Ecología Social. Derrame petrolero en Río Negro: un nuevo desastre ambiental del modelo extractivo

Eco­lo­gía Social. Derra­me petro­le­ro en Río Negro: un nue­vo desas­tre ambien­tal del mode­lo extractivo

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Por Sol Arrie­ta, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 14 de diciem­bre de 2021. 

El vier­nes 10 de diciem­bre ocu­rrió un nue­vo derra­me petro­le­ro en la zona de Vaca Muer­ta, a 23 kiló­me­tros de la loca­li­dad rio­ne­gri­na de Catriel y a solo cin­co kiló­me­tros del río Colo­ra­do. Des­de hace déca­das que la pobla­ción denun­cia el accio­nar de las empre­sas. Las zonas de sacri­fi­cio y el cos­to socio­am­bien­tal de Vaca Muerta.

Unos minu­tos antes del medio­día del 10 de diciem­bre, la rotu­ra en un duc­to de la empre­sa Oleo­duc­tos del Valle Socie­dad Anó­ni­ma (Oldel­val) pro­vo­có el mayor derra­me petro­le­ro de la últi­ma déca­da en la región nor­pa­ta­gó­ni­ca. Daniel Lez­cano es wer­ken (voce­ro) de la comu­ni­dad mapu­che Qüi­ñe Chraüm (que sig­ni­fi­ca “un encuen­tro” en mapu­zun­gun) y vive en el Lote 133 de lo que se cono­ce como “El Meda­ni­to”. “Cómo pode­mos vivir así, sabien­do que la acti­vi­dad petro­le­ra nos está afec­tan­do”, recla­ma. Y expli­ca que, de las 625 hec­tá­reas que poseen, 200 están afec­ta­das con “pasi­vos ambien­ta­les” y “otros inci­den­tes que vie­nen ocurriendo”.

Lez­cano expli­ca que duran­te el fin de sema­na lo lla­ma­ron de dife­ren­tes medios de comu­ni­ca­ción, pero nin­guno se hizo eco del peli­gro con­cre­to que impli­ca el extrac­ti­vis­mo para el ambien­te todo: la noti­cia es el epi­so­dio como un hecho ais­la­do y no como par­te de un mode­lo.https://www.facebook.com/plugins/video.php?height=476&href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fjacinto.jacinto.1675%2Fvideos%2F1437742606621330%2F&show_text=false&width=267&t=0

Oldel­val, Petro­sud, YPF y el derra­me petro­le­ro en Río Negro

La empre­sa que explo­ta ese terri­to­rio es Petró­leo Sud­ame­ri­cano, a la que la esta­tal YPF otor­gó la con­ce­sión en 2018. Oldel­val es la mayor trans­por­tis­ta de la zona, que tie­ne como prin­ci­pal accio­nis­ta tam­bién a YPF, y es la encar­ga­da de lle­var el petró­leo que se extrae en Neu­quén y Río Negro hacia el puer­to Rosa­les, en Pun­ta Alta (Bue­nos Aires), para des­de allí dis­tri­buir­lo a las prin­ci­pa­les refi­ne­rías del país.

Petró­leo Sud­ame­ri­cano explo­ta la cuen­ca neu­qui­na des­de hace más de 25 años; des­de 2018 con cua­tro “blo­ques” en Río Negro, 347 kiló­me­tros cua­dra­dos de tie­rra, 14 yaci­mien­tos y 120 pozos per­fo­ra­dos des­de enton­ces, entre los que se encuen­tra el sitio don­de se pro­du­jo el derra­me petro­le­ro del vier­nes. Fue denun­cia­da por con­ta­mi­na­ción en dife­ren­tes opor­tu­ni­da­des por las comu­ni­da­des mapu­ches Qüi­ñe Chraüm y Bibia­na Gar­cía, sin éxi­to y con per­se­cu­cio­nes pena­les como res­pues­ta a quie­nes habi­tan el lugar, ade­más de cor­tes de luz y otras medi­das en bús­que­da de ame­dren­tar y silen­ciar los reclamos.

