El Salvador. Bukele contra la Memoria Histórica

El Sal­va­dor. Buke­le con­tra la Memo­ria Histórica

Por Elai­ne Freed­man, Resu­men Lati­no­ame­ri­cano, 27 de diciem­bre de 2021.

Hace un año Nayib Buke­le, en su cali­dad de Pre­si­den­te de El Sal­va­dor, fue has­ta el sitio de El Mozo­te, ‑con­si­de­ra­do sagra­do por muchos sal­va­do­re­ños y sal­va­do­re­ñas por ser el lugar que pre­sen­ció la mayor masa­cre de Amé­ri­ca Lati­na en el Siglo XX- a dic­ta­mi­nar que “la gue­rra fue una far­sa, como los Acuer­dos de Paz.”

En su momen­to, las pala­bras de Buke­le pro­vo­ca­ron indig­na­ción de lucha­do­res por los dere­chos huma­nos, no solo en el país, sino al rede­dor del mun­do. Orga­ni­za­cio­nes de todo El Sal­va­dor se reu­nie­ron al mes en El Mozo­te y pro­cla­ma­ron “Recha­za­mos cate­gó­ri­ca­men­te todo inten­to de borrar (el) sacri­fi­cio y apor­te a la his­to­ria de nues­tros héroes y már­ti­res, o dis­mi­nuir los horro­res de la dic­ta­du­ra mili­tar y la gue­rra de doce años que se des­ató en nues­tro país… nos sen­ti­mos pro­fun­da­men­te agra­via­dos por las decla­ra­cio­nes del Pre­si­den­te de El Sal­va­dor, quien, el pasa­do 17 de diciem­bre, de mane­ra irres­pe­tuo­sa y ofen­si­va, cali­fi­có a esta gue­rra que tan­to cos­to social ha teni­do para nues­tro pue­blo y a los Acuer­dos de Paz como “far­sa”, y vino a decir tal bar­ba­ri­dad en este lugar sagra­do de nues­tra memo­ria his­tó­ri­ca: El Mozote”.

Meses des­pués, al negar cua­tro veces al Juez segun­do de pri­me­ra ins­tan­cia en San Fran­cis­co Gote­ra, Jor­ge Guz­mán, encar­ga­do del caso de El Mozo­te acce­so a los archi­vos mili­ta­res, esta indig­na­ción cre­ció. Con la dis­po­si­ción pre­si­den­cial de depu­rar a todo juez mayor de 60 años de edad o con 30 años de ser­vi­cio, este juz­ga­do que­dó acéfalo.

A prin­ci­pios de diciem­bre, un mural his­tó­ri­co en el muni­ci­pio de Nue­va Tri­ni­dad, en el nor­te de Cha­la­te­nan­go, fue borra­do por el alcal­de de Nue­vas Ideas en una afren­ta, no solo a casi un cen­te­nar de vete­ra­nos de gue­rra en este pobla­do de esca­sos 1,600 pobla­do­res, sino a sus fami­lia­res, ami­gos y com­pa­ñe­ros mili­tan­tes del FMLN. El mural, en el cen­tro del área urba­na, incluía los ros­tros de impor­tan­tes figu­ras de la lucha del pue­blo sal­va­do­re­ño como Dimas Rodrí­guez y Scha­fik Han­dal. En este muni­ci­pio, gober­na­do por el FMLN des­de las pri­me­ras elec­cio­nes des­pués de los Acuer­dos de Paz has­ta 2020, los ros­tros de lucha­do­res popu­la­res ilu­mi­nan la espe­ran­za de que la lucha por la jus­ti­cia social se for­ta­le­ce y que los horro­res de la gue­rra no vuel­ven a ocu­rrir. Los recuer­dos dolien­tes de la épo­ca de gue­rra son sim­bo­li­za­dos en un árbol de copi­nol del cual, en julio de 1991, el pue­blo cor­tó la rama don­de el Sar­gen­to León y sus fuer­zas de la Guar­dia Nacio­nal col­ga­ban a sus víc­ti­mas, iden­ti­fi­ca­das por ellos como enemi­gos. Año tras año, el pue­blo se orga­ni­za para con­me­mo­rar “la cor­ta”, una rei­vin­di­ca­ción de este pue­blo sufri­do que decía “bas­ta ya”.

Para Flo­rin­da Cruz Men­ji­var, de la Aso­cia­ción de Muje­res de Nue­va Tri­ni­dad, el borra­do del mural es un tipo de orden para olvi­dar la lucha. “Ellos quie­ren que la gen­te ya no esté pidien­do jus­ti­cia y recor­dan­do las rei­vin­di­ca­cio­nes de cada comu­ni­dad… Estos alcal­des son títe­res, como el pre­si­den­te dijo que la gue­rra era una far­sa, ellos le siguen.”

