Por Roy Chaderton Matos*, Resumen Latinoamericano, 27 de diciembre de 2021.
¡¡Mi hermosa Patria Araucana y Mapuche!!
Chile es un país de personajes muy fuertes en las malas y en las buenas.
El poema del laureado Fernando Alegría ¡¡Viva Chile, Mierda!! es un reclamo y protesta vigorosa ante las recurrentes catástrofes que ha sufrido Chile: los terremotos, los cataclismos y el genocida Pinochet con su ola de sangre, perseguidos, desaparecidos y cadáveres.
Mi enamoramiento con Chile comenzó cuando mi mamá, pieza clandestina del PCV en Miranda, empeñada en mi educación me conseguía la revista infantil “El Peneca”. Allí aprendí algo de historia, especialmente sobre nuestros reales héroes. Entonces los súper héroes mediáticos usaban los calzoncillos por encima de los pantalones como Superman y Batman. ¡Súper héroes los nuestros! Próceres como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, Bernardo O’Higgins, Andrés Bello, Antonio José de Sucre, Rafael Urdaneta, etc, …y actuales como Hugo Chávez, José Vicente Rangel, Alí Rodríguez Araque, Salvador Allende, Jacinto Convit, Aristóbulo Istúriz, Earle Herrera y un largo etcétera hasta los límites de la memoria.
En esa época me tocó ser copeyano por muchos años. Ideológicamente demócrata cristiano, tuve entonces la oportunidad de participar en cursos en Chile donde a nosotros inocentes nos presentaban algunos personajes vinculados a la CIA como profesores.
En esos tiempos de los años 60’s, los jóvenes revolucionarios de COPEI cantábamos canciones de protesta chilenas con mucho ánimo y esperanza. Recuerdo una canción que halagaba a los progresistas con textos como “…que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda”.
Además cantábamos a coro y en marchas; canciones de Quilapayun, Inti Illimani y por supuesto la que es en mi opinión, la más bella canción latinoamericana “Gracias a la Vida” de la Violeta.
Después vino Pinochet con el apoyo de Nixon, Kissinger y Friedman.
Un rastro de prisioneros, cadáveres y desaparecidos siguió a la dictadura militar, hasta que surgió una nueva alternativa democrática después de muchos embates y combates.
Así pues, saltando momentos históricos reconocemos la elección de un joven progresista llamado Gabriel Boric de voz de adolescente, y esperamos que no le dé por distanciarse oportunistamente de Venezuela, Cuba y Nicaragua, hecho recientemente como una Bachelet cualquiera a gusto del Imperio. A ese propósito recomendamos el artículo de Pablo Sepúlveda Allende, nieto de “El Chicho”: “Chile: El doble estándar en DDHH y la izquierda ‘nice’”.
Por eso lo invitamos a evolucionar políticamente en el escenario latinoamericano mientras todos gritamos al unísono y alta voz ¡¡VIVA CHILE, MIERDA!!
*Socialista Cristiano
Berna, Navidad 2021