“Actúan cuan­do el pro­ble­ma les esta­lla en la cara”, dice Lez­cano con las prue­bas fren­te a los ojos. Una de las denun­cias con­tra la empre­sa es la qui­ta de las tareas de sanea­mien­to ambien­tal de los terri­to­rios a las empre­sas fami­lia­res del lugar, lo que faci­li­ta­ba las actua­cio­nes urgen­tes ante emer­gen­cias como el derra­me petro­le­ro del vier­nes, pero que tras la cesión de YPF a Petro­sud se modificó.https://www.youtube.com/embed/1AZ3pvu84Ds?feature=oembed

Fal­ta de inver­sión, vio­la­ción de dere­chos y contaminación

Mau­ro Gon­zá­lez, el abo­ga­do que repre­sen­ta a las fami­lias, expli­ca que con el tras­pa­so de la con­ce­sión de las tareas de sanea­mien­to se vio­la­ron dere­chos de las comu­ni­da­des ins­crip­tos en la Cons­ti­tu­ción Nacio­nal, de Río Negro y en el Con­ve­nio 169 de la Orga­ni­za­ción Inter­na­cio­nal del Tra­ba­jo (OIT), y la Decla­ra­ción de las Nacio­nes Uni­das sobre los Dere­chos de los Pue­blos Indí­ge­nas.

Gon­zá­lez afir­ma que con lo suce­di­do este vier­nes “explo­tó todo”. Afir­ma que el derra­me petro­le­ro comen­zó a las 11:45, y recién a las 17 empe­za­ron las tareas de con­ten­ción: “Decían que demo­ra­ron por la fal­ta de man­te­ni­mien­to, por la reduc­ción de per­so­nal y por la fal­ta de empre­sas dedi­ca­das a eso”. Esto últi­mo estre­cha­men­te rela­cio­na­do con las denun­cias pre­vias a la empresa.

Esta­mos ante la pre­sen­cia de un derra­me petro­le­ro muy gran­de, muy gra­ve”, ase­gu­ra Mar­tín Álva­rez, del Obser­va­to­rio Petro­le­ro Sur (Opsur). Cues­tio­na la fal­ta de infor­ma­ción ofi­cial y remar­ca que “sería muy bueno que la Jus­ti­cia pue­da inter­ve­nir y ver cuá­les son las con­di­cio­nes que tie­ne la infra­es­truc­tu­ra, por­que no hay inver­sión; jus­ta­men­te lo que venía denun­cian­do la comu­ni­dad Qüi­ñe Chraüm, que está en la zona y que sus cam­pos se están vien­do afec­ta­dos pro­duc­to de la des­in­ver­sión que han hecho las empre­sas petro­le­ras y la fal­ta de man­te­ni­mien­to, lo que gene­ra acci­den­tes de mane­ra recurrente”.

Recién 48 horas des­pués del derra­me, la Secre­ta­ría de Ambien­te y Cam­bio Cli­má­ti­co de Río Negro difun­dió infor­ma­ción sobre el alcan­ce: unos 1500 metros cúbi­cos de cru­do inva­die­ron 20.000 metros cua­dra­dos de super­fi­cie. Aun­que dicen que la empre­sa ya recu­pe­ró casi todo el petró­leo per­di­do, como si fue­ra ella la dam­ni­fi­ca­da, para la tar­de de este lunes se anun­cian llu­vias en el lugar y eso pue­de impli­car mayor dre­na­je de los res­tos. El inte­gran­te de Opsur seña­la que la Secre­ta­ría de Ambien­te de Río Negro “está muy cues­tio­na­do por par­te de todo el movi­mien­to socio­am­bien­tal, ya que quien está a car­go de la car­te­ra de Ambien­te es una empre­sa­ria del sec­tor, Dina Miga­ni, que tie­ne empre­sas de quí­mi­cos para las petro­le­ras como su prin­ci­pal cliente”.

