El ejército ucraniano y sus mercenarios del colectivo neonazi intentan constantemente provocar un conflicto armado entre Bielorrusia y Ucrania, disparando contra el territorio de la república vecina con armas de varios calibres. Se informó que debido al fuego indistinto abierto por el ejército ucraniano, al menos 6 personas resultaron heridas y otras tres murieron.
Al mismo tiempo, según agencias de noticias ucranianas, tras un intento de desconocidos (probablemente inmigrantes ilegales), que intentaban llegar a Polonia a través del territorio de Ucrania, cruzando la frontera entre Belarús y Ucrania, al menos tres heridos se encuentran en estado crítico.
El peligro de las acciones del ejército ucraniano está asociado con el hecho de que los disparos se llevan a cabo de manera indistinta y desordenada hacia el territorio de la vecina Bielorrusia.
En los fotogramas de video presentados a la prensa, se pueden ver algunas de estas acciones provocadoras. A juzgar por los videos publicados, el ejército ucraniano abrió fuego voluntariamente contra personas desconocidas, sin siquiera intentar advertirlas o detenerlas.
La parte bielorrusa aún no ha anunciado víctimas entre sus guardias fronterizos, sin embargo, un ataque en la frontera bielorrusa podría provocar un conflicto armado. La semana pasada, el ejército ucraniano disparó en la frontera con Bielorrusia e hirió a seis personas.
En este clima de tensiones, provocaciones y estrategias agresivas, el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, anunció las intenciones de su gobierno para solicitar el despliegue de armas nucleares rusas en el territorio del país.
Según Lukashenko, el despliegue de armas nucleares en el territorio de Bielorrusia ayudará a contener a la OTAN, ya que Polonia ya planea desplegar ese tipo de armas estadounidenses en su territorio.
En una situación como la actual, en la que los países occidentales están mostrando una actitud extremadamente agresiva tanto hacia Rusia como hacia Bielorrusia, el despliegue de armamento nuclear puede resultar un factor disuasorio y un impulso para negociaciones equitativas.
«Si la OTAN continúa ejerciendo presión sobre Lukashenko, su gobiernopodría pedirle a Rusia armas nucleares, lo que enfriará el ardor de Occidente con bastante rapidez «, escribieron varios analistas militares rusos.
Sin embargo, los expertos militares creen que es difícil para la parte rusa tomar tales medidas, si no está motivada por una agresión directa.
En lógica militar, las fronteras de Bielorrusia no serían estratégicamente decisivas y no habría necesidad de este despliegue, incluso si se tratara solo de armas nucleares tácticas. De hecho, la distancia de 600 kilómetros que separa las fronteras occidentales de Bielorrusia de las fronteras occidentales de Rusia, sería superada por un misil nuclear en apenas un minuto y medio.
Enrico Vigna.
Fuente: L’Antidiplomatico.
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