Des­de que Buke­le asu­mió la pre­si­den­cia, el ani­ver­sa­rio de los Acuer­dos de Paz, que die­ron fin a la dic­ta­du­ra mili­tar, dejó de ser fies­ta nacio­nal para el Gobierno de El Sal­va­dor. El Pre­si­den­te renom­bró este día, “Día de las Víc­ti­mas del Con­flic­to Arma­do”, barrien­do con una tra­di­ción de 28 años de cele­brar los logros de los Acuer­dos de Paz para la demo­cra­ti­za­ción de la socie­dad sal­va­do­re­ña y reco­no­cer los sal­dos pendientes.

A esca­sos quin­ce días del 30 ani­ver­sa­rio, es evi­den­te que le toca­rá a las orga­ni­za­cio­nes socia­les y al FMLN recor­dar a los sal­va­do­re­ños que la fir­ma de los Acuer­dos de Paz tra­jo la crea­ción de una nue­va poli­cía, la desin­te­gra­ción de las fuer­zas más repre­si­vas y los bata­llo­nes eli­tes de la Fuer­za Arma­da res­pon­sa­bles por los peo­res masa­cres; una rein­ge­nie­ría del sis­te­ma judi­cial, la des­apa­ri­ción del Con­se­jo Nacio­nal Elec­to­ral, res­pon­sa­ble de los más bur­dos frau­des elec­to­ra­les de los años 70s y la crea­ción del Tri­bu­nal Supre­mo Elec­to­ral, la lega­li­za­ción del FMLN como par­ti­do polí­ti­co y la crea­ción de la Pro­cu­ra­du­ría para la Defen­sa de los Dere­chos Huma­nos. Que­da­ron pen­dien­tes temas fun­da­men­ta­les para la jus­ti­cia social pero es inne­ga­ble su apor­te a la trans­for­ma­ción de la socie­dad salvadoreña.

Un pro­ver­bio afri­cano dice que “Has­ta que los leo­nes ten­gan sus pro­pios his­to­ria­do­res, las his­to­rias de cace­ría segui­rán glo­ri­fi­can­do al caza­dor». Buke­le ha dado un giro a este ada­gio des­de su pro­pia reali­dad. El pre­si­den­te, naci­do en una fami­lia millo­na­ria que no lle­gó a ser par­te de la oli­gar­quía pero obvia­men­te esta­ba lejos de los sec­to­res popu­la­res que libra­ron la lucha por la libe­ra­ción nacio­nal, nun­ca lle­gó a iden­ti­fi­car­se ni con los caza­do­res ni con los leo­nes (su paso por el FMLN no fue pro­duc­to de una iden­ti­fi­ca­ción con los sec­to­res popu­la­res sino de su pro­pio inte­rés de cata­pul­tar­se al esce­na­rio polí­ti­co nacio­nal). Por lo tan­to, la nue­va “his­to­ria ofi­cial”, según el Pre­si­den­te Buke­le, comien­za con su gobierno. Su eslo­gan de cam­pa­ña “Esta­mos hacien­do his­to­ria” se ha con­ver­ti­do en una con­sig­na guber­na­men­tal para des­le­gi­ti­mar a la his­to­ria del pue­blo sal­va­do­re­ño que no solo ha sido de sufri­mien­to sino tam­bién de lucha.

En el mar­co del bicen­te­na­rio de la inde­pen­den­cia de Espa­ña lle­gó a plan­tear que la Repú­bli­ca de El Sal­va­dor esta­ba a pun­to de “refun­dar­se”. Para los que entien­den la inde­pen­den­cia como la juga­da polí­ti­ca que per­mi­tió la con­so­li­da­ción de una oli­gar­quía nacio­nal en El Sal­va­dor, una refun­da­ción de la Repú­bli­ca pare­ce una tela de fon­do para la con­so­li­da­ción del gru­po eco­nó­mi­co que repre­sen­ta Buke­le como una nue­va oli­gar­quía sal­va­do­re­ña, inte­gran­do gru­pos impor­tan­tes de la oli­gar­quía tra­di­cio­nal en esta reconfiguración.

La cru­za­da de Buke­le para borrar la his­to­ria sal­va­do­re­ña, y en par­ti­cu­lar la his­to­ria de lucha del pue­blo por sus rei­vin­di­ca­cio­nes, es un ele­men­to impor­tan­te en su estra­te­gia para lograr una recon­fi­gu­ra­ción del poder a favor de su gru­po de inte­rés. Los sec­to­res popu­la­res que se man­tie­nen en lucha por la jus­ti­cia pos­ter­ga­da deben reco­no­cer el res­ca­te de la memo­ria his­tó­ri­ca como una fren­te de lucha para que la acu­mu­la­ción his­tó­ri­ca de los pobres no se borre de un brochazo.

Itu­rria /​Fuen­te

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