“Aho­ra se están eva­luan­do las con­se­cuen­cias, qué plan de reme­dia­ción y qué mul­tas se van a rea­li­zar”, deta­lla Álva­rez y agre­ga que “tam­bién es muy impor­tan­te cues­tio­nar el nivel de impu­ni­dad que sue­len tener las petro­le­ras, por­que muchas veces no pagan las mul­tas, tie­nen san­cio­nes y ter­mi­nan no pagán­do­las o muy fue­ra de tér­mino, muy poca pla­ta, hay que dar un cam­bio en la lógi­ca del con­trol y eso no se pue­de hacer tenien­do a fun­cio­na­rios que son par­te de la industria”.

Foto: Lucas Cas­ti­llo /​La Izquier­da Diario

Sie­te déca­das de extrac­ti­vis­mo petro­le­ro e impunidad

La Asam­blea Ambien­tal Coli Leu­vú de Catriel repu­dia lo suce­di­do: “La loca­li­dad de Catriel y sus inme­dia­cio­nes sufre des­de hace déca­das derra­mes cons­tan­tes de agua de pro­duc­ción y cru­do en dis­tin­tas mag­ni­tu­des, des­de muy peque­ñas has­ta algu­nas muy gran­des, son mone­da corrien­te, es decir, suce­de todos los días del año”, afir­man. Remar­can que esta con­ta­mi­na­ción vul­ne­ra de mane­ra per­ma­nen­te la salud y la capa­ci­dad de resi­lien­cia del ambien­te, como de las per­so­nas que viven tan­to en el cam­po como en la zona urbana.

“Des­de 1959, año que des­cu­bren el pri­mer pozo petro­le­ro en la zona, Catriel y sus inme­dia­cio­nes están lleno de pasi­vos ambien­ta­les, más lo que se suma año a año”, denun­cia la Asam­blea en un escrito.

Des­de el lugar de los hechos, la Asam­blea acce­de a la mis­ma infor­ma­ción que difun­den los medios de comu­ni­ca­ción, pero tie­nen la ven­ta­ja de cono­cer el terri­to­rio. Expli­can que la napa freá­ti­ca en el área tie­ne una baja pro­fun­di­dad, osci­lan­do en algu­nos casos entre los dos a tres metros. “Es la mis­ma napa que apor­ta direc­ta­men­te a nues­tro río Colo­ra­do, con el que nos baña­mos, coci­na­mos nues­tros ali­men­tos, lava­mos nues­tra ropa, rega­mos nues­tras plan­tas y cul­ti­vos y bebe­mos noso­tros como nues­tros ani­ma­les”, alertan.

Expli­can que el sue­lo de Catriel es pre­do­mi­nan­te­men­te are­no­so, lo que impli­ca la alta capa­ci­dad de fil­tra­ción de agua de pro­duc­ción o, en el peor de los casos, de cru­do, como ocu­rre con este últi­mo derra­me, lo que hace más fac­ti­ble su lle­ga­da al río Colo­ra­do, que está ape­nas a cin­co kiló­me­tros del lugar y cuyo cur­so atra­vie­sa cin­co provincias.

“La reme­dia­ción del sitio cos­ta­rá millo­nes de pesos, pero si tuvié­ra­mos que mone­ti­zar el ver­da­de­ro cos­to ambien­tal que ello impli­ca, seria incal­cu­la­ble, por el valor de los bie­nes y ser­vi­cios eco­sis­té­mi­cos que repre­sen­tan la flo­ra y fau­na autóc­to­na en nues­tro mon­te pata­gó­ni­co sin con­tar las afec­ta­cio­nes eco­nó­mi­cas que pudie­ran haber incu­rri­do sobre aque­llos que viven en dicha zona, sean o no eco­no­mías de sub­sis­ten­cia”, con­clu­yen des­de la Asam­blea y exi­gen sanciones.

Fuen­te: Agen­cia Tie­rra Viva

Itu­rria /​Fuen­te

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