los golpes de estado siguen estando a la vuelta de la esquina, y por ello los pueblos deben siempre estar preparados. Nuestro triunfo, ha sido el tributo que se rindió a la resistencia que libra el pueblo mapuche, porque fueron la banderas mapuche las que ondearon durante los primeros días de la revuelta, nuestro triunfo es la semilla que se planta cada día en cada territorio, que se fortalece al calor de las ollas comunes, que crece en las asambleas territoriales. Nuestro triunfo, es tener la convicción que la lucha continúa y que vamos por Todo. Gabriel Boric, no será nunca Allende, y sólo será otro lacayo del imperio, servil a sus intereses, y no pasará mucho tiempo antes que muestre su verdadero rostro.
-Cuál es el principal mensaje que quieres dejar?
-El pedido de solidartidad y de denuncia por la libertad sin condiciones para todxs lxs prisionerxs políticxs, para lxs presxs politicxs anarquistas, para los Presos políticosd mapuche, para lxs presxs de la revuelta y la libertad para nuestro hermano, Mauricio Hernández Norambuena, el comandante Ramiro, quien pese a la venganza de la derecha más fascista, sigue lúcido y entero, dando batallas al interior de la cárcel. Nuestro mensaje es seguir en la lucha para lograr su libertad. Mientras haya uno o una en las cárceles del oprobio, ningunx de nosotrxs podrá considerarse libre.